Coronavirus: restricción de vuelos y aislamiento, la fórmula porteña para contener las nuevas cepas
En el gobierno porteño consideran que un crecimiento de la nueva variante de Covid-19 podría poner en riesgo el sistema de salud
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LA NACIONMauricio Giambartolomei
La decisión parece estar tomada. Convencido de que es una medida necesaria para evitar nuevos brotes de Covid-19 en nuestro país, el gobierno nacional anunciará en las próximas horas una fuerte reducción de los vuelos desde y hacia Brasil, doblegado por una crisis sanitaria en que los muertos se cuentan de a miles. En la Ciudad se abrazarán a esa restricción ya que, desde el entorno de Horario Rodríguez Larreta, consideran que es una parte fundamental de la batalla contra las nuevas cepas del virus que podrían poner en aprietos el sistema de salud porteño.
La variante de Manaos, una combinación de mutaciones denominada 501Y.V3 y que ya está presente en varias jurisdicciones del país, es la que mayor preocupación causa en las autoridades sanitarias. En todo el sistema médico de la ciudad consideran que se puede sostener un crecimiento de la vieja cepa que dio origen a la pandemia, aunque se plantean dudas si ingresa en forma masiva la nueva variante porque aún se desconoce el daño que puede causar.
Por eso, en la Ciudad vienen insistiendo en que bajar la frecuencia de los viajes desde y hacia Brasil ayudará a contener la nueva variante, pero además profundizar el testeo de los turistas que ingresen en el país y el aislamiento en hoteles. Si el combo de medidas resulta efectivo, el gobierno porteño no visualiza un escenario de confinamiento absoluto como ocurrió en 2020, al menos por ahora.
“Nos podemos bancar un crecimiento de la vieja cepa, pero hay que evitar que entre y crezca la nueva. Para eso, la clave es que se aísle y se testee a la persona que llega del exterior. Eso también será un desincentivo para salir del país; que se viaje solo por prioridades”, sostuvo un funcionario de alto rango del gobierno porteño.
Brasil es el foco de atención en la región, ya que ayer se registraron 3251 muertos por coronavirus y 82.493 nuevos contagios por lo que se apuesta a reducir al menos un 40% el flujo de vuelos, de acuerdo a lo que se definió en la reunión que mantuvieron el jefe de Gabinete nacional, Santiago Cafiero, el ministro de Transporte, Mario Meoni, y funcionarios del Ministerio de Salud y de la secretaría Legal y Técnica, que lidera Vilma Ibarra.
Además, desde este próximo fin de semana, los pasajeros que ingresen en la Argentina deberán pagarse el test PCR y queda pendiente establecer cómo y cuándo se implementará el aislamiento en hoteles de quienes lleguen al país. “El aislamiento preventivo está vigente desde el año pasado, pero nadie lo hace ni se controla. Estamos esperando que Nación ordene controlar a todos los que entran porque se debe tener una lógica federal”, sostiene el mismo funcionario porteño. Como ejemplo citó el aislamiento que realizó Rodríguez Larreta al volver de vacaciones en febrero que le impidió estar presente en el inicio de las sesiones ordinarias de la Legislatura porteña.
Con este paquete de medidas, y a la espera de nuevos lotes de vacunas para continuar con la campaña de inmunización, desde el gobierno de la ciudad descartan la posibilidad de una nueva cuarentena, posición que también adoptó el Ministerio de Salud de la Nación a través de su titular, Carla Vizzotti, que alertó, sin embargo, sobre posibles restricciones de circulación en determinadas franjas horarias si se produce un aumento sostenido de casos. La idea aún no fue propuesta formalmente a los equipos de trabajo de la ciudad.
Vacunas
“En la ciudad no se visualiza un escenario como el del año pasado. Todo dependerá de los niveles de vacunación y lo que hacemos para evitar la nueva cepa, el daño que puede provocar”, sostienen desde la sede del gobierno porteño de la calle Uspallata, en Parque Patricios. Mientras terminan de designar las 22.800 dosis de la vacuna Sputnik V, provenientes de Rusia en el vuelo que trajo 330.000, y que se le asignen la partida correspondiente al lote de 500.000 que llegó el lunes, en el gobierno porteño se ilusionan con buenas noticias que podrían llegar en los próximos días.
Dos aspectos se ven con optimismo en el gobierno porteño: que la vacuna Sinopharm, de origen chino, tenga la aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (Anmat) para su uso en mayores de 60 años y que se produzcan nuevos ingresos de ese producto y otros, como la Sputnik V y hasta la AstraZeneca. “Estamos cerca de que se aceleren esas cantidades y así pegar un salto grande en la vacunación. Si llega un lote de hasta cuatro millones, por ejemplo, a la ciudad le corresponden entre 300.000 y 400.000 dosis con lo que estaríamos cerca de completar los grupos de riesgo”, explican desde la Ciudad.
Lo que resta de la semana y los primeros días de la próxima, se esperanzan en el entorno de Rodríguez Larreta, podrían llegar esas buenas noticias que tanto aguardan y que, según explicaron las fuentes, siguen de cerca los Ministerios de Salud de la Nación y la Ciudad. Por el momento quienes están recibiendo la inoculación son las personas que integran el personal de la salud, los trabajadores considerados estratégicos y los mayores de 80 años, pero en los próximos días podrían sumarse las personas entre 70 y 80 años. Según el monitor de vacunación de la ciudad hasta el momento 141.980 trabajadores de la salud recibieron al menos una dosis (de un total aproximado de 170.000), 98.379 adultos mayores de 80 años (de un total de 150.000), y 15.752 personas consideradas estratégicas.
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