Coronavirus en la Argentina. Cómo Rosario pasó de contener los contagios al desborde sanitario
ROSARIO.– En el sistema de salud público y privado en Rosario quedan disponibles 77 camas de terapia intensiva, según precisó el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti, al anunciar restricciones para evitar que el vertiginoso aumento de contagios –que comenzó en agosto– provoque el temido colapso, luego de que la provincia de Santa Fe sobrepasara anteayer los 24.000 casos de Covid-19.
Rosario pasó de ser una de las ciudades que mejor había logrado contener los contagios en los primeros cuatro meses de la pandemia pero ahora está en una situación de desborde, con 7572 pacientes activos. Desde que se inició la pandemia murieron 115 personas.
En Rosario hay 561 camas de terapia: 149 son del sistema público y 412, del privado. De ese total 409 tienen respirador, según información oficial. En Santa Fe hay 968 camas UTI: 282 de hospitales y 686 en sanatorios y clínicas. En la provincia la ocupación es del 71%, según la cartera de Salud.
Desde hace más de 30 años el entonces intendente Hermes Binner diseñó un sistema de salud –que cuenta con ocho hospitales– que fue valorado, incluso a nivel internacional, por las prestaciones y el desarrollo territorial a través de centros de atención primaria descentralizados en los seis distritos municipales, pero el avance del Covid-19 hizo crujir el sistema, donde la ocupación de camas de terapia intensiva para atender infectados es del 87% entre privado y el público, según el Ministerio de Salud provincial.
La ministra de Salud de Santa Fe, Sonia Martonaro, que contrajo el virus, anunció que llegó a la ciudad personal médico desde la capital provincial y de Buenos Aires. Advirtió que se evalúa derivar pacientes graves a ciudades del norte bonaerense, como San Nicolás y San Pedro ante la posible falta de camas en terapia intensiva. Hace dos meses la situación era inversa cuando en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se temía el colapso del sistema. Esta semana llegaron de Buenos Aires 30 respiradores para sanatorios, en comodato.
"Bangdemia", la otra epidemia
En las redes sociales el periodista Javier Felcaro estableció un rótulo para resumir la situación con el término "bangdemia". El sistema de salud de Rosario absorbió dos situaciones críticas a la vez: el Covid-19 y la otra epidemia que tiene más de ocho años, la violencia narco.
En lo que va del año, los crímenes superaron los decesos por el virus: fueron asesinadas 147 personas; otras 115 murieron por el Covid-19. Pero lo que complica el sistema de salud son los heridos de arma de fuego, que por la gravedad de las heridas la mayoría necesita estar en terapia intensiva o una intervención quirúrgica y su recuperación en ese sector.
En los primeros ocho meses de este año, según el Observatorio de Seguridad Pública, 575 personas fueron heridas por armas de fuego. Este año, según registros oficiales, hubo un 47% más de intervenciones en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez por heridos arma de fuego que en 2019.
Perotti fue criticado por las falencias en la comunicación de las restricciones para detener la curva de contagios. Anteayer el mensaje fue claro: si no se restringe la circulación el sistema corre peligro de colapsar. Ese día se reportaron 710 contagios en Rosario y 1348, en la provincia.
Rosario fue de las primeras ciudades en permitir a principios de junio pasado la apertura de comercios, las reuniones sociales, las salidas en espacios públicos y la habilitación de bares. Desde el municipio midieron que la apertura controlada no había provocado un alza considerable de casos. En julio hubo 538 contagios. En agosto comenzó la escalada cuando los casos se multiplicaron por 7,06, al superar los 3800.
"Guardia colapsada"
La demanda del sistema de salud se hizo gráfica esta semana con un cartel que pusieron durante unas horas los médicos del hospital Roque Sáenz Peña –"Guardia colapsada"–, algo que negaron desde el municipio.
"En Rosario solo quedan 19 camas de terapia intensiva y 28 camas generales en hospitales; en el sector privado hay 58 camas críticas y 349 generales", detalló Perotti.
Rosario absorbe la demanda de un área de 1,3 millones de habitantes y de todo el sur de la provincia, de cinco departamentos donde a pesar de ser una de las zonas productivas más ricas del país tienen serias falencias en el sistema de salud.
El sur de Santa Fe es la zona con mayor índice de enfermos, con una duplicación de contagios cada 12 días. Esto puso en alerta al sistema público y privado. Se puso en marcha un hospital que se montó en Granadero Baigorria, vecina a Rosario, cuyo sistema absorbe enfermos de la región.
En medio de la emergencia y la falta de camas, resultaría clave que funcionara el Hospital Regional Rosario Sur, que se empezó a proyectar hace más de 12 años. Si estuviera terminado no habría problemas en la demanda de camas, remarcaron fuentes de la actual gestión de salud. Pensado como un centro asistencial de nivel 3 de complejidad con capacidad para 280 camas, solo está en pie el esqueleto del edificio.
"Hace unos meses Rosario iba a alojar a pacientes derivados de Buenos Aires. Hoy se evalúa lo contrario. Hubo un crecimiento de los contagios por la circulación comunitaria que fue imposible lograr contener", admitió a LA NACIÓN el secretario de Salud, Leonardo Caruana.
La cercanía con Buenos Aires y el flujo de conexión con la Capital colaboraron, según Caruana, para que en Rosario la curva de contagios se transformara en una recta hacia arriba: "Se flexibilizó la cuarentena antes que en otras ciudades, con la apertura de comercios y de bares con protocolos estrictos. Ahora se optó por volver atrás, con restricciones para detener la cueva de crecimiento".
Distanciamiento social
Oscar Bottasso, director del Instituto de Inmunología Clínica y Experimental de Rosario (Idicer), consideró en diálogo con LA NACIÓN que hay "razones para pensar que las medidas de distanciamiento y protección no han funcionado, o no llegaron a interpretarse en su justa medida, y el virus encontró una rendija para poder transmitirse. Al infectar las células epiteliales del tracto respiratorio con cierta particularidad para la parte superior, le resulta cómodo la transmisión".
"Nos pasó por arriba en las últimas dos semanas", graficó Miguel Rabbia, secretario de coordinación de Salud de Santa Fe. Esperan que para mediados octubre la curva se modere, pero el problema más urgente es conseguir que resista el sistema integrado de salud.
"En Venado Tuerto se suspendieron las operaciones y los quirófanos se convirtieron en salas de terapia. El problema es conseguir personal porque más de 300 médicos están aislados por haberse contagiado", afirmó el funcionario.
Como parte del plan de contingencia evalúan sumar a los hospitales de Emergencias Clemente Álvarez y Centenario a la atención Covid-19. Ambos centros estaban destinados a cirugías y tratamientos de alta complejidad y habían sido elegidos en la planificación inicial como espacios libres de atención de coronavirus.
Lo que preocupa en el gobierno es que el crecimiento de la curva no aporta indicios de moderarse, a pesar de las restricciones que se dispusieron hace dos semanas y se ampliaron otros siete días. Hace 21 días se suspendieron reuniones sociales y, hace 15, se dispuso el cierre de comercios y bares, algo que generó resistencias que se hicieron evidentes con protestas de empresarios que argumentan que se van a fundir.
"La velocidad de contagio en la provincia es de 1,38 y en Rosario 1,25 cuando lo deseable es debajo de 1, mientras que el tiempo de duplicación de casos es de 15 días a nivel provincial y de 12 en Rosario", puntualizó Perotti.
El intendente de Rosario, Pablo Javkin, admitió: "es el momento más difícil que nos haya tocado vivir en muchísimo tiempo. No nos podemos permitir que alguien que necesite una cama no la tenga".
También se dispusieron restricciones al comercio y las reuniones sociales en la ciudad de Santa Fe, donde aunque a un número menor que en Rosario, comenzó a crecer la cantidad de contagios, al sobrepasar los 100 diarios.
Para Carolina Subirá, del equipo de infectología del grupo Oroño, el crecimiento de casos en Rosario "es un fenómeno multifactorial, muy complejo como para que lo explique un solo elemento". Para Subirá se dio una "tormenta perfecta".porque "había pocos casos y escasa inmunidad en Rosario, con casi toda la población susceptible" de contraer el virus, en medio de un contexto de crecimiento de la curva a nivel nacional. "Hay que sumarle a esto que en Rosario se produjo un incremento de la circulación de las personas, ya que con los buenos índices epidemiológicos se había logrado recuperar una circulación equiparable al 95% habitual prepandemia".
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