Coronavirus: "adaptación", la clave para enfrentar mentalmente los efectos de la pandemia
Estamos frente a una pandemia de coronavirus, tal como lo definió la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto significa que es algo que nos afecta como aldea global, con noticias que nos bombardean todo el tiempo, y que lógicamente generan estrés y tensión social.
Desde mi punto de vista, lo mejor que podemos hacer es operar frente al peligro con un objetivo que en términos psicológicos se denomina "adaptación". Esta adaptación implica modificar en forma global nuestros hábitos y costumbres, y reemplazarlos por otros que ya están disponibles públicamente y que nos protegerán razonablemente a nosotros y a los que nos rodean.
Si podemos cumplir esta adaptación, aunque sea molesta y fastidiosa, las consecuencias serán mucho menores que si negamos la realidad y nos ponemos insensatamente rebeldes, pretendiendo que no pasa nada.
La adaptación, que tal vez llegue a una restricción de movimientos para todos, a la suspensión de las clases y a tener que trabajar desde casa, eliminando las reuniones sociales y hasta familiares, traerá consecuencias psicológicas también, como enojo, depresión, ansiedad, temor a contagiar o ser contagiado, auge del pensamiento hipocondríaco, insomnio y consumo de alcohol y drogas, entre otras, y será necesaria entonces la consulta con el especialista psiquiatra en forma urgente.
También tenemos que pensar en las consecuencias psíquicas para los equipos de salud, médicos, enfermeros y personal paramédicos, que sufrirán burnout, depresión, ansiedad aguda y otros fenómenos psicopatológicos, los que también resultará necesario comprender y tratar.
Pero lo básico es entender que, una vez más, tenemos la capacidad de superar esta crisis si somos ordenados, respetuosos de las normas y nos atenemos a las consignas que por todos los medios de difusión se están divulgando.
Los profesionales de la salud, independientemente de su especialidad, serán los que transmitirán a sus pacientes las consignas a seguir en modo claro y tranquilizador, y será bueno que toda la población, antes de concurrir a los centros de salud, pueda consultar a los números habilitados (107 en Capital, 148 en Buenos Aires y 0800-222-1002, a nivel nacional) sobre sus síntomas y sobre la necesidad o no de acudir a una consulta médica.
Finalmente, la recomendación es no intoxicarnos con noticias todo el tiempo: establecer sí una rutina diaria, cumpliendo con las normas sanitarias, y realizar un plan de actividades cotidiano que emplee el tiempo disponible. El coronavirus, como tantas otras pestes que azotaron a la Humanidad, será historia. Nosotros, como sociedad, la seguiremos haciendo.
(*) El autor es médico psiquiatra y profesor universitario, y fue perito del Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.
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