Correr por el otro es correr por el planeta

Cuando la conciencia ambiental se instala, cambia la mirada y nacen desafíos en todas partes. Las actividades cotidianas se ven desde un lugar distinto y las ganas de hacer se multiplican. Fue algo de eso lo que le sucedió a María José Rutilo, runner apasionada e interesada desde hace tiempo en cuestiones ambientales. “Los corredores usamos mucho plástico –advierte-, si no basta mirar la cantidad de botellas que quedan tiradas por el suelo después de una maratón”. Esa observación derivó en la gesta de Zapatillas Verdes, un proyecto que desde noviembre de 2012 colabora en cuidar el espacio público juntando las botellas que este grupo de corredores encuentra durante sus entrenamientos. También promueven a través de charlas la conciencia ambiental en el segmento runnner. Y mal no les va: la organización lleva recolectadas cuatro toneladas de plástico que depositan en un piletón ubicado en el Parque Tres de Febrero.

“Al enterarme de que en el marco de la edición 2016 de Expo Bio se realizaría la carrera ‘Corré por el otro’ no lo dudé: enseguida me puse en contacto con los organizadores para proponer que las botellas tuvieran un destino sustentable. La exposición identifica perfectamente lo que queremos hacer”, explica Rutilo.

Finalmente se resolvió que se podrán recuperar no solo las botellas plásticas, sino también todo el material reciclable que se genere y separe en origen tanto en la carrera –que tendrá lugar este sábado 22- como durante los cuatro días que durará la exposición, del 20 al 23 de octubre en el hipódromo de San Isidro.

Durante la maratón se dispondrá de redes a unos metros de los lugares donde se entregarán las botellas de agua para que los corredores puedan dejarlas allí una vez que las beban. Y luego, en conjunto con el personal encargado de la limpieza, todo el material plástico será acopiado y transportado por la empresa Recyclart a su planta en San Fernando. De esta manera se reducirá la cantidad de basura que es enterrada en el relleno sanitario de Ceamse, optimizando recursos naturales y aumentando las cantidades de material reciclado.

“La idea es que la carrera sea sustentable, y para eso hace falta que las botellas lleguen a reciclarse, que no terminen en ninguna alcantarilla, que ni una sola tapita quede tirada por ahí. Porque lo cierto es que todo ese plástico puede acabar en lugares que uno ni se imagina”, marca Rutilo. Y concluye: “con una acción en conjunto podemos evitar que esos envases queden dando vueltas en la ciudad. No pasa solo por levantar una botella: se trata de cuidar nuestro espacio público”.