Coronavirus: sostenida caída de confianza en la información del Gobierno
El dato se desprende de un informe realizado por el Reuters Institute de la Universidad de Oxford; se analizó cómo se informan los ciudadanos de ocho países -entre ellos, la Argentina- durante la pandemia
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Un informe realizado por el Reuters Institute de la Universidad de Oxford que recolectó datos del último año permite entender de qué manera ciudadanos de ocho países (Argentina, Brasil, Alemania, Japón, Corea del Sur, España, Reino Unido y Estados Unidos) accedieron a información sobre la pandemia del coronavirus. El reporte también analiza los vínculos de confianza con las fuentes consultadas y, entre otras cuestiones, la percepción sobre las vacunas.
Los autores del trabajo -Rasmus Kleis Nielsen, director del Reuters Institute-; Anne Schulz -Research Fellow del Reuters Institute-; y Richard Fletcher, senior Research Fellow del Reuters Institute- examinaron la forma en que la población de los ocho países mencionados calificó la veracidad de diferentes fuentes y plataformas en relación a la pandemia, cuánta desinformación se encontró y cómo percibe a las vacunas contra el coronavirus.
En el balance realizado sobre el último año, seis de los ocho países encuestados –entre ellos, la Argentina- han registrado una caída en la confianza con los gobiernos. La caída registrada en general es de unos 13 puntos porcentuales.
En el país y en relación a la pandemia, la administración de Alberto Fernández fue la fuente de consulta que más cayó en el último año: pasó de un 70% a un 40% en doce meses. En este contexto, la confianza de los encuestados que usaron personas como fuentes de información durante la pandemia creció para los grupos que utilizaron la categoría “gente común que conozco personalmente” y para otra categoría llamada “gente común que no conozco personalmente”.
El informe arroja que la confianza de la sociedad en los medios ha decaído en el último año, pero más aún en las autoridades gubernamentales. “La información a veces se ha quedado corta y el manejo (y cobertura) de la crisis se ha vuelto más explícitamente político, pero la confianza en las noticias ha disminuido menos que la confianza en los gobiernos”, remarcaron los especialistas en el texto.
En este contexto, en la Argentina –al igual que en Brasil- los motores de búsqueda (por ejemplo, Google) son más utilizados para consultas sobre el Covid-19 que los medios y demás organizaciones de noticias.
Si bien para la mayoría de los países analizados las autoridades sanitarias a nivel nacional y otros expertos en salud se mantienen como fuentes altamente confiables, ha disminuido su nivel de confianza en la Argentina y Estados Unidos.
Desinformación en la Argentina
Los encuestados de la Argentina apuntaron que, al analizar las fuentes de desinformación, los principales generadores de información falsa son los políticos. En segundo lugar fue seleccionado el Gobierno nacional y, en tercer lugar, los medios.
Puntualmente, tras un análisis sobre distintas plataformas digitales, la mayor preocupación pública por la información falsa o engañosa sobre la pandemia del coronavirus se centra en las redes sociales: en el país, casi un 30% de los encuestados dicen que piensan que han visto “mucha información falsa o engañosa sobre el coronavirus en las redes sociales en la última semana”.
En el país también existe una preocupación equivalente por la información falsa o engañosa en aplicaciones de mensajería (como WhatsApp) o sitios de videos (como YouTube), donde, respectivamente, el 29% y el 20% de los encuestados dicen que piensan han visto “mucha información falsa o engañosa sobre el coronavirus”.
“En términos de fuentes de información falsa o engañosa sobre el Covid-19, la preocupación pública está centrada en los actores políticos, ante todo. En promedio, el 35% de los encuestados en los ocho países dicen que piensan que han visto mucha información falsa o engañosa proveniente de políticos individuales”, precisaron los autores.
Los medios, la fuente de consulta más utilizada
Según las averiguaciones de los expertos detrás del informe, en casi todos los países relevados las organizaciones de noticias o medios son la fuente de información más utilizada para entender la pandemia del coronavirus y sus avances. En particular, en la Argentina, un 67% utiliza los medios para ese fin, mientras que un 27% acude a fuentes gubernamentales.
Asimismo, el equipo detrás del informe identificó que, pese a que las organizaciones de noticias se utilizan de forma amplia, llegan significativamente menos a jóvenes de entre 18 y 24 años, y en la mayoría de los países analizados, el alcance de los medios es también menor en personas con niveles de educación baja o media.
“La pandemia de coronavirus y la infodemia que se le asocia han sido extremadamente desafiantes para el público y también para las instituciones. En general, nuestros datos y análisis documentan que las organizaciones de noticias están desempeñando un papel central e importante para ayudar a las personas a superar la crisis”, sostuvieron los autores del estudio.
Los expertos descubrieron que entres quienes usan como canales de consulta las organizaciones de noticias, la información falsa es significativamente menor. “Por el contrario, confiar en apps de mensajería para obtener información sobre el coronavirus se asocia significativamente con una mayor creencia de desinformación en siete países”, puntualizaron.
En general, poco más de la mitad de los encuestados dicen que los medios de comunicación les han ayudado a comprender la pandemia y la mayoría dice que confían en su conocimiento de la eficacia de las vacunas, cómo funcionan y su seguridad.
El rol del periodismo, pese a sus imperfecciones, ha sido clave para ayudar a la sociedad a entender la crisis. “En este reporte encontramos que aquellos que siguen las noticias tienen menos chances de creer en información falsa”, contaron los analistas, y enfatizaron: “Esta es una poderosa ilustración sobre cómo el periodismo puede ayudar a la gente a navegar la pandemia”.
El análisis sobre las vacunas
Los autores detrás del informe consideraron alentador que la creencia en la información falsa o errónea sobre las vacunas contra el coronavirus sea muy baja en todos los países analizados. “En la mayoría de los casos, más del 90% de los encuestados no cree en ninguna de las cinco afirmaciones falsas que incluimos en la encuesta”, revelaron.
Mientras el mundo corre contrarreloj por inmunizar a la población contra el coronavirus y así morigerar los avances de la pandemia, los investigadores evaluaron las creencias sobre afirmaciones falsas con respecto a las vacunas que podrían conducir a la vacilación en el proceso de vacunación.
Los especialistas utilizaron cinco declaraciones que han surgido en debates públicos y han sido desacreditadas por fuentes oficiales. Los encuestados debieron responder con “verdadera”, “falsa”, o “no sabe/no contesta” a las afirmaciones.
“Es alentador que solo una pequeña minoría de nuestros encuestados dijeron que pensaba que las afirmaciones falsas eran ciertas”, indicaron, y subrayaron que las tasas más altas de creencia en información errónea sobre vacunas en las cinco declaraciones se encuentran en Estados Unidos.
En la Argentina, el hecho de que pocas personas cayeran en la información errónea sobre las vacunas no significa que todos los encuestados supieran con certeza que las afirmaciones eran falsas. “En todos los países vemos un gran número de personas que dicen no saber si el coronavirus puede alterar el ADN de alguien (36%), si las vacunas contienen carne de cerdo (47%) o aluminio (57%), con las cifras más altas en la Argentina, donde la mitad no sabe si las vacunas causan infertilidad y el 70% no sabe si el aluminio es un ingrediente o no”, señalaron.
Los resultados del estudio revelan un hallazgo significativo que es consistente en todos los países: el uso de las organizaciones de noticias como fuente de noticias e información sobre el coronavirus disminuye la tasa por la que las personas creen en información errónea sobre las vacunas contra el coronavirus en todos los países estudiados, y este efecto es más fuerte en la Argentina y el Reino Unido.
En este contexto, según los hallazgos del informe, confiar en la información que brindan los gobiernos se asocia negativamente con la creencia en la desinformación sobre las vacunas, puntualmente en la Argentina, Alemania y el Reino Unido.
Asimismo, creer en personas que no se conoce personalmente, redes sociales o sitios de videos está relacionado con una mayor creencia de desinformación en más de la mitad de los países. La Argentina, no obstante, es un caso atípico: el uso de las redes sociales como fuente de información sobre el coronavirus se asocia con una menor creencia en la desinformación de las vacunas.
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