Coronavirus en la Argentina. Con 97 años, una vecina de Pilar logró superar la enfermedad y hoy fue dada de alta
LA NACIONValeria Musse
Hoy fue un gran día para una mujer de 97años, vecina de Pilar. La misma fuerza que la llevó a sortear muchos otros obstáculos en su vida y a superar el dolor a través del tiempo le dio la energía suficiente para vencer al coronavirus y volver al hogar donde se hospeda.
Los ojos apenas asomaban entre la cofia que cubría su pelo y el barbijo. Recostada sobre una camilla, la mujer –sus allegados prefirieron mantener en resguardo su identidad- se despidió en silencio de los médicos y los enfermeros que la acompañaron en el duro camino que se extendió durante 20 días.
No tuvo una vida fácil. Lidió con las consecuencias de la Guerra Civil Española, que obligó a su marido y a ella a dejara su tierra natal para migrar a la Argentina, además de haber sufrido la muerte de sus dos hijos y de un nieto. Sin embargo, dicen sus allegados, fue su fortaleza la que logró resignificar la angustia y seguir adelante. Durante su vida activa se había vuelto una persona solidaria: asistió a enfermos terminales y ayudó a gente sin hogar.
El 26 de mayo pasada la mujer fue trasladada desde donde reside al Hospital Sanguinetti del municipio de Pilar porque no se sentía bien y tenía vómitos. Aunque en principio no se trataban de síntomas comunes asociados al Covid-19, un hisopado confirmaría horas después que sí estaba infectada por el coronavirus.
"A veces, los médicos tuvieron que darle oxígeno cuando se le dificultaba respirar ya que le agarró neumonía", relató una allegada a LA NACION. La mujer casi no puede hablar, pero cuando el personal sanitario le avisaba que sus seres queridos le habían dejado un beso por teléfono (ya que por el estricto protocolo los pacientes deben estar totalmente aislados) ella respondía tirando besos al aire.
Después de permanecer varios días en esa institución y aproximarse a la fase de la curación, la señora fue trasladada al Hospital Solidario Covid Austral, un lugar que solía ser un centro kinesiológico y fue reacondicionado para albergar pacientes diagnosticados con coronavirus. "Mediante la articulación con el sistema de salud público, la señora fue derivada aquí para completar el tratamiento", contó el director a cargo de ese centro sanitario, Manuel Rocca.
El médico enfatizó la importancia de la coordinación entre la gestión pública y privada para superar esta pandemia. Desde el Instituto de Ciencias para la Familia, conformado por voluntarios familiares y dependiente de la Universidad Austral, también se realizó un acompañamiento de los allegados de la paciente.
"Nos compró a todos", dijo Rocca, horas después de que la mujer recibiera su segundo resultado negativo del PCR y el alta ya fuera un hecho.
Ella apenas puede expresarse y está imposibilitada de valerse por sí misma para muchas actividades, pero superó una gran batalla. Otra más en su longeva vida.
Por Valeria Musse
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