Contra la erosión del mar: el ingenioso método que usan en Villa Gesell para retener arena en las playas
El municipio avanza con la instalación de enquinchados sobre gran parte del principal frente de paradores
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VILLA GESELL.- La erosión costera es un problema grave para todo el frente marítimo bonaerense y, en particular sobre sus localidades balnearias, que tienen en sus playas uno de los pilares de la industria turística y las viviendas con mayor proximidad al mar como franja de alta cotización en el mercado inmobiliario.
Pero la dinámica oceánica juega fuerte y ya ha pasado factura. Gana terreno, se queda con la arena y pone en riesgo no solo la superficie que es la oferta de paradores públicos y privados, sino también las propiedades, que en varios puntos de este corredor han quedado con los cimientos a la vista o, incluso, se derrumbaron cuando les tocó convivir de corrido con la cercanía de las olas.
Quizás el mejor ejemplo sea Mar del Plata, donde se realizó una monumental obra con dragas que tomaron arena de las profundidades del acceso al puerto local y la volcaron sobre las principales playas para ganar hasta más de 200 metros de extensión entre la infraestructura de balnearios y el mar. Hoy, 25 años después, el escenario es igual o peor al inicio de aquellos trabajos, en especial desde Playa Grande hasta La Perla.
En Villa Gesell la solución sobre la que se empieza a avanzar es la de instalación de enquinchados sobre gran parte del principal frente de paradores de playa. Son enrejados de madera, en otros casos reforzados con ramas, que perfilados en sentido al mar ofician como trampa para retener arena y evitar que el mar se la trague o el viento la sople hacia las calles más cercanas.
Estas obras son consecuencia de un programa de recuperación de médanos que permite llevar adelante la propuesta de especialistas del Instituto de Geología de Costas y Cuaternario de la Universidad Nacional de Mar del Plata para ponerle un límite a la erosión marina y avanzar en el proyecto de recuperación de superficies de playa.
Las obras
En este primer tramo se colocaron 250 enquinchados a los largo de unos 4500 metros de playas, con los que se espera que la arena quede en su lugar y deje de acumularse sobre la rambla y las calles y propiedades de primera línea frente al mar que acompañan el extenso recorrido costanero que tiene esta localidad. “Los enquinchados son buenos cuando las playas son anchas y para juntar arena”, explicó a LA NACIÓN el doctor en Ciencias Naturales y licenciado en Geología Federico Isla.
“La falta de un adecuado plan de manejo costero integrado para el municipio, junto a las tormentas sudestadas, han generado un deterioro de las playas geselinas”, confirmaba hace poco más de un año un informe realizado por especialistas del Comité Nacional de Investigaciones Técnicas y Científicas (Conicet).
En ese mismo reporte se destacaba la alternativa de los enquinchados como herramienta válida y eficaz para la regeneración de playas, pero también advertían que se requieren condiciones de mantenimiento constante para optimizar los resultados. En principio, controlarles su evolución para que se mantengan en pie y sin daños. Y por otro y central, evacuarlos cuando quedan saturados de arena, oportunidad para que ese material sea repartido en otros puntos de la playa y permitir que se siga acumulando en estas trampas. “Estos excesos pueden llegar a vegetarse y en ese caso la arena acumulada y fijada en el médano ya no participará de un intercambio con la playa”, detallaron desde la institución.
Ahí es cuando Isla recordó que durante los años 70 y 80 se hicieron enquinchados que juntaron mucha arena y se la dejó acumular como paso final. “Son médanos muy altos que se forestaron y allí se quedaron sin arena en la playa”, explicó sobre la consecuencias de la falta de un oportuno y efectivo plan correcto de manejo y defensa del frente costero.
Como ejemplo de buenos pasos, citó la experiencia que vienen realizando durante los últimos años con asesoramiento al municipio de Tres Arroyos, con foco en Claromecó, donde afirmó que también se recurrieron a enquinchados, pero “cuando dejan de funcionar, porque acumulan mucha arena, se la retira con retroexcavadora y se distribuye en la playa, que es de donde viene”.
Desde la comuna de Villa Gesell informaron que en “sectores estratégicos” del frente marítimo de este destino turístico se emprenderá el sembrado de especies nativas para dar una cobertura verde autóctona que ayude a la fijación y atenuación de movilidad de algunas de esas dunas.
El plan emprendido también contempla una campaña de información sobre la importancia del cuidado de las formaciones medanosas y su preservación. Y contempla una segunda etapa que atenderá la situación de desagües pluviales y la posibilidad de reducir su impacto sobre estas superficies de arena cuando descargan su volumen hacia el mar.
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