Costa atlántica: por qué el sector turístico mira el pronóstico del tiempo para la segunda semana de febrero

MAR DEL PLATA.– Se impusieron las ganas acumuladas al pronóstico. Un poco de claridad por detrás de tanta nube engañó a media mañana y acercó a unos pocos muy optimistas a las playas, hasta que antes del mediodía llegó la lluvia para arruinarlo todo a ritmo de chaparrones reiterados. Sí, de nuevo, como el día anterior. Y otros de esta última semana. Y también como durante buena parte de la segunda quincena de enero. Hace largo rato que por aquí el mal tiempo reparte una cachetada tras otra a tanto turista que, aun frente a este escenario, mantiene bien alta la ocupación en todos los servicios de alojamiento de la costa atlántica.

Perdura una suerte de intenso movimiento inercial que extendió lo muy bueno que aportó el primer mes de este año, cargado de una gran cantidad de indicadores récord hasta que se pone la lupa en la columna de la meteorología: arrancó con dos semanas brillantes, hasta con picos de alta temperatura inéditos para esta ciudad; las siguientes tres se han vivido entre unos pocos momentos entre la arena y el mar, y mayoría de tiempo con paraguas, abrigos y alternativas de entretenimiento bajo techo.

Pero, si nada falla en las previsiones de los especialistas, a partir de mañana comenzará un período constante de mejora con marcas térmicas en ascenso hasta los 28 grados y sol más presente. Acompañará este cierre de quincena que, a juzgar por el ritmo de reservas hoteleras y de alquileres de propiedades, puede marcar también un quiebre en la dinámica de este verano.

Hace rato que los operadores del sector apuntan el dedo índice hacia la Capital para señalar la responsabilidad y el significativo impacto negativo que tendrá para los destinos balnearios bonaerenses el temprano inicio de ciclo lectivo en la jurisdicción porteña, antes que en la provincia de Buenos Aires y otra veintena de distritos de todo el país. El lunes 21, empiezan las clases para los niveles inicial y primario, así como las mesas de exámenes para los alumnos secundarios, que vuelven a cursar a partir del 2 de marzo. En tanto, ya esta semana los docentes deben regresar a la escuela para las capacitaciones y la planificación del año.

“Es preocupante lo que nos queda por delante para la segunda mitad de febrero”, anticipa Pedro Marinovic, presidente de la Asociación Hotelera de Pinamar, donde vienen de un enero a ocupación plena, con un 95% durante la semana que finaliza hoy, expectativas por encima del 80% para la que comienza mañana y muchas dudas para lo que sigue. “También inquieta que desde sectores gubernamentales se hable de una temporada histórica cuando apenas se jugó el primer tiempo del partido”, dijo a LA NACION en comparación futbolera, convencido de que habrá una merma importante de demanda durante la segunda quincena del mes en curso.

El viernes pasado fue el último día con opción real de playa. Sin demasiados brillos, bajo un cielo gris, los turistas pudieron aprovechar un buen rato junto al mar sin necesidad de apurarse a juntar reposeras, sombrillas y demás equipamiento para escapar de algún chubasco, una rutina instalada durante las últimas semanas. Desde entonces, el fin de semana lo vivieron pasados por agua.

Panorama sanitario

Estas últimas jornadas también marcaron un giro en las estadísticas sanitarias, con un notorio descenso de casos confirmados de Covid-19. El cambio en las políticas de testeo derrumbó las cifras oficiales en toda la región, aunque se mantiene un preocupante nivel de contagios. En baja, es cierto, pero aún inquieta.

Marinovic destaca el alto índice de ocupación que mantuvo Pinamar tras el recambio turístico que se dio hace una semana. “Cambiaron el clima social y el ritmo, se fueron los jóvenes que andaban a mil por hora y llegaron las familias, todo más tranquilo”, describe.

Lo logrado desde diciembre, incluso desde un poco antes también, mantiene muy conformes a los distintos prestadores de servicios turísticos. Todo está muy por encima de lo vivido la temporada pasada, cuando todavía regían controles sanitarios algo más estrictos, e incluso supera lo visto hace dos veranos, el último previo a la pandemia.

Cariló vivió al 100% de ocupación el mes de enero y transcurre este febrero con más del 80% de sus plazas alquiladas, tanto casas como apartamentos. “Para noviembre ya teníamos toda alquilada la oferta de enero, pero completar la última mitad de febrero nos costó hasta estas últimas horas”, confirmó Joaquín Bustillo, que administra varios de los principales complejos hoteleros de esta localidad balnearia y también lee la incidencia del pronto regreso a la escuela de los alumnos y los docentes en la Capital.

Silvia Melgarejo, responsable de la inmobiliaria Constructora del Bosque, destaca que este mes la disponibilidad se amplió por algunos propietarios que a último momento decidieron alquilar sus casas. “El panorama que queda por delante es muy bueno hasta fin de mes y primeros días de marzo, con el fin de semana de carnaval incluido”, confirmó.

En toda la franja costera valoran que todos los rubros tuvieron su momento para lograr buen rendimiento de ingresos. Les tocó al inicio a los balnearios y toda su oferta comercial propia, con los días muy soleados que retuvieron a la gente en las playas hasta el anochecer. Con la segunda quincena y el mal tiempo, la oportunidad llegó para el circuito urbano, donde cada rubro paladeó las mieles de un muy buen arranque de temporada.

Un informe reciente de la Unión del Comercio, Industria y Producción de Mar del Plata asegura que el volumen de ventas en shoppings y paseos comerciales creció un 35% con respecto a la temporada anterior. Desde la entidad afirman que el movimiento comercial que se dio desde el inicio de este año fue “bueno o muy bueno” y resaltan que al menos uno de cada dos comerciantes vio cumplidas o superadas las expectativas que tenía para esta temporada.

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