Coronavirus: por qué bajaron pronunciadamente los casos y qué posibilidades hay de que haya un rebrote
La hipótesis que más se repite entre infectólogos y epidemiólogos es que el virus, por la velocidad con la que avanzó, a su vez se quedó rápidamente sin huéspedes para infectar
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En la Argentina, según los expertos consultados por LA NACION, sucedió lo “esperable”. La curva de positivos de Covid-19 que generó el ingreso de la variante ómicron al país creció de forma exponencial desde los primeros días de diciembre hasta mediados de enero. Pero, a partir de allí, los contagios bajaron drásticamente. La hipótesis que más se repite entre infectólogos y epidemiólogos es que el virus, por la velocidad con la que avanzó, a su vez se quedó rápidamente sin huéspedes para infectar. Aunque, advierten, los casos podrían volver a recrudecer.
El 1° de diciembre del año pasado el Ministerio de Salud de la Nación informó 1881 infecciones en 24 horas. La pandemia estaba planchada. Pero, de a poco, ese número empezó a ser cada vez más abultado. Hasta que el 14 de enero se batió un récord local: se reportaron 139.853 contagios en un contexto de centros de testeo colapsados y muchos personas que no llegaban a poder hisoparse. Sin embargo, luego de ese pico, la curva empezó a caer de manera pronunciada. Ayer se notificaron 25.406 nuevos casos para el día.
En cuanto a los fallecidos, todavía se mantiene una cifra considerable, aunque es baja en relación a la cantidad de contagios. Ayer fueron reportados 259 decesos y se estima que se trató de personas que se infectaron hace 15 o 20 días, en lo más alto de la curva, si la carga al sistema de vigilancia epidemiológica se hizo en tiempo y forma. Todo indica que, en los próximos días, más allá de alguna carga atrasada que pueda engrosar el número en un reporte, las muertes comiencen a descender.
Exponencial, pero breve
Jorge Aliaga, exdecano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y asesor de la gobernación de la provincia de Buenos Aires, explicó que el comportamiento de esta tercera ola fue el “esperable” y que fue similar a lo que sucedió en otros lugares del mundo, con un crecimiento pronunciado y una caída igual de vertiginosa.
“Las infecciones crecieron a una velocidad increíble en los últimos dos meses. En Córdoba, los casos se duplicaban cada tres días. Cuando suben tan rápido ocurre que te quedas sin gente que se pueda contagiar, el crecimiento exponencial no puede durar mucho tiempo. Llegamos a detectar 130.000 contagios, pero los no detectados siempre son muchos más. Seguramente tuvimos algún día en el que hubo 1.000.000 de infecciones en 24 horas”, señaló el especialista.
Aliaga recordó que en diciembre de 2020 en la Argentina hubo una suba de casos que “pocos esperaban” y que duró hasta después de Navidad y Año Nuevo. Y que luego, cuando la gente se fue de vacaciones y empezaron a pasar más tiempo al aire libre, los contagios bajaron. Algo de eso también podría estar sucediendo ahora.
“Si la curva de ómicron hubiera arrancado en noviembre, tal vez la curva ascendente hubiera sido más prolongada, pero como arrancó en diciembre y luego la gente se fue de vacaciones, es factible que eso haya ayudado a una baja más rápida. En cuanto a los fallecidos, estamos observando que todavía no descienden porque se están cargando decesos de los primeros días de enero, pero si te fijás en las camas de terapia intensiva, pasaron de 3000 a 2500 a nivel país. La pregunta es cuánto va a durar este descenso”, planteó Aliaga.
Leda Guzzi, miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), coincidió. Señaló que, en el ascenso exponencial de infecciones, el SARS-CoV-2 se quedó sin huéspedes para infectar, pero advirtió que esta calma podría durar poco tiempo. Todo dependerá, según la especialista, del comportamiento del virus y de los anticuerpos que haya generado esta ola de contagios. Indicó además que, en algunos casos, con ómicron se vieron reinfecciones a los pocos días de que el paciente hubiera recibido el alta.
“Acá sucedió lo mismo que en Sudáfrica y algunos países de Europa. Lo que tiene este virus es un índice de contagiosidad tan alto que hay un momento en el que se agotan los organismos que puede infectar. Pero ya estamos viendo reinfecciones en plazos inferiores a los 90 días. Observamos que con ómicron y sus sublinajes el desarrollo de la inmunidad podría ser inferior, y de ese modo uno podría volver a contagiarse más rápidamente”, argumentó Guzzi.
Por su parte, Ricardo Teijeiro, también miembro de la SADI, indicó que hasta ahora no se están registrando rebrotes alrededor del mundo.
“Estamos considerando que el descenso es tan brusco como fue el ascenso. Fue tan masivo el aumento de casos que ya no quedan susceptibles. Esperemos que haya sido el último ascenso. Lo que vemos en el resto del mundo es que no hay rebrotes por el momento, pero va a depender de las nuevas variantes que puedan aparecer”, concluyó el infectólogo.
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