"Buscando a alguien con quien hablar en el fin del mundo". Así es como se presenta Mariano P. en su perfil de la aplicación de citas Tinder. Por el coronavirus, este joven de 28 años permanece resguardado en su casa y admite que por momentos se siente solo. "Tiempo atrás me podía pasar horas dando likes a chicas. Ahora, sigo usando las aplicaciones de siempre, pero mi prioridad es poder compartir un momento con alguien. Lo que daría por un abrazo", dice tras sus primeros días de cuarentena.
Para no faltar a la tradición, Emiliano Sansibieri agenda videollamadas con cerveza junto a sus amigos, pero reconoce que extraña la interacción con el mundo. "Estoy conociendo más personas en Instagram porque uno necesita afecto en estos momentos, pero ahora no me sentiría cómodo teniendo una cita por videollamada", afirma.
El contexto inédito de cuarentena por el coronavirus, no solo alteró la rutina de todos los hogares del país sino también las dinámicas de las relaciones afectivas. Para el caso particular de las personas que no tienen una pareja estable, el fenómeno dispara preguntas: ¿De qué manera buscan no perder el contacto con los otros? ¿Qué papel cumplen las redes sociales y las aplicaciones de citas? ¿Cómo se transforma la seducción en tiempos de aislamiento?
La angustia nos retrotrae a miedos y fantasmas que nos desconectan del deseo sexual
Para los especialistas, en este escenario se despliega un abanico de conductas en relación al universo amoroso. "El sentido común nos sugiere pensar que la sensación que nos envuelve mortifica la libido. En una realidad que nos tiene aislados y donde el otro se transforma en el que nos puede infectar, esto en principio es cierto. La angustia nos retrotrae a miedos y fantasmas que nos desconectan del deseo sexual. No obstante, este está atado a las estructuras mentales. Por eso, aparecen emociones que van desde la evitación hasta la atracción por el otro. Hay personas más aprensivas que se tornan fóbicas y su libido sexual se anula. En cambio, los sujetos más histéricos pueden ver un aumento del deseo a raíz de una prohibición", explica la psicoanalista Any Krieger, especializada en temas de pareja y familia.
Días atrás, antes de la cuarentena obligatoria, Marcos G. había previsto una cita para encontrarse con Carla. En su cabeza tenía proyectada la imagen de un encuentro agradable: compartir unas empanadas, una copa de vino y algo más. Pero entrada la tarde, decidió cancelar. "El contexto de pandemia me sacó las ganas de tener sexo. Preferí preservarme. Estoy agradecido de estar sano y en casa y por el momento no siento abstinencia", comenta.
El contexto de pandemia me sacó las ganas de tener sexo. Preferí preservarme
Un departamento en barrio Recoleta de 18 metros cuadrados, algunos libros de reiki y una TV que se enciende sólo por la noche. Esa es la realidad de Federico Berli, de 31 años, desde que se declaró el aislamiento preventivo. "Me mudé a Capital hace dos semanas después de trabajar muchos años en el campo. Ya es todo un desafío estar habitando este lugar. Lo que más valoro hoy son las sesiones con mis terapeutas y la meditación. Soy de la vieja escuela para las citas. Prefiero el contacto físico. Por el momento me limito a hablar con mis afectos".
Redes sociales y aplicaciones de citas
La situación de autoaislamiento y el cierre de los espacios de intercambio social también cambiaron las dinámicas de vínculos virtuales. Marina Damil, especialista en redes sociales, afirma: "Instagram, por ejemplo, sigue funcionando como una plataforma donde conocer personas y entablar relaciones, pero ya no tanto desde el lugar de seducción sino desde la empatía. El mismo concepto se replicó en otras aplicaciones".
Desde Tinder, se señala que la pandemia está cambiando las formas de vincularse: las conversaciones se prolongan y cada vez más usuarios utilizan la biografía para mostrar su preocupación. En unos días se incorporará de forma gratuita la función "pasaporte" para conectarse con personas de cualquier parte del mundo. En esa misma línea, el equipo de Happn, otra plataforma de citas, invitó a "descubrir otras formas de encuentro" y "a quererse de otro modo", a través de un comunicado.
La influencer Jimena Outeiro asegura que el aislamiento disminuyó su deseo sexual. Además de sentirse contenida por su familia y amigos, también habla con el chico que estaba conociendo. "Cada uno está solo en su casa y nos hace bien contar con el otro. Descubrí que ponerse linda y arreglarse ayuda a pasar este momento", explica.
Cada uno está solo en su casa y nos hace bien contar con el otro. Descubrí que ponerse linda y arreglarse ayuda a pasar este momento
Para mitigar la sensación de incertidumbre, María Laura Petruzzi, psicóloga y docente de la UBA, sugiere entender el inusual contexto como una oportunidad para la exploración interna y el aprendizaje. "Cuando no se concreta la energía sexual en su fin sexual, se transforma en acciones productivas, creativas y artísticas. Es un momento propicio para desarrollar una mejor versión de nosotros mismos, realizar cambios y, por qué no, conocer virtualmente personas nuevas. Las circunstancias nos habilitan a repensar la sexualidad no como una descarga física, sino como una conexión respetuosa con el otro".
Cuando no se concreta la energía sexual en su fin sexual, se transforma en acciones productivas, creativas y artísticas.
"Limpieza profunda de la casa. Aprender a tocar la guitarra. Grabar canciones en la pista". Esta fue la lista de asignaturas pendientes que hizo Sofía Majdalani, de 27 años, el día uno de la cuarentena. Ella prefiere no hablar de sexualidad en el aislameinto sino de su redescubrimiento con la música. Tras haber tildado los ítems, se alegra de haber sumado uno más: componer una canción de amor. "Al encontrarme aislada, sentí que era momento de focalizar la energía en mí. Ya habrá tiempo para citas", reflexiona.
En esa línea, la sexóloga Viviana Wapñazky opina: "La vida de las personas sin pareja se limitó bastante. Si bien la Organización Mundial de la Salud asegura que el coronavirus no se trata de una enfermedad de transmisión sexual, conocer gente nueva físicamente es arriesgado en estos tiempos. Los cursos virtuales, las terapias online, el mundo de las fantasías, la autoestimulacion y el universo de las aplicaciones de encuentro son buenas herramientas para calmar la ansiedad".
Desde las cuatro paredes de su departamento de Barrio Norte, Juan Martín Arauz imagina como una línea invisible los kilómetros que lo separan de sus dos hijas que viven en Gualeguaychú . "Si no fuese por las circunstancias estaría volando mi drone o compartiendo un rato con ellas. Al no poder concretar un encuentro con alguien en el corto plazo, no estoy hablando mucho con mujeres. Dediqué la cuarentena producir contenidos en Instagram para entretener a mis afectos y así sentirnos más cerca", dice este creador de contenido de 35 años.
¿Cómo mantener el equilibrio emocional en un contexto de aislamiento? Para la psicóloga Fernanda Rivas, especialista en vínculos, hay que diferenciar encierro físico de encierro mental. "El confinamiento corre riesgo de convertirse en soledad, la cual puede llegar a potenciar cualquier cuadro emocional de angustia depresión y fobia. Por eso, el contacto con otros y establecer una rutina con horarios predecibles es clave para preservar la calma y evita caer en la depresión", concluye.
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