Coronavirus. Más chicos en las calles: el pulso de la Ciudad cambió antes de que se habilite el nuevo protocolo
En los más de cincuenta días de cuarentena obligatoria, la principal medida para enfrentar al nuevo coronavirus, los chicos fueron los grandes ausentes en las calles de la Ciudad de Buenos Aires. Pero, poco a poco, eso empieza a cambiar, por las últimas decisiones tomadas por las autoridades locales, que permiten ciertas flexibilizaciones para la circulación de menores. Y aunque no todas entraron en vigencia, algunos adultos ya comenzaron a salir con sus hijos.
Así pudo comprobarlo LA NACION en una recorrida realizada este sábado por los barrios Belgrano, Palermo y Recoleta. Sin ser masiva, la presencia de chicos en esas zonas era mucho más marcada que en días anteriores. En la mayoría de los casos se trataba de menores de 12 años, quienes desde ayer quedaron habilitados para acompañar a sus padres a realizar compras por una resolución del Ministerio de Desarrollo. También hubo quien salió con sus hijos solamente para aprovechar el día soleado, después de un encierro que se hace cada vez más largo.
"Creo que tendrían que dejarlos salir todos los días. Los que tienen mascotas pueden salir sin problemas", opinó Josefina Fernández, una docente que caminaba junto a sus hijos de 7, 6 y 2 años por la calle La Pampa. Iban a lo de la abuela de los chicos, que vive cerca, para llevarle algunas compras. "Mis hijos se portan muy bien en casa, pero están acostumbrados a tener una vida afuera", completó.
Marina Rodríguez, mamá de Lourdes, de 7 años, contó que todavía no conoce las nuevas normas, pero considera que habilitar la salida de los chicos "en algunos casos es necesario, porque no todos tienen con quien dejarlos". Según explicó, durante la cuarentena ella salió "muy pocas veces" acompañada de su hija. Esta mañana lo hizo para comprar en la librería del barrio los útiles para hacer la tarea que le asignaron a Lourdes sus maestros: fabricar una bandera argentina.
Hoy, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta confirmó los detalles que tendrá en la ciudad la nueva medida anticipada anoche por el Presidente, que entrará en vigencia el sábado 16 y permite a todos los menores de 16 años hacer paseos recreativos junto a sus padres. Serán salidas de no más de una hora de duración, a no más de 500 metros del domicilio y solamente durante los fines de semana. El día habilitado para circular dependerá del número de documento del adulto que los acompañe: los días pares, podrán salir los chicos con adultos cuyo DNI termine en número par, y los días impares, quienes tengan un DNI con terminación impar.
Aunque faltan varios días para que esté permitido, algunos vecinos salieron con chicos solo para pasear. "Hace 50 días que no veo a mis nietos. No me gusta que me manejen así la vida. Llevo guantes, barbijos, alcohol en gel", protestó Marta, una vecina de Recoleta quien, pese a la prohibición, recorría la plaza Juan XXIII de la mano de sus nietos de 5 y 3 años. "Si me tienen que detener, que me detengan", subió la apuesta.
Muy cerca, dos efectivos policiales a bordo de cuatriciclos acababan de echar de Plaza Francia a una pareja con tres chicos que caminaba por allí. "Como no estaba reglamentado todavía, me dijeron que tenían que volver a mi casa", apuntó el padre. Y otra mamá que caminaba a paso rápido junto a sus hijos por avenida Quintana, aceptó ante LA NACION al pasar: "Sabemos que no se puede, pero es la primera vez que salen en 52 días. Solo vamos a dar una vuelta".
El aumento de movimiento en la ciudad es cada vez más evidente. En el Rosedal y los bosques de Palermo, donde no hay negocios de cercanía, esta mañana podían verse algunos ciclistas esporádicos –una actividad aún no habilitada– y varias personas paseando sin mascotas. "Me están haciendo renegar más los runners que los padres: cuando les tocás el silbato se van corriendo para otro lado", reconoció un policía que custodia la zona. Y confirmó que "sin dudas" en los últimos días vio cada vez más adultos y menores por los parques.
"Los chicos hasta ahora no podían salir y me parece que está bien que puedan hacerlo, siempre y cuando los epidemiólogos estén de acuerdo", estimó Marisa Russomando, psicóloga especialista en crianza y familia. Pero advirtió que la salida se volvió necesaria sobre todo desde la mirada de los adultos: "Tal vez damos por sentado que los chicos quieren y eso no es una obviedad".
"Algunos tienen ganas y otros no: están muy instalados en sus casas o contentos porque están con su mamá y su papá todo el día", señaló Russomando. Otros quizás pueden tenerle miedo a la calle por el coronavirus. Por estas razones, es fundamental que las familias no se salteen la pregunta: "¿Querés salir?". La experta consideró que también es importante hablar con los chicos sobre las condiciones del paseo, que va a ser diferente a lo que están acostumbrados.
"Contarles qué significa que tienen que usar barbijo, que van a ver a la gente usándolo, que si se encuentran con un amigo no van a poder abrazarlo y todo el protocolo de limpieza que hay que hacer al volver a la casa", explicó Russomando. Y a la vuelta, dar un espacio para que los chicos cuenten cómo se sintieron y "puedan conectar con lo que les haya pasado".
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