Conocer la herramienta no alcanza
Los adolescentes se sienten expertos en tecnología y aseguran que son los que más saben de computación en la casa. Ese saber, sin embargo, sólo es instrumental. Conocen la herramienta mejor que sus padres. Pero la orientación y el criterio es siempre de los adultos. ¿Cómo orientar a los chicos en un uso seguro de Internet?
No equipar la habitación con tecnología. Cuando los chicos tienen tecnología en su cuarto, pasan más tiempo con ellas y más en soledad. Conviene ubicar las pantallas en espacios comunes: una sala, un escritorio, la cocina o el comedor.
Saber cómo usan las tecnologías. La mejor manera de prevenir situaciones de riesgo es conocer el uso que los chicos hacen de Internet, los sitios que prefieren, las personas con las que se comunican, las fuentes que usan para la tarea y la información que suben a su perfil.
Construir un "código familiar de Internet". Es útil redactar entre los miembros de la familia un código sobre el uso de Internet: acordar el tiempo de navegación por día, los momentos, los sitios que pueden visitar, las páginas que no conviene ver (pornografía, discriminación, etc.) y el tipo de información que pueden subir a las redes sociales.
No hay nada privado. Explicarles que lo que suben a la Web es público y puede ser visto por amigos y por desconocidos. Decirles que nunca incluyan en la Web información personal o fotos privadas que puedan reflejar mucho de sí mismos o de sus familias.
Difícil de borrar. Queda allí para siempre. Un motivo más para evitar subir información de la que, con el tiempo, se puedan arrepentir.
Derecho a la intimidad. Es importante que sepan que todas las personas tienen derecho a la intimidad, incluso en Internet. No se pueden publicar en la Web datos o fotos de otra persona sin su autorización.
No al cyberbullying. Es el acoso a través de Internet. Burlar, calumniar, hacerse pasar por otro e inventar perfiles son formas de acoso. Cualquier agresión (bullying) por Internet es ilegal. Es conveniente explicar a los adolescentes que las burlas en la Web son formas de violencia que generan los mismos efectos que las de la vida real.
No todo es verdad. Cada vez más estudiantes usan Internet para la tarea escolar. Eligen el primer link que encuentran y no siempre distinguen la credibilidad de la fuente. Es importante aprender a chequear la información antes de usarla.
No contactarse con desconocidos. Muchos adolescentes aceptan en su perfil a gente que no conocen. Puede haber adultos malintencionados que asumen otra identidad para buscar contactos con adolescentes. Advertirles que, en ningún caso, se encuentren personalmente y solos con gente que hayan conocido en la Web.
La autora es doctora en Comunicación de la Universidad de París y especialista en cultura juvenil
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