Covid-19. Confusión y enojo sobre si hubo permisos especiales para visitar pacientes internados en la pandemia
La revelación de la titular de la Liga Argentina de Protección al Diabético de haberse despedido de su esposo cuando los protocolos no lo permitían desató la controversia; Vizzotti defendió el caso al decir que “es mentira” y recibió el respaldo de sus pares en el Cofesa
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Durante los primeros meses de la pandemia del nuevo coronavirus, una de las situaciones más dolorosas fue la de familiares de pacientes enfermos o en estado terminal, que no podían ingresar en las salas de terapia intensiva para acompañarlos en sus últimos días de vida. Clarín publicó hoy un artículo en el que señala que hubo excepciones y que previo al decreto publicado el 30 de agosto de 2020, en el que se autorizaron las visitas con estrictos protocolos, algunos familiares pudieron entrar a las salas de terapia intensiva. Sin embargo, las autoridades sanitarias resaltan que el 10 de agosto ya habían publicado recomendaciones para el ingreso excepcional de visitas. Según pudo saber LA NACIÓN, algunas instituciones utilizaron esos lineamientos para actualizar los protocolos, mientras que otras no lo hicieron.
La sorpresa sobre estas visitas previas a la publicación del decreto presidencial de cambios sobre esa situación surgió cuando Sylvia Brunoldi, titular de la Liga Argentina de Protección al Diabético (Lapdi), le agradeció públicamente a la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, por haberle permitido despedir a su esposo, que falleció el 24 de agosto de 2020, es decir, una semana antes de la publicación del decreto. En ese momento, en la Argentina ya había 342.154 casos confirmados de Covid y se habían producido 7070 fallecidos por esa enfermedad.
“Quiero agradecerle a Carla, que gracias a ella pude despedir a mi esposo, y luego el decreto que permitió que las personas pudiéramos despedir a nuestros familiares en los últimos días”, dijo Brunoldi esta semana en el Centro Cultural Kirchner, donde se realizó un encuentro con médicos, científicos y miembros de la sociedad civil para hacer un balance público de la gestión de la ministra nacional.
Frente a la controversia pública desatada al conocerse que había laxitud en la aplicación de las medidas de restricción, como lo planteó Brunoldi, hoy el Ministerio de Salud de la Nación envío a LA NACIÓN una serie de recomendaciones que habían sido publicadas el 10 de agosto de 2020, y que en ellas se enmarcarían los pasos a seguir al momento de contemplar visitas excepcionales, como la que realizó Brunoldi.
Esas recomendaciones indicaban que las visitas excepcionales eran solo para personas en situación de dependencia, menores de edad, embarazadas y parturientas, personas con discapacidad o personas cuyo fallecimiento era inminente.
El protocolo, la clave
Una fuente vinculada con el sistema privado de salud, que durante la pandemia formó parte de la coordinación de una de las redes más grandes de clínicas y sanatorios del país, señala a LA NACION que las visitas estuvieron prohibidas hasta que cambió el protocolo, lo que sucedió varios días después del deceso del esposo de Brunoldi.
“Todo lo que tiene que ver con lo sanitario se manejaba por los protocolos, no por recomendaciones. Si hubo visitas antes de que cambiara el protocolo, a nuestro modo de entender, fueron visitas fuera de lo permitido”, señala dicha fuente a este medio.
Y agrega: “Si hubo una excepción, la desconozco. Dada como estaba la situación [sanitaria] en ese momento los directores médicos no hacían excepciones. Pero sencillamente, cuando estaba prohibido, no se permitían visitas, y cuando se permitió, se habilitaron”.
Mientras que desde el Ministerio de Salud de la Nación argumentaron que es importante recordar que el motivo de la restricción de visitas en su momento había sido la escasez, a nivel mundial, de equipos de protección personal, el cual se priorizaba para el personal de salud. “Para mediados de 2020, esa situación ya se había resuelto por gestión del Ministerio de Salud, y, por eso, las instituciones ya generaban autorizaciones para visitas con protocolos”.
Por ejemplo, desde el Hospital Austral, respondieron a LA NACIÓN que todos los protocolos se generaron con la premisa de “garantizar la mayor seguridad posible tanto para los pacientes como para los familiares”, siempre en línea con las indicaciones del Ministerio de Salud, y que sí utilizaron las recomendaciones de la autoridad sanitaria para actualizar los protocolos. “Todos los protocolos del hospital se fueron desarrollando en base a los lineamientos que el ministerio iba estableciendo en las diferentes etapas de la pandemia”, indican desde dicha institución.
Desde el Hospital Alemán, en tanto, señalaron que “se respetaron los plazos fijados por los decretos” por los cuales se restringían o rehabilitaban determinadas actividades durante la pandemia.
Otras instituciones médicas consultadas por LA NACIÓN prefirieron no responder por no tratarse de cuestiones vinculadas con patologías médicas.
Hoy, la ministra Vizzotti publicó un hilo en la red social Twitter donde señaló que “es falso, es mentira” que se otorgaron permisos excepcionales para el ingreso de algunos familiares de pacientes a las terapias intensivas, aunque el protocolo dispuesto por la cartera a su cargo fue publicado varios días después de la muerte del marido de la titular de la Liga Argentina de Protección al Diabético.
“Creo que es conveniente que tengamos memoria de lo que vivimos y reflexionemos, para dar por cerradas todas las especulaciones. Aclaro que ni el Ministerio ni yo autorizamos visitas. Lo que hicimos fue escuchar y acompañar necesidades de la sociedad civil, sociedades científicas y equipos de salud de todo el país, adaptando las normativas en tiempo real a las circunstancias que se vivían. Por eso, el 10 de agosto de 2020, el Ministerio de Salud ya tenía publicado en su web un documento con recomendaciones para el acompañamiento de pacientes en sus últimos días de vida, que había sido consensuado por todos los actores del sistema de salud”, escribió Vizzotti
A su vez, Vizzotti agradeció a los ministros y ministras de todas las jurisdicciones y de diferentes colores políticos que, en el Consejo Federal de Salud (Cofesa), reunido hoy en Salta, “unánimemente rechazaron la publicación de esta noticia falsa, que no refleja en nada lo sucedido”. Entre quienes figuran acompañando la defensa de Vizzotti en el documento del Cofesa, se encuentra el encargado del Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós.
Desde la cartera sanitaria porteña señalaron a este medio que, en línea con lo que expresó Vizzotti, los hospitales empezaron, a partir de las recomendaciones enviadas, a adecuar los protocolos.
A su vez, la ministra también se defendió de la controvertida situación generada a partir del agradecimiento público de Brunoldi en el Centro Cultural Kirchner, en diálogo con Cadena 3. “El 10 de agosto sale el protocolo de acompañamiento y el 31 lo que sucede es que se da el marco legal que acompaña la evolución”, justificó Vizzotti.
Este es un nuevo episodio polémico vinculado con la administración nacional del gobierno de Alberto Fernández durante la pandemia y que tiene a la ministra Vizzotti como gestionadora de esa crisis sanitaria. El día antes de que estallara el escándalo por las vacunas vip, los padres de la actual ministra de Salud, Carla Vizzotti, fueron inoculados contra el virus del Covid-19, según surge en el Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA) al que accedió LA NACION. Los datos oficiales reflejan que Carlos Alberto Vizzotti, médico jubilado de 77 años, y su esposa, Silvia, ama de casa de 74 años, recibieron la primera dosis de la Sputnik V el jueves 18 de diciembre de 2020, en el partido de Escobar, durante el primer día de vacunación previsto para los mayores de 70 años que hubieran solicitado un turno en la provincia de Buenos Aires.
El escándalo del vacunatorio vip fue revelado públicamente el 19 de febrero de 2021 por otro beneficiado como fue el periodista Horacio Verbistky, quien contó que había recibido la inmunización en dependencias del Ministerio de Salud de la Nación, a cargo en ese momento de Ginés González García, que debió renunciar ese mismo día y fue reemplazado por Vizzotti. Luego se supo que, entre muchos otros, habían recibido dosis contra el coronavirus desde el expresidente Eduardo Duhalde y su familia hasta el procurador general de Tesoro, Carlos Zannini. En agosto de 2021, otra vez el Gobierno quedó en el ojo de la tormenta por las “excepciones” a los decretos presidenciales al conocerse que el 14 de agosto de 2020, la primera dama había celebrado su cumpleaños en la residencia de Olivos con el presidente Alberto Fernández, quien había dispuesto medidas restrictivas de movilidad y prohibitivas de reuniones sociales.
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