Covid-19. El sistema de salud se pone al día con otros problemas, pero sigue expectante por la delta
Se habilitan más turnos para la atención no Covid; el personal sanitario recupera vacaciones pendientes; los centros públicos y privados se mantienen alertas por el virus
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La pandemia no terminó, repiten por estos días, una y otra vez, especialistas y autoridades sanitarias. En la calle, convive la sensación de que todo ya pasó con la incógnita de qué pasará. Pero, sin dudas, el mejor termómetro es el sistema sanitario: se va poniendo al día con la atención de otros problemas de salud, pero con incertidumbre sobre el curso que podría tomar la pandemia.
Mientras los servicios en los centros públicos y privados van ampliando la atención, los pacientes van volviendo a hacerse los controles postergados por la pandemia y se habilitan más turnos, el sistema está en una suerte de stand-by.
Se autorizó el recupero de vacaciones pendientes del personal, por ejemplo, en muchos casos con licencias de no más de siete días que pueden suspenderse “por fundadas razones de servicio”. Se reasignó la ampliación de la estructura de los centros para otras patologías, pero sin modificar lo que en algunos hospitales y sanatorios coinciden fue un aumento estimado del 30% de esos recursos para atender la demanda por Covid-19.
“La pandemia terminó siendo una temporada alta de trabajo en el sistema más prolongada que lo habitual, con la incorporación de personal temporario, más telefonistas o equipos para el seguimiento de los pacientes”, definieron desde el sector privado. En el público, también se reacomodan los servicios y se reasigna el personal, con el regreso de profesionales planta con factores de riesgo. A la vez, empiezan a escucharse reclamos para que se efectivice la contratación de los profesionales y técnicos convocados para reforzar la atención durante la pandemia.
La emergencia sanitaria, “puso en tensión el sistema sanitario, que ya tenía problemas crónicos históricos. No se puede relajar la preparación del sistema para una eventual situación de riesgo porque dado el poco tiempo aún de recolección de datos, hay que mantener la alerta”, dice Zulma Ortiz, vicepresidenta del Grupo PAIS, que reúne a un centenar de sanitaristas, y titular de la cátedra de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires.
Hace más de una semana, a propósito de que en el Hospital Posadas no hay internados por Covid-19 en cuidados intensivos desde hace más de tres semanas, Constanza Arias, jefa de la Unidad de Terapia Intensiva, dijo a la agencia AFP que “siempre está el fantasma de otra ola”.
Entre la normalidad y las restricciones
En lo nacional, según señala Ortiz, la población “está retomando sus actividades, funciones y sus libertades, y lo hace de manera relajada, excepto cuando por algún motivo tiene que viajar. Ahí aparece más conciencia de las restricciones, la vacunación”.
En lo laboral, según evalúa, “se toman nuevas decisiones sobre el personal porque se vuelven a utilizar los medios de transporte para ir a trabajar y cambia la organización de los cuidados por el riesgo de contagio porque la situación epidemiológica cambió: los datos que nos brindan a diario describen que la situación está controlada.”
¿Puede cambiar ese panorama? Sí, de acuerdo con la especialista en epidemiología, gestión y políticas de salud. Recuerda que eso dependerá de la historia natural de la enfermedad que causa el virus de Covid-19 y la evolución epidemiológica.
“Cuando se hace vigilancia de una enfermedad, se necesita como mínimo tres años de información, idealmente cinco, para poder predecir cuáles serán las zonas de epidemia, cuándo se da un aumento de casos con respecto de lo esperado –explica Ortiz–. Justamente, lo que no puede relajarse en este momento de más actividad social y un descenso de los indicadores es la vigilancia activa de la enfermedad, la recolección sistemática de datos para tomar decisiones y prevenir situaciones de riesgo para la población. La disminución de los indicadores tiene que estar monitoreada permanentemente, mientras los habitantes empiezan a recuperar sus libertades.”
LA NACIÓN consultó al Ministerio de Salud de la Nación sobre la cantidad de brotes activos de delta en el país, como así también el número de afectados. No hubo respuesta al respecto al cierre de esta nota. Esta semana, según se indicó, estará el nuevo informe oficial sobre vigilancia genómica de las variantes que están circulando en el país.
“Para nosotros, la pandemia no terminó y es por eso que estamos muy vigilantes de la evolución de los casos y sus variantes –indicaron fuentes de la cartera–. En el caso de la variante delta entendemos que no es la predominante en el país, pero aún así estamos muy vigilantes de su evolución y es por eso que insistimos en que debemos continuar con las medidas de prevención.”
Sobre el estado de situación del sistema sanitario, evaluaron: “Más allá del Covid, está pudiendo atender las demandas, la gente está yendo al médico, está pudiendo atenderse dentro de los parámetros esperables”.
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