Coronavirus en la Argentina. Médicos cordobeses marcharán contra la imputación de dos colegas en el caso del geriátrico
CÓRDOBA.- Los profesionales de la salud de Córdoba se autoconvocaron para mañana en repudio de la imputación de la Justicia a dos médicos como responsables de la propagación del coronavirus en el geriátrico de Saldán, donde hubo 56 contagios y 11 muertes. La Unidad Fiscal de Emergencia Sanitaria (Ufes) consideró que Lucas Figueroa, que detectó que tenía el virus al hisoparse por decisión propia, y Marcelo Santiago Lázaro, director médico de la institución, incurrieron en la propagación de la enfermedad.
A Figueroa lo acusa de "propagación de enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas", de acuerdo con los artículos 45 y 202 del Código Penal. Mientras que a Lázaro se lo imputa por "propagación culposa de enfermedad peligrosa y contagiosa para las personas". El dueño del geriátrico, Rafael López Peña, que es padre de un vocal del Tribunal Superior de Justicia, no fue imputado.
El fiscal Andrés Godoy tomará declaraciones indagatorias en los próximos días a los acusados. Hasta ahora cuenta con testimonios del personal del geriátrico e informes del Pami (obra social de la que dependía la mayoría de los internos) y del Ministerio de Salud provincial. Esa cartera y familiares de dos muertosdenunciaron penalmente a las autoridades y al dueño del geriátrico. El establecimiento está clausurado desde el 20 de abril.
Según el Ministerio Público Fiscal, en la instrucción de la causa se detectaron "graves y serios incumplimientos por parte del personal médico que desempeñaba tareas en el geriátrico mencionado, básicamente en lo que respecta a los protocolos elaborados por la autoridad sanitaria, como así también de la específica normativa que rige el desempeño de profesionales médicos, en particular, la de aquellos que llevan a cabo tareas en este tipo de instituciones".
Desde el Consejo de Médicos de Córdoba indicaron que criminalizar a los profesionales no parece el mecanismo adecuado para encontrar la verdad: "La mínima razón nos lleva a estigmatizar a los profesionales de la salud comprometidos en salvar vidas y no en delinquir. Estas situaciones lamentables no solo generan estupor a los médicos, sino que coloca a quienes aman llevar adelante su labor a la defensiva, dañan la confianza y alteran la relación médico paciente".
Ni héroes ni asesinos
En la convocatoria de mañana se pide que en los autos se lleven carteles con algunas de las siguientes consignas: ni héroes ni asesinos, somos médicos; basta de maltratos, basta de culparnos, basta de amenazas, basta de condenar inocentes; los médicos no somos responsables de esta pandemia y Médicos Autoconvocados en solidaridad con colegas imputados. La recorrida prevista es desde la plaza Colón hasta la puerta de Tribunales, unas diez cuadras que se cubrirán en vehículos para no violar las restricciones de la cuarentena.
El brote en el geriátrico se detectó a inicios de abril y el ministro de Salud de Córdoba, Diego Cardozo, admitió a este medio que no se pudo determinar el hilo epidemiológico. A mediados de ese mes Figueroa hizo una carta abierta ratificando que se hizo un hisopado que le dio positivo y que advirtió a las autoridades del geriátrico y del consultorio donde también trabajaba y donde no hubo contagios. Él sospecha que se contagió en el establecimiento.
En el texto da cuenta de que propuso al director médico que organizara y se anticipara a la contingencia: "Sugerí definir un protocolo de acción con el propósito de prevenir y normatizar las acciones adecuadas. Lamentablemente no consideró pertinentes mis sugerencias".
Agrega que en el geriátrico "no había elementos de protección, no había alcohol en gel y las manos se las secaban en una toalla comunitaria o en los ambos. Solo ponían un rollo de papel por día para secarse las manos. No prepararon adecuadamente al personal. No se definieron las zonas de aislamiento y circulación. No restringieron a tiempo el acceso de visitas, cuando debió hacerse anteriormente".
Antecedente
En los últimos días, en San Juan, dos médicos estuvieron detenidos varias horas acusados de atentar contra la salud pública y contra la administración pública provincial. La mujer se contagió por contacto estrecho y, según constaría en actas del propio hospital, ingresaba sin autorización y sin observar protocolos, a atender a su hermano que está internado en terapia intensiva del hospital Rawson y continuó atendiendo en el hospital y en una clínica privada.
El jueves los colegas realizaron una protesta en el patio del Rawson, donde ambos profesionales se desempeñaban. Pidieron la reincorporación de dos jefes de servicios separados en esta situación, la de Infectología y el de terapia intensiva.