Consejos: cómo prevenir uno de los dolores más comunes que, según se prevé, en 2050 afectará a 843 millones de personas
La lumbalgia es la segunda causa de consulta médica; se la asocia con las malas posturas, el sedentarismo y patologías en la columna
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“La lumbalgia es la segunda causa de consulta médica, luego del resfrío”, afirma Matías Baldoncini, neurocirujano y profesor de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Buenos Aires.
Los números sobre la incidencia de las lumbalgias son alarmantes. Un estudio publicado en la revista científica The Lancet Rheumatology muestra que, para 2050, la cantidad de personas con dolor en la parte baja de la espalda crecerá significativamente. Si en 2020 hubo 619 millones de personas con dolor lumbar, en el informe se estima que en 47 años esa cifra aumentará a 843 millones.
Los especialistas locales consultados por LA NACION resaltan que la mayoría de las lumbalgias ocurren por la mala postura y esfuerzos musculares excesivos o mal hechos; en un segundo orden, son causadas por patologías discales. Para prevenir el dolor lumbar, los expertos recomiendan ejercicios sin impacto que refuercen la zona media del cuerpo, como los espinales, el abdomen y los glúteos.
“La lumbalgia es una de las afecciones más comunes en todo el mundo y habitualmente se reconoce como un dolor en la parte baja de la espalda. En algunos casos, puede irradiarse hacia un costado de la espalda o a una pierna. Es una de las principales causas de discapacidad en todo el mundo y afecta a individuos de todas las edades. Se estima que alrededor del 80% de las personas experimentarán dolor lumbar en algún momento de su vida, pero es más común desde la mediana edad en adelante. Se calcula que el dolor lumbar afecta a alrededor del 60% de los mayores de 60 años”, advierte Baldoncini.
El especialista sostiene que si bien la mayor prevalencia se presenta en personas mayores, también es una afección que puede alterar la calidad de vida de jóvenes y adolescentes; especialmente, de aquellos sedentarios o que practican deportes de alto impacto. Por otra parte, este dolor es común durante el embarazo debido a los cambios en el cuerpo y a la postura, detalla Baldoncini.
“Es mucho más frecuente la lumbalgia en los mayores, pero en las personas de más estatura que el promedio las lumbalgias suelen presentarse a más temprana edad. Si cada vez que nos vamos a plegar hacia adelante las lumbares son una bisagra, la gente alta tiene más palanca”, describe Javier Furman, kinesiólogo y fisioterapeuta.
¿Por qué se generan?
Las causas que desencadenan una lumbalgia son muy diversas. “Algunas de las más comunes incluyen lesiones en los músculos de la región lumbar y en los ligamentos de la espalda, hernias de disco, ciática, escoliosis, inflamación en las articulaciones vertebrales o estenosis espinal. El estilo de vida sedentario, la mala postura, la obesidad, fumar y el estrés también pueden provocarla”, señala Baldoncini.
“Si vamos a las causas que la generan entramos en un mundo muy amplio. Lo que más se ve en el consultorio tiene que ver, además de los problemas musculares, con las discopatías, como las hernias de disco, pinzamientos o abombamientos. Los discos son almohadillas gelatinosas que amortiguan el movimiento entre las vértebras y le otorgan movimiento a la columna. La columna lumbar o lumbosacra, que es la unión entre la columna lumbar y la pelvis, es la gran bisagra de nuestro cuerpo, por eso tienen tanta prevalencia la hernia de disco, la famosa quinta vértebra lumbar y el sacro”, explica Furman.
Por eso, a modo de prevención, Santiago Aguer, cirujano especialista en columna del Servicio de Traumatología del Hospital Británico, recomienda el fortalecimiento de la zona media del cuerpo. “Hay que hacer ejercicios para el abdomen, la zona espinal, los glúteos y las piernas. Por supuesto, siempre recomendamos actividades de bajo impacto. De hecho, cuando un paciente tiene una lumbalgia se le recomienda ponerse calor, tal vez una faja, pero sobre todo moverse, no quedase quieto y hacer ejercicios cuidados”, apunta Aguer.
Baldoncini agrega que el tratamiento para tratar una lumbalgia depende del origen subyacente del dolor. Según la gravedad, dice que es posible que se necesite un tiempo de descanso para permitir que los músculos de la espalda se curen. Pero, después del reposo, se recomienda actividad física regular para mantener los músculos fuertes y prevenir futuros episodios.
“Los analgésicos y los antiinflamatorios pueden ayudar a aliviar el malestar y reducir la inflamación. Los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento de los músculos de la espalda también ayudan a mejorar la postura y reducir la tensión en la columna vertebral. En casos graves, como el de una hernia de disco que comprime una raíz nerviosa y dificulta la movilidad de una pierna, la cirugía puede ser necesaria para corregir la causa subyacente. En estos procedimientos, por caso, se utilizan técnicas mínimamente invasivas que permiten menor tiempo de recuperación, menor dolor posoperatorio y mejores resultados en la estabilidad de la columna”, sostiene Baldoncini.
Por su parte, Furman indica que hay, además, tratamientos médicos que facilitan la regeneración de los tejidos con mayor velocidad posibilitando una recuperación más rápida.
“Una terapia posible es la ozonoterapia, que es un gas que se aplica en los músculos paravertebrales y estimula la velocidad con la que podemos recuperar nuestros tejidos. Este es un tratamiento médico. Por otro lado, está la osteopatía, que son técnicas manuales combinadas en las cuales usamos las manos en el cuerpo del paciente para mejorar la biomecánica, no solo de la columna lumbar, sino sobre todo de la periferia. La quiropraxia también es otra técnica posible”, concluye Furman.
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