Coronavirus. La Ciudad busca casa por casa a los chicos que no pudieron relacionarse con la escuela
A pocos metros del Parque de los Patricios, un agente del Ministerio de Educación porteño toca la puerta de la primera casa de su recorrido matutino y espera, junto a otros dos, ser atendido. Es un PH antiguo y tiene los vidrios de la ventana rotos. Adentro viven dos familias, pero a pesar de que golpea la puerta con reiteración, nadie contesta. Ante la insistencia, el comerciante del local de al lado se asoma, abre la puerta del hogar y llama por su nombre a Javier, de 42 años, uno de los padres de familia, hasta que aparece.
—¿Vos sos el papá de Alisson?
—Si, responde él, sujetando la puerta con su cuerpo.
Melissa Massinelli, la encargada operativa de inclusión operativa del Ministerio de Educación de la ciudad le hace responder un cuestionario de varias carillas, hasta que deriva en la pregunta clave: "¿Por qué su hija perdió el contacto con la escuela?"
"No tenemos computadora ni conexión a internet -contesta Javier, quien prefirió resguardar su apellido-. Mis dos hijos tienen celular, pero el wifi no siempre anda y, cuando anda, es muy lento". Él también estaba cursando el secundario cuando empezó la cuarentena, pero tuvo que abandonar por la misma razón que su hija.
Massinelli y sus dos compañeros de recorrido, Brian Pellegrino y Luisina Limoli, forman uno de los 16 equipos del Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires que recorren a pie las calles de Buenos Aires para contactar a los padres de los 6500 alumnos que se desvincularon de las escuelas durante la cuarentena social y obligatoria por el coronavirus Covid-19, luego de que se suspendieran las clases presenciales en todo el país el 16 de marzo pasado. Estos recorridos territoriales funcionan de lunes a viernes hace aproximadamente tres semanas, y, según fuentes oficiales, ya se ha logrado contactar a unos 1500.
Trabajo conjunto
Para identificarlos, el ministerio de Educación porteño realizó un trabajo en conjunto con las escuelas de la ciudad, quienes enviaron un listado de los estudiantes que mantienen un bajo o nulo contacto con la institución. Las escuelas y el gobierno se ocuparon de llamar a sus padres en reiteradas ocasiones. Pero, según indican, muchos no contestan, sea porque cambiaron de línea o porque no quieren. En esos casos, se realiza el trabajo territorial, casa por casa, cada día en una zona diferente de la ciudad. Según datos del ministerio, el distrito escolar con la mayor cantidad de estudiantes de primaria desvinculados de la escuela (19,3%) es el número 1, que comprende Retiro -incluyendo la Villa 31- y gran parte de Recoleta.
"Este es el primer contacto. Se les pide sus datos -celular y mail- para mantener el diálogo y ayudarlos a que sus hijos puedan volver a vincularse con las escuelas, incluso antes de que vuelvan a asistir de manera presencial", explica María Lucía Feced, subsecretaria de Coordinación Pedagógica y Equidad Educativa del Ministerio de Educación de la ciudad.
Protocolo corregido
Como ya se ha anticipado, la idea del gobierno porteño es que estos 6500 estudiantes sean los primeros en volver a sus escuelas. Ayer se presentó ante el Ministerio de Educación de la Nación la versión corregida del protocolo sanitario para el comienzo de las clases en los patios de las escuelas de la ciudad, pero todavía, según indican, no hubo una devolución. La idea del gobierno porteño es comenzar el proceso de manera escalonada, a partir de principios del mes próximo.
El segundo domicilio de la jornada, a una cuadra del primero, es el departamento de Lucía Esquivel y su hija, Karen, quien está en primer año del secundario y, según los directivos de su escuela, no entrega ni la mitad de los trabajos de la currícula. La institución trató de comunicarse reiteradas veces con su madre, pero nunca la pudo contactar.
"No, mi número de celular no termina en 2534, sino en 2554 -corrige Esquivel, mientras Massinelli lee con detenimiento los datos que le transfirió la escuela-. ¡Con razón! Ahora entiendo porque no me llamaban!". Karen recibe la tarea desde el celular. "Le busqué los cuadernillos. No me enteré que Karen estaba tan atrasada hasta que me mostró el informe escolar en julio y me largué a llorar. Pensé que en estos meses ya había retomado", cuenta. Según Esquivel el principal inconveniente de Karen con sus materias es que se le hace difícil entender los contenidos a través de cuadernillos y WhatsApp. Como es su primer año de secundaria y tuvo solo dos semanas de clase, tampoco conoce a sus compañeros y, por lo tanto, no sabe a quién pedirle ayuda.
La edad escolar de Karen, según datos del ministerio, registra los mayores problemas de comunicación con la escuela secundaria. Los alumnos de primer año que perdieron el contacto con la escuela representan el 35,5% del total de los estudiantes desvinculados del nivel secundario, mientras que los de tercer año representan un 17% y los de sexto, un 3,3%. Según fuentes del Ministerio de Educación porteño, estos estudiantes tuvieron mayores complicaciones para mantener el contacto con la institución porque la cuarentena se decretó cuando ellos acababan de cambiar de escuela, de sistema educativo y de compañeros de clase.
Distintos problemas
"Las razones de desvinculación varían según la edad del estudiante", indica Pellegrino mientras camina con su Google Mapsabierto hacia el próximo domicilio de la planilla. "El miércoles estuvimos por Once. Visitamos 20 casas. De esas, en 7 había gente. La mayoría ya no vivía en donde tenían domicilio. Es una zona en donde muchas familias de bajos recursos viven en hoteles y van cambiando de residencia. Lo que vimos fue lo siguiente: los de primaria habían perdido el vínculo por no tener acceso a un celular o a internet, o porque no recibieron los cuadernillos. Los de secundaria, en cambio, la mayoría fue porque ellos no quisieron, y sus padres trabajan o no se ocupan de su educación", comenta Pellegrino.
Cuando no encuentran a una persona en el domicilio declarado, los agentes que realizan el recorrido dejan en el cartero o por debajo de la puerta una notificación que indica con quién están intentando ponerse en contacto y un número de teléfono del ministerio. Cuando sí los reciben y su problema de vinculación se debe a la falta de un dispositivo, los asesoran para que retiren en forma de préstamo una computadora del gobierno de la ciudad. Hasta la fecha, según fuentes del ministerio, se han entregado unas 19.500 computadoras.
"Estos recorridos territoriales son todo un desafío. De antemano, no sabés con qué situación familiar te vas a encontrar, y generalmente son situaciones complejas las que llevan a que un menor se aleje de su escuela. Es un trabajo complejo. Uno tiene que ser sensible con la realidad que se enfrenta y saber asesorarlos para que logren volver a vincularse", comenta Feced.
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