Coronavirus: qué dicen los expertos argentinos y las estadísticas sobre el uso de la vacuna de AstraZeneca
Algunos países interrumpieron su uso para ciertos rangos etarios por la aparición de episodios trombóticos; los médicos destacan que son muy poco frecuentes y que es mucho mayor el riesgo de contagiarse Covid, por lo que aconsejan la inmunización
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La situación inédita que generó la pandemia de coronavirus hace que las vacunas, que fueron aprobadas para su uso de emergencia, deban estar bajo un constante monitoreo de los organismos de control. Sin embargo, los especialistas resaltan que en el mundo se están inmunizando a millones de personas al mismo tiempo y que no hay que apresurarse a vincular los imprevistos que surjan luego de la inoculación con el producto inyectado. En el caso de Oxford-AstraZeneca, cuyo uso interrumpieron algunos países para ciertos rangos etarios por la aparición de episodios trombóticos, los expertos señalan que la incidencia de casos en términos estadísticos es muy baja.
Por ejemplo, Chile suspendió la aplicación de esa vacuna para hombres menores de 45 años y algunas naciones de la Unión Europea también lo han hecho. Pero la posición de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) respecto de AstraZeneca es que la vacuna es segura y puede usarse para todos los grupos de edad mayores de 18 años. La misma agencia denunció en su cuenta de Twitter que había “desinformación” sobre esta vacuna. Aseguran que el beneficio de ser inoculado es ampliamente mayor que el riesgo que pueda existir luego de inyectársela.
Misinformation is making the rounds today. This is the situation: Benefit/risk balance of AstraZeneca #COVID19 vaccine is positive and it remains authorised for all populations.
— EU Medicines Agency (@EMA_News) June 13, 2021
Jorge Geffner, miembro del Departamento de Microbiología, Parasitología e Inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires e investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), señala a LA NACION que las cifras disponibles muestran que la incidencia de eventos trombóticos es muy poco frecuente.
“Muchas veces se interrumpe la vacunación para investigar un caso, pero luego se continúa. Lo de Chile es una suspensión por alerta por un solo caso en millones de vacunados. Hoy el Reino Unido vacuna sobre todo con AstraZeneca y complementariamente con Pfizer. Donde se detectó una incidencia de posibles efectos adversos diferente en cuanto al grupo de personas no vacunadas es en mujeres de entre 30 a 55 años”, indica Geffner.
Hoy, al ser consultado por esa vacuna, Fernán Quirós, ministro de Salud porteño, detalló: “Nosotros tenemos que cerca de 1 de cada 100.000 personas inoculadas con esa vacuna sufren algún efecto en las plaquetas de la sangre facilitando trombos. Lo que recomendamos es que quienes toman alguna medicación que puede provocar trombos intenten evitar estas vacunas”.
Geffner cree que la Administración de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aún no aprobó la vacuna de AstraZeneca porque allí abundan los productos de otras marcas, pero las vacunas que sí aprobaron también han presentado algún tipo de efecto adverso en muy bajas cantidades. “La vacuna de Pfizer mostró en niveles muy bajos casos de miocarditis y pericarditis. De todos modos, las vacunas se irán corrigiendo. Estadísticamente los riesgos de darse cualquier vacuna son bajísimos, sobre todo si se lo compara con el riesgo de contagiarse”, explica.
Daniela Hozbor, directora de grupo en el Laboratorio Vacsal de la Universidad Nacional de La Plata e investigadora principal del Conicet, afirma que todas las vacunas son muy estudiadas y siempre que se detecta un episodio que se podría vincular con la aplicación, se frena para profundizar los estudios sobre el caso. “La de AstraZeneca no es la única. A la de Pfizer se le vincularon casos graves de alergia y ahora algunos temas cardíacos en personas jóvenes. En cuanto a las trombosis y la vacuna de AstraZeneca, en principio no se había encontrado una relación, pero luego un equipo alemán sí estableció una relación, pero totalmente baja. La Organización Mundial de la Salud y la Agencia Europea de Medicamentos sostienen que hay que vacunarse y que el riesgo de la enfermedad es mucho más alto que el de esta rareza asociada a la inmunización”.
Adenovirus de chimpancé
Angela Gentile, infectóloga y asesora presidencial durante la pandemia, explica que la vacuna de AstraZeneca usa un adenovirus de chimpancé, a diferencia de, por ejemplo, la Sputnik V, que usa un adenovirus humano. “Los adenovirus son vehículos transmisores que transportan el genoma que, al ingresar a la célula, fabrica la proteína Spike, que es la del coronavirus. Así el organismo empieza a generar anticuerpos. En este caso se usó un adenovirus de chimpancé porque muchos dicen que, cuando tenemos infecciones previas de cualquier virus, disminuye la efectividad de la vacuna si se inyecta un adenovirus humano”.
Gentile agrega que se han visto casos aislados de pacientes con trombocitopenia que no tenían antecedentes previos. Se trata de una condición médica en la que baja el número de plaquetas en sangre y favorece la aparición de trombos. “Con estas vacunas nuevas, hay que tener cuidado con la investigación de efectos adversos que estén asociados temporalmente a la vacuna, pero que no sean causales. Por eso hay comisiones que investigan la aparición de los eventos, pero se están vacunando a millones de personas que tienen otras comorbilidades y las vacunas pueden no tener nada que ver con la aparición de distintos cuadros”.
Hozbor describe que la trombocitopenia es más frecuente en personas jóvenes, pero hay tratamientos con anticoagulantes para evitar mayores problemas. “La Organización Mundial de la Salud mencionó como síntomas de la trombocitopenia a los edemas en las piernas o manchas rojas en la piel”, detalla.
“La de AstraZeneca lo que hace es generar anticuerpos contra el factor cuatro de las plaquetas, siendo las plaquetas las células de la sangre que impiden las hemorragias. Algunos fenómenos, enfermedades, drogas o esta vacuna hacen que las plaquetas se consuman y se pegoteen. Es decir, baja el nivel de plaquetas porque se agrupan en coágulos. Se vio que ocurre en mujeres, sobre todo en mujeres jóvenes, pero el riesgo es muy bajo; de hecho, hay muchas más posibilidades de tener una trombosis por el coronavirus que por la vacuna. Con la de Johnson&Johnson se vieron eventos similares, pero también en números muy bajos. En la mayor parte del hemisferio norte y Europa, como tienen controlada la pandemia y tienen millones de vacunas, se pueden dar el lujo de prohibir o aconsejar darse una vacuna distinta en la segunda dosis y privilegian la de Pfizer porque el Instituto Carlos III de España y el Reino Unido han hecho estudios que muestran que combinando esas dos vacunas se genera una inmunidad más robusta”, describe Conrado Estol, médico neurólogo.
Por su parte, Eduardo López, infectólogo y asesor presidencial durante la pandemia, indica que la vacuna de AstraZeneca, si llegara a generar un efecto adverso, por lo general afecta en los siete o 14 días posteriores a la primera dosis, sobre todo a mujeres que han tomado anticonceptivos, pero aclara que los beneficios que tiene la vacuna son mayores que los efectos adversos, dado que la disminución en el cálculo de riesgo de muerte por trombosis es mucho menor que el riesgo de muerte por enfermedad. “Esta es una vacuna voluntaria, se puede avisar que hay un riesgo de 1 caso cada 100.000 habitantes en esa población”, concluye López.
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