Coronavirus en la Argentina: tarde de diversión para los más chicos en los parques porteños
Dos madres conversan sin quitarle la mirada a sus hijos que corren alrededor del monumento a Simón Bolívar. Al mismo tiempo, un padre estira su brazo para bajar a su niño de una de las esculturas, mientras otro, acompaña a su pequeño que está dando sus primeras vueltas en su bicicleta con rueditas. Gritos, aplausos y saludos desde lejos fueron algunas de las imágenes que se repitieron este sábado por los parques de la ciudad en la nueva fase de la cuarentena por el Covid-19.
Las bajas temperaturas que marcaron los termómetros porteños no fueron excusa suficiente para no quedarse en los hogares. La salida recreativa es un beneficio para los padres con niños de entre 2 y 16 años, y realizarla cambia la percepción del día. Fue por eso que, en este primer sábado de vacaciones de invierno, los parques y plazas de la ciudad de Buenos Aires abrieron sus puertas y los recibieron.
La nueva fase de la cuarentena señaló la reapertura de los parques y plazas de la Ciudad de Buenos Aires desde el martes pasado. Además, se extendieron las salidas recreativas con chicos, que desde el lunes serán todos los días y de una hora por grupo familiar. Este sábado, no fue la excepción y la posibilidad de ingresar a los diferentes parques, cambió la sintonía del fin de semana.
"No estaba segura si iba a estar abierto así que vinimos con esa duda. Pero cuando faltaba media cuadra y mis hijos vieron que estaban las rejas abiertas, se volvieron locos y empezaron a correr. Es una felicidad enorme tener esta alternativa, caminar alrededor del parque se estaba haciendo monotemático. Hoy es el primer día que venimos al parque, aprovechamos que salió el sol y que un amigo de mi hijo también venía y coordinamos. A mi hija del medio ya le estaba afectando mucho el encierro", describe Nerina Aragón, mientras cuida a sus tres hijos que juegan con sus monopatines por el Parque Rivadavia.
Las veredas internas que conectan los espacios verdes, con los juegos y con el monumento central de Simón Bolívar, estuvieron inundadas por niños en sus bicicletas. Fue un ir y venir de monopatines, cochecitos y corridas. No faltaron los valientes grupos de chicos que treparon por los árboles y quienes se tendieron sobre el pasto a disfrutar del sol.
"Está feliz y nos cambia el día salir. No tenemos balcón, ni ventana a la calle, así que agradecemos tener el parque (Rivadavia) a disposición. Nuestra hija se cansa de una manera diferente, sonríe, se ve que disfruta. Vinimos ayer, pero el día no acompañó, hoy está lindo y eso se nota en la cantidad de personas que se acercaron", explica Soledad Sáenz, madre de una niña de cuatro años.
"¿Podemos ir a la calesita?", se escuchó a más de un niño preguntar a su padre. "¿A las hamacas podemos ir?", plantearon otros cuantos. Los padres explicaron la negativa, y al contrario del enojo o la frustración, todos giraron el sentido de sus bicicletas y pedalearon hacia otro lugar en busca de otra aventura.
En los cerca de 1121 espacios verdes de la ciudad, los equipamientos -como, por ejemplo, los juegos- están clausurados. Sus rejas o cintas, aún se mantienen, ya que su reapertura será en la próxima fase de la cuarentena, aún sin fecha confirmada.
Volver al lago
"Está fascinado con los peces y los patos del lago. Habíamos venido el jueves un ratito y los vio por primera vez. No se los podía sacar de la cabeza. Así que hoy cuando vio que agarrábamos todo para salir, fue el primero en estar listo ‘pez, pez’ nos pedía. Veo mucha más gente que otros días, pero somos todos los que siempre caminábamos alrededor del parque y ahora disfrutamos del cambio", apunta Yanina Velázquez, en el Parque Centenario, que con su marido disfrutan de la salida junto a Simón.
La inmensidad del Parque Centenario y sus espacios verdes a disposición tuvo esparcidos a todos los visitantes por doquier. Algunos eligieron sentarse sobre el pasto y al sol. Otros sobre los bancos, mientras jugaban con los patos que se acercaban en busca de comida. Solo algunos se dispusieron a improvisar un partido de fútbol entre padre e hijo. Encuentros de padres amigos, que decidieron arreglar la salida para que sus hijos jueguen.
"Le encanta salir. Mi hijo (cinco años) es súper inquieto y estas salidas las disfruta. En cambio, mi hija de 11 no le gustan nada, la tengo que obligar para que salga. Estoy hace casi una hora en el parque y me sorprende la cantidad de gente que hay y la poca distancia social que se mantiene", añade Agustina Herscovich, vecina de Palermo, en el Parque Las Heras.
En el Parque Las Heras también se permitió el ingreso de los vecinos. Al ser de los más pequeños, la aglomeración fue inevitable. Si bien los padres buscaban estar en constante movimiento con sus hijos, la distancia social era inevitable perderla. Estuvieron presentes los concientizadores provistos por el gobierno de la ciudad, pero poco pudieron hacer frente a la elevada concurrencia. La labor de estos agentes es asistir a los ciudadanos, concientizar acerca del distanciamiento social y advertir frente a alguna acción indebida.
"Vinimos a este sector que hay un playón grande donde puede andar en patineta y cruzarse con otros chicos. Además se cuelga de los barrotes, corre por entre los árboles. Es tan creativo que no me puedo distraer porque lo pierdo de vista", señala Esmeralda Sosa, tía de Santiago.
"Está tan lindo el parque con gente", fue una frase repetida en cada uno de los espacios verdes visitados. Tener la posibilidad recreativa en un espacio abierto eleva el disfrute de los más chicos y así lo hacen notar sus sonrisas, muchas escondidas debajo de los barbijos. Comenzaron las vacaciones de invierno y estos paseos se volverán más recurrentes. Siempre con las medidas de prevención latentes, los padres tienen una nueva alternativa para entretener a sus hijos.
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