Confirmaron las penas impuestas al clan Puccio
Negativa: la Corte Bonaerense no admitió considerar el reclamo por la excarcelación de Alejandro Puccio, que había presentado el fiscal.
LA PLATA.- La Suprema Corte de Justicia de la provincia confirmó las sentencias dictadas contra Arquímedes Puccio, su hijo Alejandro Puccio, Roberto Díaz y Rodolfo Victoriano Franco por el secuestro extorsivo y el asesinato de Ricardo Manukian.
Por otra decisión, el alto tribunal no admitió tratar -por cuestiones formales- la libertad condicional que se había otorgado a Alejandro Puccio y que había impugnado el fiscal de Cámaras de San Isidro, Julio Novo.
En este momento, quedan pendientes los recursos de queja interpuestos por los condenados para llegar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Otros recursos
De prosperar estas quejas, podría ponerse en tela de juicio nuevamente la libertad condicional de Alejandro Puccio, ya que es criterio firme que la pena accesoria de reclusión por tiempo indeterminado demanda, por lo menos, cinco años de reclusión una vez agotada la pena principal.
Consecuentemente, quedó firme que -según lo había determinado la Sala III de la Cámara de Apelaciones de San Isidro- las condenas para todos los mencionados del llamado clan Puccio son de prisión perpetua más la accesoria de reclusión por tiempo indeterminado, por el secuestro extorsivo y posterior asesinato de Ricardo Manoukian.
Como se dijo, la Corte provincial no admitió el reclamo del fiscal Novo, que entendió que se había computado mal el tiempo de la condena y el encarcelamiento cumplido por Alejandro Puccio, cuando fue liberado bajo fianza el 7 de abril último.
La Corte, sin entrar a considerar el fondo del reclamo, lo rechazó por tratarse de una cuestión ajena a su jurisdicción, que es extraordinaria.
Detalles
En su libro de reciente aparición "Dos familias peligrosas, el Clan Puccio y los Barker", el doctor Ricardo E. Irurzun -que asiste a la familia de Eduardo Aulet, otra víctima de los Puccio- describe con minuciosidad, entre otras muchas cosas, el calvario de Ricardo Manoukian.
Narra que el día del secuestro -el 22 de junio de 1982, en San Isidro- una voz autoritaria, demandó de la familia del joven -que tenía 25 años- el pago de 500.000 dólares.
Horas antes, Manoukian, había sido interceptado cuando manejaba un BMW, por personas que se trasladaban en un Falcon.
Los Puccio habían demandado el dinero de rescate, para "devolver con vida a Ricardo", pero el joven había sellado su suerte, porque conocía a sus secuestradores.
Según la obra de Irurzun, la familia Manoukian hizo una primera entrega de 250.000 dólares y prometió reunir en pocos días más el resto, que no volvió a ser reclamado.
Ricardo ya había sido asesinado: el viernes 28 de mayo de 1982, la policía encontró en un descampado de Benavidez el cadáver del muchacho.
"Estaba atado de pies y manos y tenía tres balazos en la nuca".
La primera pista se obtuvo por un cotejo de voces: el entonces juez federal Alberto Piotti, a cargo del caso Manoukian ordenó un peritaje comparativo con la voz que había demandado el rescate por Eduardo Aulet.
El estudio ordenado por Piotti -recordó Irurzun- se efectuó en la Universidad de Michingan y dio resultado positivo.
Los Puccio estaban ya hasta las manos.