Confirmaron que hubo negociaciones con los secuestradores del argentino en Nigeria
La policía y familiares de Santiago López Menéndez confían en un rescate
"Está bien, le estamos dando agua y comida." Las palabras, dichas por los captores de Santiago López Menéndez, las reprodujo ayer en declaraciones radiales Jorge, el padre del ingeniero agrónomo argentino de 28 años que fue secuestrado anteayer en el campo de la empresa Flour Mills of Nigeria donde vive con su novia. "Es lo único que tenemos de ellos -dijo Jorge-. A Santiago se lo llevaron con su teléfono y con la radio, un equivalente a un Nextel, pero en ninguno de los dos contesta."
Las versiones que existían sobre negociaciones con los secuestradores se confirmaron ayer con las declaraciones de parte del vocero de la policía estatal de la localidad nigeriana de Kontagora, Bala Elkana, reproducidas por la agencia AFP. "Nos estamos acercando a los secuestradores y tenemos muchas esperanzas de rescatar al extranjero."
Por su parte, el embajador argentino en Nigeria, Gustavo Dzugala, que mantiene una relación de amistad con Santiago López Menéndez, y que ahora se instaló en la casa de campo donde vive la pareja argentina para seguir de cerca las negociaciones, confirmó ayer que están en contacto con los secuestradores. "Estamos negociando la liberación", dijo, aunque aseguró que aún no les dieron una prueba de vida.
Además, informaron que al menos diez camionetas patrulla y un equipo especial antisecuestros se ha desplazado a la zona para rescatar al jóven argentino.
Santiago López Menéndez fue secuestrado anteayer a la mañana, en un campo de Flour Mills of Nigeria, en la ciudad de Machagu, cuando estaba con su personal regulando una sembradora, en una ruta que, según describió el vocero Elkana, está en malas condiciones y suele ser utilizada por motociclistas porque resulta "difícil de transitar". Un lugar que, según confirmó, ya se habían producido secuestros en el pasado.
Secuestro extorsivo
Los hechos dieron a entender a los investigadores que se trataría de un secuestro con algún trabajo de inteligencia anterior porque los secuestradores, luego de amenazas con disparos al aire, capturaron directamente al argentino.
"Dentro de lo malo del tema, por suerte es un secuestro extorsivo -dijo ayer el padre de Santiago, que vive con su esposa en Mar del Plata, a radio Brisas, de esa ciudad balnearia-. Porque que sea extorsivo y no político abre una esperanza. Evidentemente, las negociaciones llevan su tiempo. Todos querríamos que ya esté libre Santiago, pero esto recién empieza."
En ese sentido, ya desde ayer se descartaba en principio que se trate de Boko Haram, el grupo islamista que ha aterrorizado a Nigeria en los últimos años con atentados y secuestros masivos, ya que Kantagora está fuera de su zona de influencia. Desde 2009, la insurrección islamista y su represión por parte de las fuerzas de seguridad ya dejaron más de 15.000 muertos.
De las negociaciones y la investigación no sólo se está encargando la policía local y militar, sino que la empresa aportó un negociador, además del embajador argentino en Nigeria que sigue de cerca todo el proceso. "Aparentemente en Nigeria este tipo de cosas no es que sean comunes, pero se dan porque es un país que tiene mucho petróleo, y buscan secuestrar a alguien que no sea del país. Como hay muchos técnicos que van a Nigeria, buscan eso sabiendo que atrás está el respaldo de una empresa grande", dijo Jorge.
"No tengo la confirmación, pero sé que en el mundo es muy común que las empresas grandes que van a países que presentan problemas de seguridad, contraten ese seguro, pero no tengo la certeza. La empresa nos hizo saber que nos olvidáramos del tema que ellos iban a negociar e iban a hacer lo que tuvieran que hacer para que Santiago quede en libertad. Ahora si es a través de un seguro o si va a salir de la caja de la empresa es una cosa que no puedo confirmar", agregó el padre, que tampoco detalló el monto que exigen los secuestradores.
Una oportunidad
Santiago se recibió de ingeniero agrónomo en la UBA en 2013, y desde entonces tuvo una vida laboral activa en el campo, entre la ciudad de Buenos Aires y Coronel Suárez. El año pasado, Flour Mills of Nigeria, gigante agroalimentario de ese país africano, contactó a Santiago para ofrecerle un trabajo como asesor técnico en Kaboji Farms, y le pagó un viaje para que conociera el lugar junto a otros dos jóvenes argentinos. Finalmente, la empresa nigeriana le ofreció el puesto a López Menéndez.
"Lo de Santiago fue una oportunidad profesional; inclusive yo lo apoyé muchísimo para que la aceptara porque me pareció que era un desafío y una experiencia para cualquiera y en cualquier momento -contó ayer su padre a Brisas-. Estaba en la edad ideal, con toda la vida por delante, y la experiencia de ir a hacer algo a un país con tan poco desarrollo en la parte agrícola... Y a él también le pareció interesantísima. Lo que más lo motivó fue la parte profesional."
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