Coronavirus en la Argentina: bicicleta, patín o fútbol improvisado, los preferidos de las salidas recreativas de los chicos
"Este es nuestro día para poder salir con los chicos y lo esperamos con muchas ansias toda la semana. Si bien tiene tres años, mi hijo se da cuenta del encierro y me pide salir los fines de semana. Aunque estas últimas semanas le empezó a dar más miedo salir a la calle por las pocas personas que circulan", cuenta Daiana Cernuda, mientras pasea en su bicicleta junto con una amiga y sus dos hijos por los Bosques de Palermo.
Los paseos recreativos con los chicos, fue una de las excepciones que tuvo el regreso a la cuarentena estricta que comenzó el 1° de julio. Los padres deseaban que éstos no sean prohibidos, ya que para ellos es por demás beneficioso tener la posibilidad de salir. En éstos, sus hijos -sobretodo los que rondan las edades de entre dos y ocho años- disfrutan del contacto con la naturaleza, ver caras nuevas y sobretodo, las conocidas como las de sus amigos del colegio.
"Mi hija ya sabe cuándo podemos salir y llega el fin de semana y el pedido es inmediato. Lo disfruta mucho porque puede ver otros chicos de su edad, corre, juega. Es un gran beneficio que agradezco que no hayan quitado. Solemos venir a la mañana que es cuando menos gente se junta, pero los días soleados es más difícil elegir un horario", describe Julieta Angeleri, vecina del barrio de Palermo y que por cercanía también elige los Bosques para los paseos.
Cambio de dinámicas
Desde que el 16 de mayo fueron habilitados los paseos con los chicos, los padres cambiaron sus dinámicas. Siempre respetando los protocolos de prevención e higiene, los fines de semana son el momento para salir de sus hogares y disfrutar del aire libre junto a sus hijos. La mayoría de los adultos consultados por LA NACIÓN señalaron que durante la semana no salen de sus hogares, y de hacerlo por alguna necesidad lo hacen solos. Es por eso, que la llegada de los sábados y domingos, esta posibilidad les cambia la perspectiva y el humor a sus hijos.
"No solemos salir mucho, solo los fines de semana, y más que nada por él (señala a su hijo de tres años). Desde que salimos vemos que está más alegre y se cansa de una manera diferente. Y si bien no habla, cuando ve que es fin de semana, porque no nos ve trabajar, agarra el cochecito y lo arrastra hasta la puerta pidiendo salir", relata Leandro Marino, mientras pasea junto a su hijo y esposa por el Parque Saavedra.
En las primeras horas de la mañana se vio poco movimiento por las plazas y parques porteños. Tanto la Plaza Las Heras, como Plaza Francia y el Ecoparque sobre la avenida del Libertador y Sarmiento, lucieron desprovistas de niños. Apenas un puñado los recorrió junto a sus padres. Fueron más las personas con sus perros. Pero a medida que fueron avanzando las horas y el sol comenzó a tomar fuerza, ya cerca del mediodía, numerosos grupos de chicos juntos a sus padres empezaron a acercarse a los espacios verdes.
Por los Bosques de Palermo se vio mucho movimiento, sobretodo en bicicleta, patines y monopatines. Padres junto a sus hijos enseñándoles a andar en bicicleta, otros corriendo detrás de ellos para no perderlos de vista, y otros tantos frente al lago disfrutando y jugando con los gansos. Risas y gritos sobresalieron de los pequeños grupos de niños reunidos alrededor de uno de los animales. Algún llanto, también se llegó a oír tras una caída de la bicicleta.
Disfrutar del bosque
"Vinimos hasta acá porque mi hija quería conocer los gansos. Vivimos un poco más lejos, pero hoy decidimos hacer el esfuerzo para que ella los conozca. Además cambiar de escenografía está bueno, y estos bosques están buenos", dice Belén Griglone, madre de Luna. "No somos de salir siempre, pero siempre que lo hacemos tomamos todas las medidas de precaución que podemos, el distanciamiento es clave", añade.
En la plaza frente a los bosques también se vio chicos jugando. De a pequeños grupos, y bajo el cuidado de sus padres, los niños corrían con alguna pelota y se revolcaban sobre el pasto. Una similar imagen se dio en el Parque Saavedra, donde por su verde inmensidad, algunos padres improvisaron arcos para jugar al fútbol, otros se divirtieron con sus autos eléctricos a control remoto y otros simplemente caminaron junto a sus padres y algún amigo.
"Evitamos venir a la tarde justamente por la cantidad de personas circulando. Hoy veo que hay más gente que otros fines de semana, pero puede ser por el clima. A mi hijo de ocho años, le da lo mismo salir o no, pero siempre le insisto para salir, y hay veces que coordinamos con algún otro padre y ahí sí se entusiasma para el paseo", describe Hernán Grand Ponce, padre de Santiago.
Para esta nueva fase de la cuarentena, el gobierno de la ciudad continuó con su protocolo de seguridad -que lleva alrededor de un mes- en los accesos a los Bosques de Palermo y parques. En cada uno de los accesos, un grupo de empleados y voluntarios, permite el ingreso solo a los padres con sus hijos, todos los demás ciudadanos no pueden pasar. De esta manera, buscan disminuir el tránsito de personas y aglomeraciones innecesarias. Sin embargo, apuntan algunos de los empleados de estos puntos, no todos acatan el llamado y acceden igual. Lo mismo sucede con el tapabocas, que es de uso obligatorio, algunos no los utilizan y ante el llamado de atención reaccionan de manera agresiva.
"Soy de venir siempre y no voy a dejar de hacerlo. Es verdad que los números asustan, pero creo que teniendo todas las medidas necesarias y tomando buena distancia está bueno salir. Además a la edad de mi hija (tiene tres años) creo que es muy importante que empiece a relacionarse con otros", explica Manuela, quien prefirió no decir su apellido, mientras corre a su hija por el Parque Saavedra.
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