"Estamos desbordados": Las familias insisten con la vuelta de las clases presenciales
LA NACIONSandra Rodríguez Ramos
"La situación no da para más, yo he tenido que reducir mis horarios laborales para estar más en casa con los chicos", dijo María Cecilia Francomagro, de 36 años, madre de dos hijos de 2 y 6 años. Cecilia es comerciante, igual que su marido. "Nos ayudan las abuelas con los nenes, alternando los días. Por eso considero que, a pesar de la pandemia, deberían retomarse las clases presenciales en febrerocon medidas seguras".
Muchas familias están atravesando la misma situación desde hace meses: deben compaginar su rutina de trabajo con el cuidado de los hijos, dada la suspensión de las clases presenciales en marzo pasado por la emergencia sanitaria desatada por el Covid-19. Pero varios gremios docentes aún se muestran en contra de que se retomen las clases presenciales por el factor de riesgo de contagio y la situación epidemiológica por Covid-19.
En tanto, el ministro de Educación de la Nación, Nicolás Trotta, anunció que el inicio del ciclo lectivo sería decidido por cada provincia.
Claudia Laitan, de 35 años, sostiene la misma posición que Francomagro: "Las clases deben empezar de modo presencial, siempre y cuando los niños y las niñas estén seguros, con el protocolo activo y las aulas equipadas. Estamos desbordados: este año fue un caos, con el teletrabajo y el cuidado de los nenes. Además, mi horario de trabajo coincide con el que los chicos irían al colegio".
En esa misma línea, la campaña #ALasAulas, que cuenta con el apoyo de 118 organizaciones de la sociedad civil, ya reunió en solo tres semanas más de 150.000 firmas. Los tres ejes de la campaña son: lograr que la educación de los chicos y chicas sea una prioridad; garantizar las clases presenciales en todo el país, siempre que las condiciones epidemiológicas y sanitarias lo permitan; y asegurar que haya un plan para cada lugar, para cada situación y para cada momento.
Alan S. es padre separado y tiene un hijo de 6 años: "Es muy difícil concentrarse en la paternidad, la escolaridad y el trabajo al mismo tiempo. Trabajo ocho horas diarias con cortes, para poder ocuparme de la casa, de mi hijo, de sus actividades y de su escuela. Considero que debe retomarse la presencialidad".
Trabajo a la mañana muy temprano o a la noche cuando ya duermen los chicos
"Las clases van a empezar el 17 de febrero, ya es una decisión tomada", afirmaron a LA NACION fuentes del Ministerio de Educación de la ciudad de Buenos Aires, a cargo de Soledad Acuña. Y señalaron que "los protocolos justamente están diseñados para que las diferentes actividades sean seguras".
Melanie Buyanovsky, de 23 años, es traductora pública y trabaja desde casa por norma general. Tiene un hijo de 3 años y una bebé de cuatro meses. "Los chicos tienen que tener una rutina que les permita desarrollar sus actividades con más chicos y en un ambiente que no sea una casa o un parque; tiene que ser una institución, donde puedan asociar que están yendo a aprender y a sociabilizar con otros chicos de su edad", apuntó.
Buyanovsky agregó que le resulta difícil compaginar su trabajo, las clases de la facultad y el cuidado de los chicos: "Trato de tercerizar mi trabajo con los horarios de mis hijos, suelo conectarme o a la mañana muy temprano o a la noche cuando ya duermen todos".
Lucas López, de 38 años, insistió en la necesidad de que el protocolo preventivo sea efectivo: "El miedo está, pero podría aplicarse para que los chicos fueran. En casa estamos mi pareja, mi hijo de 7 años y mi papá, que está enfermo, una persona de riesgo. Estamos todos con zoom a la vez y es difícil concentrarse y hacemos lo que podemos con la gestión de los horarios".
Por el contrario, Lucía S, de 35 años, que tiene un hijo de 3 años y está embarazada de mellizos, opinó que "no es seguro aún que comiencen las clases presenciales".
"De momento nos arreglamos con los abuelos del pequeño, que colaboran mucho para que mi marido y yo podamos trabajar desde casa, pero también es un riesgo porque son mayores de 65", agregó.
Respecto de lo manifestado por los gremios docentes porteños acerca de que no acompañarían el regreso a las clases presenciales si no están dadas las condiciones sanitarias y epidemiológicas, desde el Ministerio de Educación porteño dijeron. "Es sano el debate, y dialogamos con todos. Pero las propuestas pedagógicas y la fecha del ciclo lectivo son decisiones del Ministerio de Educación".
"No hemos tenido contagios en la experiencia de presencialidad que arrancó en octubre pasado y consideramos que, si se cumplen los cuidados de higiene y seguridad indicados en los protocolos, la escuela es un lugar seguro y es donde necesitan estar los chicos y las chicas", agregaron desde el Ministerio.
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