Coronavirus: Se recuperaron del Covid-19 y donan plasma para ayudar a otros pacientes
Se usa como una opción terapéutica para fortalecer el sistema inmunológico de los enfermos
Mientras ayuda a su hija menor, de 10 años, con ejercicios de matemáticas, Juan Pablo Cambarieri, de 47, recuerda sus ocho días internado porCovid-19 en el Hospital Alemán. "Solo tengo gratitud –dice–. No tuve casi síntomas, así que aun internado seguí haciendo mi trabajo como diseñador gráfico. Cuando me recuperé y me informaron la posibilidad, no dudé ni un minuto en ser donante de plasma para ayudar a otros pacientes".
La posibilidad de usar el plasma (la parte líquida de la sangre) de pacientes recuperados del nuevo coronavirus en enfermos con la infección activa es una opción terapéutica que podría fortalecer la respuesta inmune del organismo para defenderse del virus y evitar su progresión. Es una estrategia conocida para los argentinos, ya que desde 1958 la aplicaron con éxito el doctor Julio Maiztegui y su equipo para tratar el mal de los rastrojos, o fiebre hemorrágica argentina, causado por el virus Junín, hasta que años más tarde se halló la vacuna.
"El plasma del convaleciente contiene anticuerpos neutralizantes contra el virus, por eso la terapia pasiva de anticuerpos (no activa, como una vacuna), sería una opción eficaz y con escasas o nulas reacciones adversas", explica Miriam María Méndez, jefa del Servicio de Hemoterapia del Hospital Alemán.
En apenas días, se formó en el país un equipo de médicos, virólogos, inmunólogos, infectólogos y bioquímicos para llevar adelante este ensayo experimental. El protocolo de investigación fue aprobado por el Ministerio de Salud de la Nación y los laboratorios que intervienen fueron puestos a punto, pero faltaba la pieza fundamental: los donantes. Y ellos no tardaron en aparecer.
"Cuando llegué al hospital primero me diagnosticaron una neumonía y luego llegó el hisopado con coronavirus positivo –recuerda Cambarieri–. Quedé impresionado al ver la cantidad de recursos usados por cada paciente. Entraban dos personas de limpieza por día; enfermeros, cuatro veces, y una vez, un médico, pero al retirarse tenían que descartar todo el equipo profiláctico porque ya no podían usarlo otra vez".
Juan Pablo dice que se comunicaba a diario con sus hijas, familiares y amigos, pero que en la habitación de al lado había un hombre mayor, de más de 90 años, también con Covid-19. "Sabía que estaba desorientado, que no tenía mucha noción de la realidad, y eso me tenía mal –recuerda–. Por eso, cuando me dijeron que podría donar mi plasma pensé que tal vez ayudaba a pacientes graves como él. Me parece que es lo mínimo que uno puede hacer. Lo hago con alegría y me siento bien".
Hasta el momento, el diseñador gráfico ya donó su plasma tres veces. "No tenés ninguna sensación negativa ni residual –afirma–. Separan por centrifugación el plasma de los glóbulos rojos y las plaquetas, que son la parte sólida de la sangre, que vuelve a tu cuerpo". Antes de la donación, los candidatos pasan por exámenes que garantizan haberse recuperado y haber generado suficiente cantidad de títulos de anticuerpos como para que el valioso líquido que ofrecen sea útil. Con cada donación de plasma se puede ayudar hasta tres pacientes.
Daniel D’Ovidio, de 59 años, fue uno de los primeros 100 argentinos recuperados de Covid-19. Volvía de España por razones laborales –es economista– en marzo cuando se sintió mal y, luego de algunos días con fiebre y dolor de cuerpo, finalmente quedó internado y su hisopado fue positivo. "Estuve 10 días en el hospital y luego seguí recuperándome en mi casa, haciendo cuarentena en una habitación y un cuarto separado de mis tres hijos y mi mujer", recuerda, y aclara que durante 30 días los distintos análisis que le iban realizando seguían indicando la presencia del virus SARS-CoV2 en su sangre. Finalmente, dio negativo.
"¿Cómo no iba a ayudar? –exclama, enfático–. Es algo muy sencillo, estás un rato, una hora y media. Es más cómodo que donar sangre. Los que nos contagiamos y recuperamos somos los únicos que podemos ayudar. Además, tengo la satisfacción de saber que mi plasma fue útil para otros pacientes, porque ya me confirmaron que pudieron usarlo. También yo me sometí a varios análisis antes de donar, pero no es nada molesto. Me hace sentir bien saber que puedo dar una mano".
Hay dos formas de recolectar plasma: por aféresis y a través de una donación simple. El doctor Ricardo Valentini, jefe del Departamento de Medicina Interna del Cemic, explica que la aféresis usa tecnología de alto costo que a través de un separador separa el plasma de los glóbulos rojos. Se aplica para tratar enfermedades hematológicas, en las que el paciente acumula plasma y es necesario recolectar gran cantidad de ese líquido (hasta dos litros) para mejorar su estado.
"Hacer plasmaféresis para tratar Covid-19 no tiene sentido por el alto costo y porque solo se permite extraer hasta 600 ml, límite legal para evitar el comercio de derivados de la sangre –añade Valentini–. En nuestra institución y en muchos otros lugares se elige la donación simple porque puede hacerse en cualquier centro de hemoterapia: se extrae sangre como para una donación, luego el líquido se centrifuga fuera del paciente, nos quedamos con el plasma y se reinfunden los glóbulos rojos. Se obtienen 300 ml de plasma cada vez, pero el paciente puede donar hasta tres veces en 15 días".
Cuando terminaron sus clases de Derecho en la Universidad Católica Argentina, a mediados de diciembre pasado, Matteo Braccia Bellini, de 22 años, viajó a Colorado, EE.UU., para participar de un programa Work and Travel. "Volví al país el 21 de marzo, después de pasar por cuatro aeropuertos, con barbijo, guantes y lavándome las manos todo lo posible. Pero al llegar tuve fiebre y di positivo para el Covid-19", recuerda.
Fueron cinco días de internación, y admite que cuando salió del sanatorio Agote se cruzaron por su cabeza fantasías de rechazo y de miedo, actitudes que ya había visto de parte de algunos hacia los médicos, por ejemplo. "Pero lo superé –aclara–. Y cuando la gente del Cemic me propuso donar plasma, dije inmediatamente que sí. Sé que es una institución de jerarquía porque ahí atienden a mi padre, que es paciente oncológico, y quise ayudar. Mi recomendación es que vayan todos los recuperados. Es gratificante para el que dona y también para la sociedad".
Dónde se puede colaborar
Hospital El Cruce:clubdedonantesvoluntarios@hospitalelcruce.org
Hospital Posadas: hemoterapia@hospitalposadas.gov.ar
Hospital Durand:durand_hemoterapia@buenosaires.gob.ar
Fundación Hematológica Sarmiento:plasmacCOVID19@fuhesa.org.ar
Cemic:donacionplasmacemic@gmail.com
Hospital Alemán: 4827-7283
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