Corte: en la última audiencia antes del fallo, Denegri insistió en sus argumentos para acceder al derecho al olvido
La productora busca que Google desvincule del buscador contenidos mediáticos que la asocian con el caso Coppola; para el procurador la demanda atenta contra la libertad de expresión
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Después de una segunda audiencia de alto voltaje jurídico, ahora la Corte Suprema de Justicia deberá decidir si confirma que se aplique en el país el derecho al olvido. El máximo tribunal tiene en sus manos el resultado de la demanda de Natalia Denegri contra Google, en la que la empresaria y productora pretende que se desvinculen contenidos de programas de televisión que la asocian al denominado caso Coppola sucedido en 1996 y que involucró al por entonces representante de Diego Maradona.
El segundo día de audiencias contó con la exposición no prevista y espontánea de Denegri, que tomó la palabra ante los jueces para denunciar haber sido extorsionada y revictimizada por un caso de corrupción penal que se volvió un fenómeno televisivo en la década del noventa y que hoy renació en la agenda pública. Por entonces,1996, Guillermo Coppola estuvo preso tres meses. En su derrotero judicial, que comenzó en 2018, Denegri viene acumulando sentencias favorables a su planteo y ahora le falta la última instancia ante el máximo tribunal.
La defensa de la demandante, impulsada por Martín Leguizamón, se amparó en el derecho al honor y argumentó que Denegri sufre violencia de género, porque el buscador mantiene su nombre vinculado a videos de programas de televisión asociados con el caso. Desde la empresa tecnológica se escudaron en que se encuentra en juego el derecho a informar.
Además de los jueces supremos que interrogaron de forma incisiva a las partes, participó el procurador Fiscal de la Nación, Víctor Abramovich, quien pidió que se respete la libertad de expresión y advirtió que, de prosperar la demanda, peligra el derecho de los internautas a llegar a la información.
“La desindexación es una medida extrema que puede considerarse censura. Inhibiendo a los buscadores, se impide llegar a esa información. Nada va a impedir que después otros actores involucrados se desvinculen del caso y ya no quede información. El caso Coppola tiene interés público y periodístico. Los contenidos se dieron en medios de difusión de televisión abierta”, expuso Abramovich, que fue el primero en disertar en la audiencia. Para el procurador, la resolución del caso tiene que respetar la libertad de expresión, pero adaptada a las nuevas tecnologías.
En 1996, Denegri apareció en programas de TV, junto con otra joven, Samanta Farjat. Ambas eran testigos de la causa contra Coppola, que fue preso acusado de tener drogas en un jarrón. Al final se comprobó que se trataba de una causa armada. El exrepresentante de Maradona fue sobreseído y el juez federal de Dolores Hernán Bernasconi y su secretario, que llevaban la causa, fueron condenados. En ese momento, Denegri tenía 19 años.
La defensa
“Toda la información y las noticias van a estar y van a quedar en internet. Lo que solo discutimos es que se impida el acceso a extractos televisivos donde una niña fue arrojada a un circo romano contra su voluntad. Está comprobado que Denegri fue llevada a la fuerza y extorsionada por policías corruptos. Fue una menor de edad echada a un calabozo y privada de sus derechos. El video muestra a cuatro mujeres que se agreden y se insultan. ¿Cuál es el interés cultural que puede haber en eso?”, dijo Leguizamón, frente a los jueces.
El abogado de Denegri, que asistió a la audiencia escoltado por su colega Fernando Burlando, declaró que ella no se volvió una figura pública por el caso, sino que fue “una víctima pública”. Leguizamón aludió a la vez al caso de la vicepresidenta Cristina Kirchner, luego de que apareciera en Wikipedia como “ladrona de la Nación”. “En el caso de ella, el contenido se bloqueó en menos de cuatro horas por Google sin mayores problemas”, dijo el abogado en referencia a que la demanda de Denegri comenzó en 2018.
También representaron a la demandante, Marta del Rosario Mattera y Graciela Medina, la más efusiva al llevar adelante la defensa.
Jueces
En los interrogatorios, los jueces del tribunal buscaron cuestionar los argumentos de las partes para exprimir lo más posible un debate que será definitivo para el destino de la actividad de los motores de búsqueda en el país.
“¿Es posible dañar el honor de un persona con información verdadera y hechos que reconoció? ¿Puede una persona acomodar su pasado a su gusto? ¿Qué se pretende al solicitar el derecho al olvido cuando no existe en el país una ley que lo regule?”, fueron algunos de los interrogantes que dirigieron los supremos a la defensa de Denegri.
De hecho, fue la alusión del vicepresidente del tribunal, Carlos Rosenkrantz, sobre una serie de entrevistas hechas por Denegri en 2012 en las que refería a su pasado mediático la que desató la intervención de la productora. “Ayer me sentí revictimizada por algunos de los amigos del tribunal”, comenzó su descargo en referencia a las exposiciones del día anterior donde expusieron los amicus curiae, un panel de especialistas convocados por la Corte para dar su opinión sobre la materia en conflicto. Luego prosiguió: “En esa época yo era vecina de [Alberto] Tarantini [N. de la R.: el exfutbolista estuvo involucrado en el caso], estudiaba abogacía y trabajaba en pasantías. Un día vinieron dos personas me dieron un jugo que me durmió y me plantaron droga. Cuando me desperté había policías en mi casa y escucho a Tarantini que grita: ´¡La droga no es mía!´. Estuve tres días detenida en Dolores sin agua y sin comida. Después vino el revuelo mediático. Estábamos secuestradas por los productores, vivíamos en hoteles. Pasé cosas horribles y sufrí extorsiones. No pedí ser famosa. Fui famosa por un caso policial”, dijo. E interrumpió su relato unos segundos: “Perdón, estoy nerviosa. Perdí mi sueño de ser abogada. Los videos de las peleas me hacen muy mal, me revictimizan después de 26 años”.
El buscador
El encargado de llevar adelante la representación de Google fue el abogado Mariano Florencio Grondona. “Ahora, tímidamente se mencionan cuestiones de extorsión que en las otras instancias del juicio nunca se trataron. La búsqueda de información es lícita en la Argentina y solo se puede restringir cuando es ilegal. El efecto de una sentencia a favor de Denegri no puede ser otro que la menor cantidad información. Nuestra ley no le exige a los buscadores el consentimiento de los usuarios cuando extrae la información de sitios públicos. Los buscadores son esenciales para la búsqueda de información”, dijo el abogado.
Para el representante, los demandantes pretenden aplicar el derecho al olvido en base al derecho extranjero que es incompatible con el sistema legal argentino. El antecedente internacional que invocó la defensa de Denegri fue una sentencia dictada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea en 2014 en el caso de un ciudadano español que solicitó que se retiraran de internet artículos periodísticos relacionados con una subasta de bienes que le habían embargado por deudas. El tribunal europeo definió que Google Spain SL y Google Inc. eliminaran los resultados de búsqueda relacionados al ciudadano español. De acuerdo con Grondona, la gran diferencia entre ambos casos es que Denegri no es una particular, sino una persona pública que se desenvuelve en el espacio público.
Interrogados por los jueces sobre cómo ordena Google los resultados de las búsquedas, desde la empresa señalaron que se determina por más de 200 factores y algoritmos complejos. Algunos de ellos incluyen la cantidad de visitas a un sitio, si el contenido se trata de una tendencia, y cuál es el título relacionado a la información, entre otros.
“Más allá del caso hay que replantearse la transparencia de los algoritmos. Hay una decisión importante que ejerce una empresa como Google que no es neutra. Hay un ordenamiento de los algoritmos que no es neutro. Google se escuda con que es un tema complejo, pero existen algoritmos que están ordenados de determinada manera”, señaló el juez Ricardo Lorenzetti.