Cómo evolucionó la tasa de mortalidad por rango etario y qué conclusiones se imponen
Desde el inicio de la pandemia, el mundo entero observa la mortalidad como un indicador crucial para evaluar el impacto del virus. Pero, ¿cómo se logra construir ese índice? La mortalidad es el resultado de dividir la cantidad de muertes por la cantidad de habitantes. La podemos acotar a una determinada causa, a una zona geográfica o a un rango etario, entre muchos otros factores. Por otro lado, la mortalidad debe hacer referencia a un período de tiempo determinado durante el que se producen los fallecimientos. La convención general es utilizar un plazo de un año. Finalmente, dicha tasa se puede calcular por cada habitante, por cada millón de habitantes, por cada 100.000 habitantes o por cada 100 habitantes. En este último caso, hablaríamos de porcentaje de muertes. En definitiva, la mortalidad tiende a calcular la probabilidad de morir de una persona.
En la Argentina fallecieron a causa del coronavirus 101.158 ciudadanos desde el 7 de marzo de 2020 hasta el 16 de julio de 2021. Con una población estimada en 45.800.000 habitantes, la tasa de mortalidad por Covid-19 en dicho periodo es de 2209 muertes cada millón de habitantes. Una de las más altas del mundo, por cierto. Si bien es una buena medida respecto al impacto final de la pandemia, la emergencia aún no terminó y el riesgo sigue latente.
Para tener una mirada más dinámica sobre la tragedia que está causando el coronavirus en nuestro país, analizaremos cómo fue evolucionando la mortalidad desde la irrupción de la pandemia hasta estos días. Para ello, tomaremos cada día el promedio de los últimos 7 días y lo anualizaremos multiplicando dicho promedio diario por 365 días. De esta manera, obtendremos la cantidad de muertes que se producirían al cabo de un año si las condiciones permanecen sin cambios. Por ejemplo, si en los últimos 7 días se produjeron 700 muertes por Covid, es de esperar que en un año se contabilicen 36.500 fallecimientos. Y la mortalidad actual anual de la Argentina sería de 797 muertes cada millón de habitantes (36.5000 / 45.800.000 x 1.000.000).
El siguiente gráfico muestra la mortalidad en mayores de 30 años anualizada por franja etaria en cada momento desde que se inició la pandemia.
Se pueden apreciar claramente las dos olas de mortalidad, cuyos picos se produjeron en septiembre de 2020 y junio de 2021, y una tercera mucho menos significativa que tuvo su pico en enero de 2021.
También se reflejan las diferentes tasas de mortalidad para cada grupo etario, siendo más elevadas a mayor edad. Sin embargo, el gráfico muestra que mientras los tres grupos mayores de 70 años no están experimentando una mayor mortalidad que en la primera ola, los menores de 70 ven incrementada fuertemente su mortalidad o probabilidad de muerte.
En el siguiente gráfico hago un zoom sobre los grupos de entre 30 y 69 años.
Al analizar la población mencionada, se observa un significativo crecimiento de las tasas de mortalidad. Esto significa que el virus se hizo más letal para los más jóvenes o que esos grupos se están cuidando menos.
Sabemos además que la mayor parte de la población mayor de 70 años se encuentra vacunada al menos con una dosis, sin embargo, eso no explica el comportamiento del gráfico anterior. Sí podría justificar en parte que la mortalidad no haya crecido entre los mayores de 70 años en esta segunda ola como sucedió con los más jóvenes.
El próximo gráfico muestra relaciones de mortalidad entre un grupo etario y otro.
Como se puede ver, la tasa de mortalidad del grupo etario de entre 80 y 89 años era entre 30 y 40 veces mayor que la del grupo de entre 40 y 49 años hasta el primer trimestre de 2021. Dicha relación se redujo de manera drástica y, actualmente, es solo 7 veces mayor. Algo parecido, pero a menor escala, sucede con la relación entre los argentinos de entre 70 y 79 años con los de entre 40 y 49, pasando de 20 veces a solo 4 veces.
Si volvemos al gráfico de mortalidad de la población de entre 30 y 69 años, verificamos que la mortalidad de los argentinos de entre 40 y 49 años hizo un pico con 3700 muertes anualizadas cada millón de habitantes, o bien 370 muertes cada 100.000 habitantes. Como referencia, en 2017 murieron en el mundo 120 habitantes de cáncer cada 100.000 habitantes. Ese mismo ratio es de 1000 cada 100.000 (el 1%) para mayores de 70 años y de 300 cada 100.000 para las personas de entre 50 y 69 años. En la Argentina, la tasa de mortalidad por cáncer en 2017 fue de 118 y 87 muertes cada 100.000 habitantes para varones y mujeres respectivamente. Por otro lado, la tasa de mortalidad en 2019 por accidentes de tránsito fue de 14 muertes cada 100.000 habitantes aproximadamente.
Sabemos entonces que, bajo las condiciones existente a mediados de junio de 2021, un habitante promedio de la Argentina de entre 40 y 49 años tiene una probabilidad de 370/100.000 (= 0.37%) de morir en un período de un año a causa del Covid. Este porcentaje varía según el género, la inmunidad natural de cada uno o la adquirida por la vacuna y las medidas de protección adoptadas, entre otras variables. Pero para el promedio de dicho grupo es 3 veces más probable morir de coronavirus que de cáncer y 26 veces más probable que morir por un accidente de tránsito. Claro que el índice de mortalidad por Covid-19 fue tomado en el pico de la ola y tenemos gran parte de la vacunación por delante. Sin embargo, habrá que seguir cuidándose un tiempo más.
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