Coronavirus: la ciudad, con más tránsito en las autopistas
Las calles de la ciudad de Buenos Aires volvieron a recuperar la calma después de un viernes que tuvo una circulación de vehículos y movimiento de peatones atípicos si se compara con lo que ocurría desde que se decretó el aislamiento obligatorio. El flujo de tránsito se incrementó y también la cantidad de pasajeros de subte, aunque los registros se mantuvieron muy lejos de lo que sucedía antes del inicio de la cuarentena para evitar la propagación del coronavirus.
Según el registro de Autopistas Urbanas SA (AUSA), desde el viernes y hasta ayer a las 18 –los últimos datos disponibles– en las autopistas porteñas se registró un 30% más de tránsito que en los últimos días, aunque se mantuvo más de 70% por debajo del volumen normal y habitual. En ese período circularon 121.000 vehículos por la 25 de Mayo, Perito Moreno, Dellepiane e Illia. La cifra representa una suba de acuerdo a lo que se venía registrando desde el 20 de marzo, el día después del anuncio del presidente Alberto Fernández, pero se mantuvo lejos de los 400.000 vehículos que las recorren a diario.
La circulación en las autopistas no pareció impactar en las calles porteñas. El centro, por ejemplo, permaneció en silencio. Solo los colectivos y el movimiento en los puestos de control de autos particulares rompieron la calma. La escasa cantidad de vehículos durante toda la jornada no solo se notó en las calles, en cada esquina con semáforo, sino también en la estaciones de servicio.
La Policía de la Ciudad mantiene 131 operativos de control en accesos y puntos estratégicos; se acumulan 428 detenidos y 4542 personas demoradas, notificadas o trasladadas al domicilio. También se secuestraron 141 vehículos. Como parte del seguimiento de los operativos de control y el comportamiento de los vehículos y peatones, ayer el vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, a cargo del Ministerio de Justicia y Seguridad, junto a Marcelo D’Alessandro, secretario de Justicia y Seguridad, visitaron el centro de monitoreo de la avenida 9 de Julio.
Los carteles de leyenda variable, usados para brindar asistencia al tránsito, lucieron la frase #quedateencasa, como ocurre desde hace dos semanas. Hubo colas en las veredas de bancos y comercios, repartidores de mercadería manipulando los pedidos y personas que paseaban a sus mascotas, pero sin el frenesí del viernes. En los supermercados la historia fue otra: filas con changuitos de hasta 100 metros y cajas funcionando a máxima velocidad para despachar con celeridad a los clientes. Lo mismo sucedió en las farmacias.
Las paradas de colectivos se vieron vacías, no hubo porteros en las puertas de los edificios y pocos comercios abiertos. Ayer el subte también sintió la ausencia de pasajeros respecto al día anterior. A pesar que la red está operando con los niveles más bajos de la historia, el viernes hubo un incremento del 16% de personas transportadas en comparación con el resto de la semana, aunque lejos de actividad normal: en total fueron 23.500 pasajeros contra los más de un millón que lo usan todos los días.
Con la colaboración de Olivia Díaz Ugalde
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