Coronavirus en la Argentina. Entre el entusiasmo y la incertidumbre, varios locales comerciales reabrieron después de más de 50 días
Son las 11 en punto y las persianas de algunos locales comerciales de la ciudad empiezan a levantarse. Estuvieron cerradas durante casi dos meses. Se nota que los comerciantes están disfrutando de ese ruido metálico al enrollarse: es el sonido que marca el comienzo del día en las grandes ciudades. Y para ellos, en este horario atípico de apertura, representa la primera bocanada de oxígeno en mucho tiempo.
"Estoy esperando indicaciones de mis jefes para ver qué mercadería vendemos. No vamos a dejar que entre mucha gente al local, por supuesto vamos a cumplir con las normas de distanciamiento. Estoy contenta de volver a abrir, ya es momento de trabajar", dice Nazly Moreno, de 24 años, mientras abre la puerta de un local de accesorios de decoración a metros del Obelisco.
Como indicó el presidente, Alberto Fernández, el Área Metropolitana de Buenos Aires no pasó a la fase cuatro, aunque sí se implementaron cambios. Y en la ciudad, a partir de hoy, ya pueden abrir las librerías, florerías, jugueterías, perfumerías, los locales de decoración, de materiales eléctricos, de electrodomésticos, de instrumentos musicales y las bicicleterías.
Gonzalo Mercado tiene 29 años y trabaja en una juguetería sobre la avenida Santa Fe. Es la primera vez que ingresa al local desde mediados de marzo. "Estamos muy contentos, por lo menos algo se va a vender. Calculamos que en el local puede haber un máximo de cuatro personas. No sé si vamos a abrir hoy: necesitamos reacomodar toda la mercadería y evaluar si cambiamos algunos precios", señala Mercado.
Si cerrar fue complejo, volver a la actividad también lo es. Los comerciantes deben cumplir con varias normas impuestas por el gobierno porteño pensadas para mantener el distanciamiento social.
El horario de atención será de lunes a viernes desde las 11 hasta las 21 para que no coincida con el horario pico del resto de las actividades. En cuanto a la circulación de gente dentro del local, solo podrá haber una persona por cada 15 metros cuadrados del espacio comercial disponible. Mientras que la modalidad para ingresar será la siguiente: los días pares podrán salir las personas con DNI con terminación par y los días impares, las personas con DNI con terminación impar.
Entre los comerciantes hay entusiasmo, pero también incertidumbre por algunas restricciones que generan grises. Muchos no saben si pueden abrir o no porque no encajan del todo dentro del marco de las nuevas normas. Por ejemplo, Leonardo Lizzano, de 63 años, tiene un local de venta de guitarras y ukeleles. La comercialización de instrumentos está permitida, el problema es que funciona dentro de la Galería de la Concordia, en la Avenida Santa Fe, y los paseos de compras no están habilitados.
"Mi local es el primero, da a la calle pero se ingresa a través de la puerta de la galería. Además es el único rubro que puede abrir porque acá el resto de lo locales son de indumentaria, o si no pedicuras, sastrería y aún no están habilitados. Yo no quiero molestar a nadie ni pasar por encima de las normas, pero me pregunto si podré abrir porque necesito volver a trabajar", dice Lizzano.
Según unos agentes de la Agencia Gubernamental de Control (AGC) que circulan por la avenida -ellos son los encargados de chequear que las normas se cumplan- Lizzano puede atender al público porque el acceso a su local está prácticamente sobre la vereda y el resto de los comercios de la galería están cerrados.
Las personas solo podrán ir a comercios de cercanía, es decir, aquellos a los que se llega caminando. Está prohibido usar el transporte público para ir a hacer una compra. Hasta el momento no se ve un gran incremento en la circulación de personas por la vía pública.
Según la Secretaría de Transporte de la Ciudad, esta mañana circularon 52.000 vehículos por las autopistas porteñas, que representa un 2% de aumento respecto de ayer y 9% más que la semana pasada. Pese a este incremento, el tránsito se encuentra más de un 43% por debajo del nivel habitual que tenían las autopistas antes de la cuarentena.
Cerca de las 14.30 ya todos acomodaron la mercadería y muchos han recibido a algunos clientes. El distanciamiento social se cumple a rajatabla. Ningún comerciante quiere volver a la cuarentena estricta y que su local esté cerrado. Solo hay diferencias en una norma: algunos le piden el documento a los clientes y otros no lo hacen.
Por ejemplo Claus Steinbach, de 38 años, es dueño de una bicicletería en el barrio de Belgrano. Él solo deja entrar de un cliente a la vez y les pide el documento a aquellos que se acerquen para comprar un producto.
"Yo pido el documento y que tengan barbijo. Pero si viene alguien porque se le pinchó una goma, lo voy a atender más allá de cómo termine su DNI. Acá vienen enfermeros, chicos que hacen delivery, es decir, la parte de mantenimiento que ofrezco es un servicio que puede ser esencial según las circunstancias. Pero fuera de esos casos, hay que apegarse a las normas, nadie quiere volver para atrás", argumenta Steinbach.
Otro caso es el de Fabio Molina, de 44 años. Él atiende un local de venta y mantenimiento de electrodomésticos. Aún no le pidió el documento a las personas que ingresaron. "Mira, por ahora entraron tres clientes en todo el día. Cuando vea que hacen cola en la puerta del local les pediré el documento, pero ahora no voy a rechazar al único cliente que viene porque su documento es impar y hoy es día par".
Otros rubros que hoy regresan a la actividad son la construcción (solo demoliciones y excavaciones), la administración de escuelas privadas e institutos de formación no universitaria y algunas ferias itinerantes de abastecimiento barrial. El rubro gastronomía y bebidas solo funcionará en la modalidad take away (se ordena y retira por el local, pero los salones estarán cerrados).
Pasado mañana podrán abrir las joyerías, relojerías, bijouterie, mueblerías, concesionarias de autos o motos y el resto de comercios minoristas excepto los de calzado e indumentaria. El sábado también se habilitarán las mudanzas, que solo estarán permitidas los fines de semana.
Los rubros que permanecerán cerrados, salvo los ya mencionados, serán las peluquerías, manicuras, spa, salones de masajes, entre otros locales de los denominados servicios personales. También deberán esperar los shoppings, gimnasios, polideportivos, las discotectas, milongas o salas de baile, entre otros lugares de esparcimiento.
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