Córdoba: la Justicia avanzó contra la madre que huyó con sus hijos y el menor de ellos ya partió a Alemania con el padre
Constanza Taricco permanece con prisión domiciliaria y tobillera electrónica, lo que complica su situación para recuperar la tenencia de los menores; la hija mayor no viajará a Europa
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La defensa de Constanza Taricco -la madre cordobesa cuyos hijos de 10 y 6 años deberán partir a Alemania para vivir con su padre a raíz de una sentencia de restitución internacional- denuncia que el juzgado de Villa Dolores, a cargo de la jueza Sandra Cúneo, inició un proceso de “revinculación forzada” con Soeren Hars, ciudadano alemán y padre biológico de uno de los menores. Además, fuentes indicaron a LA NACION que la Justicia avanza en la restitución y por lo menos uno de ellos, el menor, viajó este sábado a Hamburgo para instalarse allí. La madre, en tanto, continúa con prisión domiciliaria en la ciudad de Córdoba.
La audiencia tuvo lugar el jueves al mediodía. Según afirmó una de las letradas que representa a Taricco, los niños ingresaron solos y fueron separados de su abuelo “a pesar de que la mayor -que no es hija biológica de Soeren- manifestó que no quería entrar”.
De la reunión participó la jueza y el encuentro con el padre -que volvió a ingresar a la Argentina tras la aparición de su exesposa e hijos- duró alrededor de cuatro horas. “Las abogadas no pudimos ingresar y los menores no pudieron tener acompañamiento terapéutico, estuvieron sin comida y encerrados”, aseguró una de las letradas a LA NACION.
“Han obligado a iniciar un proceso de revinculación a los niños con el ciudadano alemán sin atender las necesidades y la palabra de los menores”, agregó luego. “Fue muy brutal [la audiencia] y con poco cuidado; la Justicia quiere seguir avanzando en la restitución a Alemania, que será mañana [por este sábado]”, sostuvo.
El viernes por la noche el menor de los hermanos se quedó con el padre, pero la mayor “no quiere” -dijo la abogada- y por estas horas permanece con Taricco a la espera de una definición. “El juzgado la quiere obligar a irse”, agregó la letrada. Esta tarde se confirmó que la niña finalmente no viajará a Europa y se quedará en Córdoba.
Según el fallo del tribunal de Villa Dolores, al que tuvo acceso LA NACION, Soeren asegura que el centro de vida de sus hijos es en Alemania ya que vivieron allí y hablan el idioma. Además indica que el padre debe residir en Europa por su trabajo porque es el principal sustento económico de la familia y percibe un haber mensual de 7000 euros por su trabajo en una empresa de autos.
En este marco el hombre había proporcionado la dirección de un departamento ubicado en la ciudad de Hamburgo para que los tres se instalen allí.
Soeren denuncia que sus hijos no están insertados en un sistema educativo formal luego de dejar su residencia en Samaipata, Bolivia (país en el que también residieron), para vivir en la localidad cordobesa de Nono. El fallo dice además que Taricco -según conversaciones de WhatsApp adjuntadas como pruebas- manifestó su deseo de volver a Alemania con sus hijos, pero que luego se arrepintió y le ofreció a su exmarido que él se lleve a los menores. “Los niños están conmigo y si querés pueden ir con vos. Pero no voy a dejar mi vida aquí y todo lo que tengo que hacer ahora porque decidís quedarte en Alemania. No es justo. Podés llevarte a los niños y luego quizás veas lo que realmente quieren sin mí en el plan. Vos y tus hijos”, le habría dicho la cordobesa a su exesposo.
La sentencia afirma que la permanencia de los niños en la Argentina fue “en contra de la voluntad de su padre” -ya que la familia entera vivió varios años en Bolivia y tenían residencia allí-, por lo que es considerado para la jueza una “retención ilícita”, razón por la cual falló a favor Soeren. En ese marco, la jueza remarca que los niños habrían dicho que asumieron la resistencia de volver a Alemania basados en la postura de su madre.
“Su libertad de decisión se encuentra afectada por la conflictividad de sus progenitores y su grado de madurez conforme a la edad de los pequeños”, añade.
Según pudo reconstruir este medio, Taricco y Soeren se conocieron en Bolivia cuando la mujer ya tenía una hija de tres años. Él puso una empresa de granos de café en la localidad de Samaipata, zona de Santa Cruz de la Sierra. Durante esa relación, tuvieron un hijo, por lo que ambos menores se criaron entre Bolivia y Alemania.
Durante la pandemia por coronavirus Soeren volvió a Alemania por trabajo, mientras que Taricco y sus hijos se quedaron en Bolivia. Una vez concretado el divorcio del matrimonio, la madre y los menores se trasladaron a vivir a Nono, en Córdoba, aparentemente “sin consentimiento del alemán”. En ese marco fue que Soeren inició la demanda de restitución.
El día en que Taricco se tuvo que presentar a la audiencia con sus hijos el 25 de julio para que los tres vayan a Alemania, se perdió el rastro; sin embargo la semana pasada se entregó. Ella permanece en prisión domiciliaria con tobillera electrónica por presunta sustracción de menores, algo que complica su situación para recuperar la tenencia.
En este marco el abuelo materno de los niños denunció penalmente a Soeren por “estafa procesal”, es decir, aportar falsa información para engañar a la Justicia y así obtener un fallo a su favor. En la presentación judicial, José Luis Taricco asegura que el alemán no reside en la dirección aportada en Hamburgo y que sus hijos no iban a la escuela en esa ciudad sino en Berlín. También afirma que su hija no secuestró a los menores.
La Justicia no considera que la restitución a Alemania implique un daño o perturbación en el estado emocional de los menores e insta a Taricco a seguir el reclamo en Europa.
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