
Condena a Shell por contaminar
La empresa petrolera Shell fue condenada ayer, en primera instancia, a subsanar la contaminación con nafta en la estación Independencia del subte E, en el barrio porteño de San Cristóbal, producida por filtraciones de los tanques de una estación de servicio de su propiedad.
Tras un proceso judicial iniciado en 1991 por la empresa estatal Subterráneos de Buenos Aires, el magistrado en lo civil Miguel Prada Errecart responsabilizó a Shell por "contaminación ambiental" y por los "potenciales peligros producidos por emanaciones".
Voceros de la firma petrolera declinaron formular comentarios ante la consulta de La Nación , y lamentaron que la cuestión haya tomado estado público antes de que el juez les hubiera comunicado oficialmente su resolución.
Penan a Shell por contaminación
La Justicia determinó que la estación de Lima e Independencia tenía hidrocarburos en sus napas
Un fallo judicial condenó ayer a la petrolera Shell a solucionar la contaminación subterránea de las napas de una estación de servicio, situada en el barrio porteño de San Cristóbal, y a recomponer los daños ocasionados en el medio ambiente de esa zona.
La resolución fue adoptada por el juez en lo civil Miguel Prada Errecart, quien hizo lugar en forma parcial a una demanda iniciada por la empresa Subterráneos de Buenos Aires contra Shell. Aquélla responsabilizó a ésta por la "contaminación ambiental" y potenciales "peligros producidos por emanaciones".
La estación de servicio cuestionada está situada en la calle Lima, entre Estados Unidos y la avenida Independencia. La contaminación que producen los hidrocarburos presentes en sus napas afectaría a la estación Independencia de la línea E de subterráneos.
Medidas concretas
El magistrado condenó a la petrolera a "adoptar las medidas necesarias para eliminar (en aguas subterráneas y suelos) los hidrocarburos que pudieren existir", así como a mejorar el sistema de ventilación con salida a la avenida 9 de Julio.
Seis años atrás, Subterráneos de Buenos Aires denunció filtraciones de combustible que provocarían peligros de explosiones y siniestros.
Sin embargo, distintas pericias técnicas efectuadas por personal de la Superintendencia de Bomberos, ingenieros industriales, geólogos y expertos del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) negaron la posibilidad de que se produjeran filtraciones ni explosiones a raíz de la contaminación.
El resultado de las pericias, según se desprende de la sentencia, demostró que en los lugares estudiados "se percibe olor a hidrocarburo de tipo liviano" (fundamentalmente en el andén de la estación), aunque "no resulta factible la producción de un siniestro".
Por medio de un extenso fallo de casi medio centenar de carillas, Prada Errecart efectuó una pormenorizada reseña de las pruebas que existen en la voluminosa causa, cuya tramitación llevó varios años.
El informe de los bomberos -citado por el juez- también contiene una advertencia a la empresa Metrovías, concesionaria de los subterráneos, al reconocer que la estación Independencia, de la línea E, "carece de elementos destinados al control de procesos combustivos".
Presencia de hidrocarburos
Sin embargo, aseguró el magistrado interviniente, las medidas de seguridad de la propietaria de la estación de servicio "exceden a las exigencias reglamentarias en vigencia".
También se remitió a las conclusiones de las diversas pericias encomendadas, en las que concluyó que "la napa freática está contaminada" con hidrocarburos.
"A quienes invierten a los fines de producir un mejoramiento en los servicios, corresponde ponerles reglas de juego para que se produzca una mejora integral del servicio público, pero que ello no actúe en desmedro de la calidad de vida que merece la población", enfatizó el juez.
Vecinos en defensa de la ecología
Reclamo: desde hace seis años, los habitantes de San Cristóbal exigen una solución para la contaminación de las napas subterráneas de la estación de servicio de la calle Lima.
El fallo por el cual Shell debe recomponer los daños que su estación de servicio ocasionó al medio ambiente es una primera victoria, o la definitiva -en caso de que la petrolera no apele la medida-, de una larga contienda que emprendieron seis años atrás los vecinos de San Cristóbal en defensa de la calidad de vida de su barrio.
Manifestaciones, reclamos y protestas de todo tamaño y tenor acompañaron a la inmensa cantidad de fojas que año tras año se sumaron al expediente que inició la entonces Subterráneos de Buenos Aires (Sbase).
La acumulación de gases que se produce debajo de la estación de servicio, donde se encuentra un tramo de la línea E de subterráneos, provocó en 1979 una explosión.
A mediados de 1991, Subterráneos denunció filtraciones de combustible provenientes de la estación de servicio que, dijo, podían provocar peligro de explosiones y siniestros en su línea E.
Napas contaminadas
En su presentación, Sbase aseguraba "que la napa freática se encontraba contaminada con hidrocarburos". Sin embargo, la petrolera negó que la estación de Lima e Independencia sea la causante de la pérdida de combustible.
Para ratificar su postura, Shell ordenó varios estudios de seguridad con dos empresas privadas que auditaron la estación de servicio acusada de contaminar las napas subterráneas.
En aquella oportunidad, voceros de la empresa sugirieron la posibilidad de que el combustible pudiera provenir de unos desagues cloacales ubicados a pocas cuadras de allí.
En defensa de su barrio
Pero cuanto más negaba Shell su responsabilidad en el hecho, más se empecinaban los vecinos en demostrar lo contrario.
En una actitud combativa que los llevó a instalarse, pancartas en mano, días enteros frente a la estación de Lima e Independencia, los vecinos lograron que varios especialistas y personal de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Humanos se acercaran hasta la cuestionada estación para verificar las denuncias. Ayer, la Justicia les dio la razón. Faltará ver si aquí terminó su lucha, o si una posible apelación de la petrolera convierte a esta medida en una tregua más.
Precaución
"Aún no hemos sido notificados por el juzgado, por lo que no realizaremos ningún comentario aún", aseguró ayer a La Nación un vocero de la empresa Shell.
Pese a ello, extraoficialmente se supo que la medida adoptada por el juez en lo civil Miguel Prada Errecart tomó por sorpresa a los directivos de la petrolera, quienes no esperaban una medida tan severa.
De acuerdo con el vocero consultado, Shell prefirió no hacer declaraciones hasta tanto no tenga el fallo en sus manos y pueda analizarlo detenidamente.
Tampoco quiso adelantar si la dueña de la estación de servicio cuestionada apelará o no la medida .