Conmoción por la muerte de cinco jóvenes en una fiesta electrónica
Según el estudio toxicológico, las víctimas habían consumido drogas; investigan si fueron pastillas de éxtasis adulteradas; hay cinco internados en estado reservado
Así fue el final de la Time Warp, la fiesta electrónica que convocó a una multitud en Costa Salguero y terminó en tragedia: todavía estaba oscuro en la madrugada de ayer y en la puerta del complejo todo era desazón. Había jóvenes descompuestos sobre las veredas de pasto y los responsables de seguridad seguían trayendo chicos, duros como tablas, que vomitaban y sufrían convulsiones. Los médicos contratados para el evento no alcanzaban a atenderlos. Llamaron al SAME. Cuando llegaron las ambulancias, dos de esos chicos estaban muertos. Otros ocho fueron trasladados hasta los hospitales Fernández, Rivadavia y Argerich. Uno de ellos murió en el camino y otros dos, poco después de llegar al hospital.
Otros cinco jóvenes permanecen internados, en estado reservado. Algunos de los que llegaron con vida al hospital tenían 42 grados de temperatura corporal.
Aunque hay que esperar los resultados de los análisis toxicológicos de las autopsias y los de laboratorio de las pastillas secuestradas en el predio, los investigadores del caso siguen dos pistas firmes: que las víctimas habían consumido pastillas de éxtasis adulteradas, el "falso éxtasis" y que por el horario en el que se descompusieron -el SAME recibió el pedido de ayuda a las 6.05- la droga la adquirieron dentro de la fiesta.
En un primer momento las autoridades sanitarias indicaron que las víctimas habían tomado éxtasis, cuyo principal componente es la metilendioximetanfetamina (MDMA), pero fuentes cercanas a la investigación sospechan que en realidad habían ingerido pastillas que contenían alta concentración de la letal parametoximetanfetamina (PMMA).
Conocida como "falso éxtasis", la PMMA resulta ser letal, entre otras razones porque tarda más tiempo en hacer efecto, y la persona piensa que la carga de la droga no le alcanzó e ingiere más pastillas. Los toxicólogos dicen que esto incrementa el riesgo de hipertermia, intoxicación y muerte. Cuando llega el efecto que se estaba buscando, es tarde y se está en una sobredosis.
Ésta es la principal hipótesis que manejan los investigadores del caso, que quedó en manos de la Fiscalía Nacional de Instrucción N° 24, a cargo de Sandro Abraldes, y del fiscal de la Procuraduría de Narcocriminalidad, Diego Iglesias.
Ayer, los fiscales difundieron un comunicado en el que solicitaban la colaboración y el testimonio de quienes pudieran informar sobre lo ocurrido durante la fiesta Time Warp. Por la tarde, mientras Abraldes se dedicaba a tomar declaración a testigos, Iglesias enfocó la investigación a determinar de dónde provino la droga que las víctimas consumieron, cómo se introdujo en la fiesta y quién la vendió. No se descarta, sin embargo, que en los próximos días el caso pase al fuero federal. Las identidades de las víctimas no se difunden por pedido de la físcalía.
Uno de los síntomas de la PMMA es la termperatura corporal elevada, algo que experimentaron los jóvenes que se descompusieron durante la fiesta y que empeora en caso de encontrarse en lugares cerrados y con mucha gente.
Meses atrás, el gobierno español, a través de su Plan Nacional Sobre Drogas, emitió una alerta acerca de la circulación de pastillas de éxtasis que supuestamente contenían MDMA y "sin embargo, se ha identificado una elevada concentración de otra sustancia: PMMA".Algunas de esas pastillas llevaban el logo de Superman, aunque esto también es utilizado en las pastillas de MDMA, por lo que la persona no sabe que está consumiendo otra droga.
Distintos jóvenes que asistieron a la fiesta relataron a LA NACION que si bien en el ingreso había controles para evitar que la gente entrara con alcohol o drogas, y que de hecho se les retenían ambas cosas en los cacheos, adentro de la fiesta había gran cantidad de personas consumiendo y vendiendo droga.
"La mayoría eran pastillas de éxtasis. Algunas estaban identificadas con el logo de Superman. Otras con el de Versace, de Porsche. Se supone que la más potente es una que te la ofrecen como un Lamborghini. Son todas de MDMA, varía la carga de cada una", contó un joven que estuvo en la fiesta y pidió no ser identificado. Cuando él salió del evento, la fiesta todavía seguía, aunque pudo ver cómo los responsables de la seguridad y un bombero sacaban a un chico que estaba descompuesto.
Según informaron fuentes del hospital Fernández, donde murieron dos de los jóvenes de la fiesta, los primeros resultados toxicológicos de las autopsias indicaron éxtasis positivo. Aunque, según se aclaró, podría tratarse de una mezcla de sustancias. Ahora los investigadores esperan los resultados definitivos de las autopsias y también los análisis de las pastillas que fueron secuestradas por la Policía Federal en los tachos de basura de Costa Salguero y en el VIP de la fiesta.
Los organizadores debieron suspender la segunda jornada de la Time Warp, prevista para ayer. El predio fue clausurado preventivamente, aunque tenía todos los permisos. Ayer por la tarde, los efectivos de la Policía Federal recorrieron los pabellones donde se realizó la fiesta y encontraron distintas pruebas, ahora en manos de los peritos.
Distintas versiones indicaban que durante la fiesta, en los baños del complejo no había agua. Denuncian que los organizadores cortaron el servicio para que los jóvenes compren bebidas en las barras, ya que el consumo de drogas sintéticas en lugares cerrados produce mucha sed. No obstante, desde el Centro Costa Salguero se informó que el control y la organización del evento estuvo a cargo de Dell Producciones y que "todos los servicios e infraestructura del complejo funcionaban perfectamente".
Otro joven que también estuvo en la fiesta, relató a LA NACION que en su experiencia, en los baños sí encontró agua, aunque detalló que una persona de seguridad impedía que se recargaran botellas con agua en el baño. "En cambio, había que comprar las botellitas de marca Block, que se venden en la barra a 40 pesos, y que no son de agua mineral, sino agua filtrada, que es embotellada por la misma persona que organiza el evento",denunció.
Tal como se ve en la foto, ésa es la marca que tienen las botellas que quedaron en el piso tras la fiesta. LA NACION quiso conocer el origen de la empresa, pero no encontró registros de una empresa de aguas llamada Block. Los organizadores de la fiesta no contestaron las llamadas.
Antecedentes trágicos
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Es la cantidad de muertes ocurridas en fiestas electrónicas que, al menos, se registraron desde 2008 hasta hoy en el país. El último caso tuvo lugar el 21 de febrero de 2015, cuando Lucio Correa, de 17 años, fue atropellado por un camión en la avenida Lugones, en la Capital, luego de salir de una fiesta de música electrónica, cerca del Planetario. El joven murió al instante. Un mes antes, el 17 de enero, Felipe Balderiote, un joven correntino de 19 años, falleció tras consumir éxtasis en Pueblo Límite, un boliche de Villa Gesell
Con la colaboración de Gabriel Di Nicola