Coronavirus en la Argentina: "Me recibí vía Zoom", la nueva experiencia de los universitarios en tiempos de pandemia
"Durante cinco años soñé en convertirme en profesional y ni la pandemia me pudo frenar", dice Belén García, de 23 años, que rindió la última materia de Derecho de manera virtual como consecuencia del aislamiento social obligatorio. La extensión de la cuarentena generó que muchas universidades privadas aceptaran que sus alumnos rindan de manera online.
"El primer final que rendí por Zoom me pregunté: ‘¿cómo va a ser esto?’. Me di cuenta que era como cualquier otro final, pero con una modalidad diferente", explica García, que cursó toda su carrera en las aulas de la Universidad Austral y se recibió desde el estudio de su casa en Pilar, donde vive con sus padres: "Una vez que terminé el final pregunté si había aprobado y salí corriendo a abrazar a mis papás que estaban del otro lado de la puerta y después me tiraron huevos en el jardín de mi casa. Mas allá de que era una situación poco común, porque la pandemia no la esperaba nadie, tratamos de hacerlo lo más normal posible y festejamos de la misma forma que si hubieran estado toda mi familia y amigos", cuenta la flamante abogada.
Para garantizar la transparencia de los exámenes y asegurarse que los alumnos conocen la materia que están rindiendo, cada universidad estableció un protocolo sobre cómo se deben realizar las mesas virtuales. La nueva modalidad conlleva que en determinadas materias se den distintos métodos de evaluación: "Primero se hace una verificación del lugar donde rinde el alumno con la cámara de su computadora. También cambia la forma de tomar examen, porque hacemos hincapié en casos prácticos que les vamos dando para que vayan resolviendo, de modo tal que no les sirva copiarse, y hacemos evaluaciones con interpretación de normas y de jurisprudencia", explica Gustavo Calvinho, abogado y titular de la materia Estrategia y prueba de la Universidad Austral.
Nervios
La prolongación de la cuarentena obligatoria no fue un impedimento para que Franco Manochi, de 24 años, lograra finalizar la carrera de ingeniería industrial. Al igual que García, estudió en la Universidad Austral y rindió su última materia vía Zoom. En los últimos minutos de la presentación, falló la conexión y se cortó internet: "En ese momento pensé que los docentes podrían haber creído que lo hice a propósito por nervios o porque quería chequear alguna nota, y ahí sí me puse nervioso, pero cuando volví, ellos habían asumido que se me había cortado internet. Entonces, les pregunté hasta dónde habían escuchado y retomé desde ahí", explica Manochi, que, luego de festejar con su familia, organizó una videoconferencia con sus amigos. "Fue algo distinto. Me gustó en el sentido que fue la alegría de sacarme la mochila de terminar la facultad", afirma el ingeniero.
En la sede de Mendoza de la Universidad Católica Argentina los alumnos también pueden rendir finales virtuales. Antes de la evaluación, los estudiantes deben mostrar al tribunal una vista de 360 grados del lugar donde rinden para comprobar que no haya ningún material de estudio que no sea imprescindible: "Al inicio de la evaluación el alumno debe tener dos dispositivos conectados de forma simultánea. Uno que lo enfoque de frente y el otro que enfoque hacia la pantalla del dispositivo principal. El micrófono debe estar encendido durante todo el examen", explica Fabiana Acerbi, secretaria académica de la UCA sede Mendoza. Y completa: "El alumno debe garantizar la continuidad de conexión a la plataforma y, en caso de interrupción, el tribunal definirá qué curso de acción seguir".
El primer final que Rocio Vitolini, de 27 años rindió a través de la app de videollamadas fue el último examen de la carrera que cursó, psicopedagogía. "Me recibí vía Zoom, pero por la plataforma de la facultad donde están las aulas e ingresé desde el link que tenía para que nadie se puede meter en la conversación", explica Vitolini que fue la primera egresada de la UCA Mendoza en finalizar la carrera de manera virtual. "Defendí mi tesis con un Power Point que compartí por la app con las profesoras para que pudieran ir viendo a la vez que yo rendía", dice la ahora licenciada.
"Me costó mucho asimilar la idea de rendir de manera virtual. Siempre soñé con mi graduación, que mi familia esté ahí para mí, abrazarlos, llorar de alegría juntos, que me puedan tirar agua, harina y todo lo que quieran. Y no lo tuve", afirma Pamela Faust, de 24 años, que rindió el final y hoy es psicóloga. En ese momento, la acompañó su marido y su madre.
"Tuve muchos más nervios que en un final cualquiera, claramente porque era el último, y no me importaba que estaba en mi casa, sentada y en pantuflas", dice Faust, que cursó su carrera en la Universidad del Salvador y rindió el último final por videollamada con el director de la carrera y dos profesoras: "Fue mejor de lo que pensé, a pesar de los nervios y la desilusión por la forma del examen. Me sentí muy contenida por el tribunal examinador", dice.
Cuando Tomás Moscatelli, de 30 años, defendió su tesis vía Zoom estaba solo en su departamento de la ciudad de Buenos Aires y nadie de su entorno sabía que ese día finalizaba su etapa universitaria. "Me recibí de publicista completamente solo en mi departamento desde el escritorio, donde también estoy trabajando por el comienzo de la cuarentena", dice Moscatelli, que curso toda su carrera en la Universidad del Salvador (USAL).
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