Coronavirus: qué esconde la "sopa de murciélago" a la que culpan por la pandemia
Murciélagos, perros, gatos, ratas, serpientes. En buena parte del imaginario popular occidental se instaló la idea de que "los chinos" usualmente consumen ese tipo de animales. "Comen cualquier cosa", se escucha con frecuencia.
Esta idea está presente, especialmente, luego de que se le endilgara -todavía sin ninguna prueba científica- a la ingesta de una sopa de murciélago, en algún lugar de China, el origen de la pandemia de coronavirus que hoy conmociona al mundo.
Pero, ¿cuánto hay de verdad y cuánto de simple prejuicio en lo que respecta a la dieta de esta nación con más de 1300 millones de habitantes?
Para despejar ciertas dudas sobre el tipo de fauna que se consume en aquel extenso territorio, LA NACION consultó al especialista en cultura china Ignacio Villagrán, que es el director del Centro de Estudios Argentina-China de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA.
"La idea de ‘lo exótico’ en la dieta de los chinos es bastante desacertada. Los 1400 millones de habitantes viven más que nada comiendo arroz, fideos, verduras, productos de la soja. Y en cuanto a las carnes, principalmente comen cerdo, pollo, pato, cordero y bovinos. También, variedad de peces y mariscos", dice Villagrán para empezar a clarificar los conceptos.
Sopa de murciélago
"No hace a la cultura gastronómica de China el consumo de murciélagos, ni serpientes, ni insectos. No es que no se consuman, pero es muy minoritaria la cantidad de gente que los tiene en su dieta", agrega para reforzar su explicación el experto.
Con respecto a la famosa sopa de murciélago, Villagrán señala que "su consumo es más común en Indonesia y otras partes de Asia Pacífico que en la misma China". De hecho, buena parte de los videos que circularon de gente que tomaba sopa de murciélago fueron realizados en Palaos, un archipiélago que es, a su vez, una república ubicada en Micronesia.
La grabación más difundida de las que se hicieron virales, por caso, de una joven que comía dicha sopa, se realizó en un restaurante de la citada república, que se ubica 500 kilómetros al este de Filipinas.
La chica es una influencer china llamada Weng Mengyun que, a la manera de Marley, gusta de comer menúes poco frecuentes y exhibirlos en sus redes. Ella misma reconoció luego que el video lo había grabado en Palaos. Y que, además, las imágenes eran de 2016.
"Puede ser que alguien tuviera algún puestito de venta de murciélagos en el mercado de mariscos de Wuhan (que se supone el lugar de origen del coronavirus), pero repito que su consumo es muy minoritario en China. Lástima que se generó una idea fuerte de que se consume en China la sopa de murciélago, y la idea, no probada, de su relación con el virus se hizo difícil de parar".
Perros, gatos, ratas
Otro ingrediente del -supuesto- menú chino que, en muchos casos, provoca el repudio de Occidente es el consumo de perros y gatos. Villagrán señala que estos animales son "poco comunes" en la dieta china, pero aclara que "hay toda una cuestión cultural detrás, de por qué nosotros, por ejemplo, consideramos mascota a un perro y no a una oveja".
De todas formas, al trazar el mapa del consumo de lo que para nosotros son mascotas en aquel país, es posible ver que es algo que se produce más "en regiones un tanto periféricas o apartadas de la cultura tradicional China", aporta Villagrán, quien vivió en ese país entre 2010 y 2011, como parte de un doctorado en Lenguas y Culturas Asiáticas que cursó en la Universidad de Michigan.
Así, los perros se consumen más en "la gran estepa manchuriana, en el noreste chino, en las provincias de Liaoning, Jilin y Heilongjiang, fronterizas con Corea del Norte. Y luego en el sureste, en el límite con Vietnam y Laos, las provincias de Guangxi, Guangdong y Yunnan", describe el especialista.
En Guanxii, por ejemplo, se realiza el "festival del perro", con imágenes de los canes exhibidos como comida que despiertan el rechazo de grupos de defensa de los derechos de los animales. "A nosotros nos duele porque desarrollamos un vínculo afectivo con esos animales, pero dentro de China también existen estos movimientos de protesta contra este tipo de festivales -agrega Villagrán-. Hay toda una movida con respecto a eso en estos días".
En cuanto a los gatos, el experto aclara que "su consumo es todavía mucho menor" al de los perros.
Respecto de "las ratas", Villagrán aclara que "es un tipo de roedor llamado ‘rata de bambú’, que se consume en algunos lugares del sur". "Es como lo que en Sudamérica es el cuis. Además, se crían para consumo humano, no es que van por las alcantarillas de las ciudades cazando ratas para comer", sostiene.
El mercado de mariscos
Al hablar de las características del mercado de mariscos de Wuhan, el lugar donde se cree que comenzó a expandirse el Covid-19, Villagrán opina que "no es muy distinto a otros grandes mercados en China, en cuanto a lo que es la forma de comercializar. Tiene que ver con que allí se busca que los productos sean frescos. Los peces están vivos y las carnes, supuestamente, recién faenadas".
Cuando se conoció que en dicho mercado pudo originarse el coronavirus, en diferentes medios comenzaron a circular imágenes que hacían foco en la falta de higiene y el amontonamiento de animales diferentes.
Con respecto a esto, Villagrán dice: "Se pone énfasis en la suciedad asociada con la posibilidad de transmitir enfermedades, pero, en todo caso, no es una particularidad de los mercados chinos. En Latinoamérica y en otros lugares del mundo, hay mercados que no cumplen con las condiciones ideales de higiene y salubridad".
El experto dice que también hay que ver "en qué momento del día se sacaron las fotos que circulan". Por su experiencia en la China, Villagrán señala que estos mercados "generan mucha basura, pero se limpian".
Más allá de no adscribir a la teoría de la sopa de murciélago como origen de la pandemia, Villagrán aclara que le cierra más la idea de algunos epidemiólogos de que "la mezcla de muchos animales en el mismo lugar puede generar que un virus pase de animal a animal y, de esta manera, mute".
Usos en la medicina tradicional
Algunos de los animales mencionados, y otros, pueden también vincularse con la medicina tradicional China. "La comida y la medicina se armonizan en una sola cosa -señala Villagrán-. Es como lo que se dice ‘sos lo que comés’".
En este contexto, aparecen animales que no son de consumo cotidiano -"no son nuestros fideos con tuco", aclara- pero que se utilizan medicinalmente. Por ejemplo, la serpiente, que se relaciona con la flexibilidad, se usa para la artritis, o por su regeneración gracias al cambio de su piel, se la relaciona con la longevidad, al igual que a la tortuga, que vive muchos años.
En el sentido medicinal, cuenta Villagrán, "lo que se usa del murciélago es el excremento, que supone para la medicina tradicional china que ayuda a combatir la pérdida de la visión, quizás por la idea de que son animales que se manejan bien en la oscuridad".
El pangolín, el otro animal señalado como posible causante de la pandemia, "tampoco se consume mucho" como comida, según dice el especialista en cultura china. Pero sí se usan sus escamas a modo medicinal "para curar problemas de la piel, o se usa para la mujer en el posparto, o con problemas de lactancia".
Este animal tiene mayores problemas que el de ser sindicado como el causante de una enfermedad. Las entidades conservacionistas lo consideran el mamífero más traficado del mundo y, por eso, se encuentra en vías de extinción, según la Unión Internacional de Conservación de la Naturaleza (UICN).
Una excusa para los prejuicios
Hay lamentablemente una concepción en la sociedad que une equivocadamente dos premisas distorsionadas o falsas, resumidas por Villagrán: que "los chinos comen cualquier cosa" y que "eso originó la pandemia de coronavirus".
En primer lugar, no se sabe fehacientemente qué fue lo que dio origen al Covid-19. En segundo lugar, estos conceptos generan prejuicios y agresiones en contra de los chinos, o sus descendientes, en la Argentina y otras partes del mundo.
"Tengo amigos y colegas que son hijos de chinos y tienen preocupación porque recibieron agresiones en redes sociales de gente que no conocen, que les comentan publicaciones de Facebook con cosas como ‘chino, volvete a tu país’", cuenta Villagrán.
Hasta ahora, expresa el especialista, no le han reportado más que agresiones verbales. "Esperemos que eso baje, que se pueda concientizar a la población de que un virus no tiene nacionalidad. Que esto no sea un motivo para que se dispare la xenofobia", concluye.
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