Córdoba: se quiso subir a un carro en movimiento y sufrió graves heridas que le provocaron la muerte 17 días después
El trágico accidente tuvo lugar el pasado 1 de julio, cuando Matías Olivero volvía de la cancha; le tuvieron que extirpar el bazo y un riñón y sufrió múltiples fracturas
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Matías Olivero, de 31, murió en las últimas horas de este lunes en el Hospital Iturraspe de San Francisco, Córdoba, donde había sido internado tras sufrir un grave accidente y agonizar durante 17 días. El pasado 1 de julio, el joven intentó subir a un carro en movimiento, tropezó y fue aplastado por la rueda del vehículo. El percance le produjo heridas severas, que requirieron de numerosas intervenciones quirúrgicas.
Según precisó La Voz del Interior, el hombre oriundo de la ciudad de Morteros volvía de la cancha cuando ocurrió el incidente. Desde ese entonces, no recobró la consciencia. En principio, fue llevado al Hospital José Sauret. Sin embargo, debido a la delicada situación en la que se encontraba, lo trasladado al Hospital Iturraspe. Allí permaneció en coma farmacológico y con asistencia respiratoria mecánica.
De acuerdo al parte médico que trascendió en este entonces, el aplastamiento estaba localizado en la zona del tórax y la región izquierda de su cuerpo. Profesionales de la salud tuvieron que extirparle el bazo y un riñón además de tratar las fracturas expuestas en tibia y peroné, tres costillas quebradas y una vertebra fisurada. El pasado 12 de julio, se sumó al cuadro un proceso infeccioso, que le ocasionó una fiebre permanente.
“Es un caso complicado, está sedado, con respirador y diálisis. Tuvo un traumatismo muy fuerte de tórax, tuvo fracturas expuestas porque la rueda pasó por encima de sus piernas y el abdomen. Nos seguimos ocupando de todas las complicaciones que surgieron en el cuadro de este chico”, había informado Valentín Vicente, director del hospital. Finalmente, Olivero falleció 17 días después del accidente.
“Trabajaba de albañil, tenía 31 años y vivía con mi mamá, él era el segundo de cinco hermanos. Era muy querido en Morteros, tenía amigos por todos lados. Además era el único que iba a la cancha siempre viendo al Tiro [Federal] y a Atlético Este”, lo recordó su hermana Yanina Olivero.