Coronavirus en la Argentina. Dos semanas sin casos, ¿cuál es el secreto de Rosario?
La tercera ciudad más importante del país por cantidad de habitantes (1,2 millones) lleva 14 días sin registrar ningún caso de Covid-19 y ya tiene estrategias para salir de la cuarentena y reactivar la actividad económica con la reapertura de los bancos por la mañana y comercios por las tardes.
Durante cuatro semanas desde el primer caso –una persona que había viajado a Inglaterra dio positivo el 15 de marzo-, la curva en Rosario se empinó hasta el 31 del mismo mes cuando se alcanzaron los 80 casos. Pero a partir de entonces la curva creció amesetada y desde el 28 de abril, con el paciente número 98, no registra más casos positivos. Incluso el Presidente de la Nación, Alberto Fernández,la mencionó el viernes pasado en una conferencia de prensa como un ejemplo: "Rosario ha trabajado muy bien y ha podido superar en gran parte el problema del Covid".
Para los expertos, que una ciudad con zonas con déficit habitacional y un 35% de pobreza haya detenido la diseminación del coronavirus se dio por una mezcla de una tradición de salud pública, un tratamiento agresivo de los casos detectados y sus contactos, la posibilidad de hacer los análisis desde el principio en el laboratorio Cemar (Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias) y, quizás también, algo de fortuna. Al momento, hay una sola persona que falleció en la ciudad: un hombre de 66 años que padecía también hipertensión arterial, diabetes y obesidad, murió el 1° de abril. De los otros 97 pacientes positivos, 28 requirieron internación (solo uno continúa en esa condición). ¿Cantidad de testeos totales? Más de 3000.
Además de la contención de los casos confirmados y sus contactos estrechos, la ciudad tuvo la estrategia de usar un registro de pacientes con comorbilidades y de jubilados, según contó Leonardo Caruana, secretario de salud pública de Rosario. "Hemos ido a la casa de cada uno y llevamos medicación para dos meses para que no tengan que salir, les dimos los teléfonos de los médicos de referencia y los vacunamos casa por casa para que no circulen si no es estrictamente necesario", dijo a LA NACION.
Se trata de una presencia territorial que, remarca, no se dio en Italia porque "no todo son tener muchas camas de terapia intensiva y respiradores".
"Hay que aprovechar todos los eslabones de la red, que permite tener alertas tempranas y buscar los casos sospechosos", explicó Caruana.
Casa por casa
En particular, cuando hallaron tres casos en barrios vulnerables, se usó geolocalización para ir casa por casa, retirar a los sospechosos e internarlos para cortar ahí la diseminación. A lo que le sumaron un mapeo con registro y valoración del número de consulta de pacientes con fiebre: si se halla un incremento en el territorio, se actúa.
"La curva térmica es un predictor para anticiparnos. Si hay adultos mayores en la zona buscamos llevarlos a otro lugar. Son valoraciones y sugerencias de epidemiología que están estandarizadas; pero para llevarlas adelante se necesita tener equipos en cada barrio", agregó.
De todas maneras, en el gobierno saben que no pueden cantar victoria sobre todo porque el final de la pandemia ni siquiera empieza a verse en el horizonte y la propia dinámica del coronavirus sigue envuelta en zonas de misterio.
"Rosario tiene buen nivel de vigilancia de los casos y los contactos, y se organizó muy bien", dijo por su parte Andrea Uboldi, exministra de salud de la provincia y miembro del gabinete de expertos convocados por el gobernador de Santa Fe Omar Perotti ante la emergencia.
"La descentralización de laboratorio ayudó a definir rápidamente casos positivos y negativos", agrega.
Sin embargo, no está muy claro por qué el virus dejó de circular cuando ya había habido la llamada "circulación por conglomerados", a partir de una institución de salud y circulación comunitaria en uno de los barrios de menores recursos.
"Quizá tengamos una circulación a tan bajo nivel que no la estemos encontrando. O que la cantidad de casos de dengue de la provincia sea un elemento que condicione que no tengamos tantos casos", agregó.
Casos de dengue
Hasta hoy la ciudad tiene registrados 768 casos de dengue, que comparte algunos síntomas con el Covid-19, sobre todo las altas fiebres. Uboldi recalca que no está claro que más dengue signifique menos Covid y tampoco cómo podría interactuar el nuevo virus con los otros virus típicamente invernales.
"No está claro si se solapan. La población es la misma y el impacto sobre el sistema de salud es igual de importante, los síntomas se mezclan y la intervención debe ser igual. Hay que ver cuando bajen las temperaturas; por ahora, la circulación de la gripe estacional y del sincicial respiratorio (el de la bronquiolitis) es muy baja. Todo los años, el pico de estos virus de invierno en Santa Fe es fines de junio en cuanto a consulta, internados y camas críticas", concluyó Uboldi.
Para Pablo Francisco Parenti, docente de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario y especialista en enfermedades infecciosas, "los buenos resultados se deben a la estrategia, la organización y las políticas sanitarias, además de las medidas drásticas y tempranas implementadas", dijo.
"Rosario y Santa Fe empezaron con curva empinada, pero se controlaron casos y se siguieron de cerca los casos estrechos, además de que la población tuvo un altísimo nivel de acatamiento de las indicaciones de higiene. Los países que no lo hicieron así tuvieron resultados dramáticos y catastróficos", concluyó Parenti.
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