Con tres refuerzos y un presupuesto de $488.400 millones para el Conicet, ¿hay más o menos fondos para ciencia?
El Gobierno le asignó $288.903 millones entre marzo y julio, lo que elevó un 140% los fondos respecto de lo ejecutado en 2023; se completa con partidas para una secretaría de Estado y la Agencia I+D+i destinadas, en su mayoría, a salarios
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En las más de ochocientas páginas con cifras en miles de millones desglosadas por el destino al que el Gobierno envió refuerzos presupuestarios para el segundo semestre del año, el área de ciencia y tecnología recibió un alivio de $257.992 millones, en medio de reclamos por más fondos para sostener las actividades en centros y laboratorios. Pero, ¿es suficiente?
Cerca del 97% de ese dinero, según consta en la modificación del presupuesto nacional oficializada hace una semana, es para el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet). El resto, poco más de $8830 millones, es para dos organismos descentralizados en la órbita de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología: la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (Conae) y el Banco Nacional de Datos Genéticos. A la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (I+D+i), le reservan $2616 “para sueldos”, según aclararon a este medio. “En cuanto al incremento en el presupuesto, la Jefatura de Gabinete es la encargada de aprobar esos montos a medida que se solicitan”, agregaron desde la secretaría que absorbió las funciones del ex Ministerio de Ciencia.
Desde la Conae, confirmaron la disponibilidad de los $7.996.417.466 publicados en el Boletín Oficial hace dos semanas. “Se agrega al presupuesto del año 2023, lo que incrementa el monto originalmente asignado para este año que fue de $19.600 millones”, indicaron a LA NACIÓN. Dijeron, a la vez, que para sostener las actividades durante 2024 “es necesario otro refuerzo”, que “se está gestionando con las autoridades correspondientes”. Más de la mitad ($4260 millones) va a sueldos, seguido de servicios ($2921 millones).
Como el resto de la administración pública nacional, en el área de ciencia y tecnología venían trabajando hasta esta modificación con el presupuesto de 2023 que el Poder Ejecutivo había prorrogado a partir de enero.
En el caso del Conicet, este es el tercer refuerzo desde el inicio del año. A los $199.560.966.647 disponibles inicialmente, en marzo se sumó un primer refuerzo de $16.172.767.484 y otro en junio de $23.568.699.206 destinados, según se indicó a este medio, a las 331 unidades de trabajo que financia de manera exclusiva el organismo: centros científico-tecnológicos (CCT) e institutos de investigación. El tercero, este mes, es de $249.162.386.544.
Con esas partidas por más de $288.903 millones, el presupuesto del Conicet para este año pasó a ser de $488.464.819.881: una diferencia del 145% con respecto de lo ejecutado el año pasado.
Tres semanas antes de que se conocieran los nuevos números para el gasto público de 2024, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, participó de la reunión del directorio del Conicet. También estuvieron las autoridades de la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología y de la Agencia I+D+i. ¿Qué definieron después de cruzar argumentos sobre el estado de situación del organismo? “Fijar un plan de trabajo con reuniones de seguimiento periódicas”, informaron tras el encuentro.
Sobre las primeras partidas destinadas a 331 centros e institutos con dependencia exclusiva, desde el Conicet señalaron que con los refuerzos se “logra garantizar y atender gastos de funcionamiento de todas las unidades de trabajo durante 2024″.
Los más de $249.000 millones asignados hace dos semanas, en tanto, alcanzan a las actividades centrales del organismo por $5.783.624.251 (el 97% se destina a pagos de personal de planta permanente y contratados), la formación de los recursos humanos por $234.598.216.627, las actividades científicas y académicas por $8.680.545.666 –incluye una transferencia por $630 millones al Centro de Estudios Fotosintéticos y Bioquímicos (Cefobi) de Santa Fe– y las actividades de vinculación tecnológica y social por otros $100 millones.
“El último refuerzo cubre sueldos, becas, proyectos, funcionamiento de institutos, obras, patentes y vinculación tecnológica”, detallaron desde el equipo de Daniel Salamone, presidente del Conicet, a LA NACIÓN. Y agregaron: “Los fondos para el funcionamiento del organismo están garantizados para 2024″.
Debate por las becas
El número de becas de doctorado y posdoctorado fue uno de los motivos de confrontación política interna desde el cambio de autoridades. En la ampliación de fondos de la semana pasada, el 23% de la partida más grande (formación profesional) va para becas. Son $53.990.069.519.
Más de 10.000 son los becarios de doctorado y posdoctorado que reciben un estipendio mensual mientras completan su formación. Este año, se están incorporando 950 doctorandos y 502 candidatos a un posdoctorado. Otros 300 recibieron las becas internas de finalización del doctorado, algo que se habilitó de manera excepcional en 2020 por las medidas de aislamiento durante la pandemia de Covid.
Inicialmente, en marzo, eran 600 los doctorandos a ingresar; con la ampliación de fondos se sumaron otros 240 candidatos y, con cofinanciamiento de universidades, empresas u otras instituciones, se agregaron otros 110.
El problema del financiamiento no es nuevo, de acuerdo con una radiografía del sistema. Las dificultades con las importaciones y la inflación paralizaron laboratorios, con insumos en dólares más caros que en el resto de América Latina. En 2021, el Congreso convirtió en ley el aumento progresivo del presupuesto nacional para ciencia y tecnología: recién se llegaría a la promesa política de alcanzar el 1% del PBI en 2032.
Para Jorge Geffner, investigador superior del Conicet, el panorama en los laboratorios es complicado a pesar de los refuerzos presupuestarios. “La situación del sector científico-tecnológico nacional es crítica –dijo–. Si tomamos en cuenta las cifras con una inflación interanual de más del 200%, es una pérdida del 25% en términos reales con respecto de los fondos que tenían un año atrás. Más del 90% del presupuesto anual del organismo son salarios”. De hecho, así lo consigna la asignación de gran parte de los refuerzos oficiales.
Geffner, director del Instituto de Investigaciones Biomédicas en Retrovirus y Sida (Inbirs), explicó que para comprender ese panorama científico hay que mirar el Conicet, la Agencia I+D+i y la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología. “La agencia es central en lo que se refiere a los subsidios para los proyectos de investigación y, eso, está totalmente frenado. La secretaría heredó el grueso del presupuesto del exministerio con dos programas: Construir Ciencia, para mejorar la infraestructura, y Equipar Ciencia, para adquirir equipos de mediano y gran porte. De esos fondos, solo se ejecutó el 5%”, ejemplificó.
Citó, además, que más allá de que el ingreso a la carrera en el Conicet para investigadores y personal de apoyo está cerrado, lo que pone en riesgo la renovación generacional del organismo, señaló que falta aporte estatal para llevar adelante investigaciones. “Los que accedemos a subsidios extranjeros podemos arreglarnos, pero los que no, no tienen plata ni para pagar anticuerpos u otros insumos que son esenciales en cualquier laboratorio en el mundo para poder trabajar”, mencionó. El martes pasado, recibió la tercera cuota del presupuesto anual para el funcionamiento del Inbirs: $3,8 millones, que no dura más que para un mes. Solo el repuesto del láser de uno de los equipos que necesitan reparar cuesta US$18.000.
Proyectos estratégicos
Hernán Colomb es director ejecutivo del Centro de Investigación y Extensión Forestal Andino Patagónico (Ciefap), que opera con un presupuesto al que aportan cinco provincias del sur del país y la Nación a través del área de Ambiente y la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, más el Conicet (cuenta con 50 investigadores y 19 becarios doctorales y posdoctorales).
Presentaron un presupuesto de $508 millones para 2024, de los que se aprobaron $380 millones a través de los acuerdos con las provincias y otras fuentes de financiamiento. Aún no recibieron respuesta sobre $100 millones que tendría que aportar el área de Ambiente a través del Fondo Fiduciario para la Protección Ambiental de los Bosques Nativos, ni sobre los $250 millones de la Secretaría de Ciencia.
“Con los fondos de Ambiente y otros $100 millones de Ciencia tendríamos un buen respiro. Tenemos unos 20.000 dólares mensuales de gastos operativos en hornos y heladeras para materiales de microbiología, como hongos o semillas. Estamos trabajando en la reproducción de alerces, por ejemplo, una especie nativa milenaria de alto valor de conservación –explicó Colomb a LA NACIÓN–. Los materiales que conservamos son invaluables. Sin los fondos, en dos meses vamos a estar en problemas”.
Los proyectos del Ciefap son estratégicos para Neuquén, Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, y también los recursos naturales de la zona andina de la Cordillera y los recursos forestales, como los parques nacionales o el agua de la zona. Desarrollaron el dron Fenix 3d para la prevención y el monitoreo de los incendios forestales y las erupciones volcánicas, además de contar con un área de geomática para generar modelos digitales del terreno de bosques nativos e implantados, entre otros recursos naturales. Están trabajando con nanobiofertilizantes para mejorar la producción frutihortícola y lograron con productores locales bayas nativas con cinco veces más antioxidantes que otros frutos, hongos comestibles con proteínas más saludables y plantas trufadas, entre otros.
“Trabajamos con los privados y trasladamos conocimiento para un desarrollo más sustentable en una zona del país con alta riqueza en recursos naturales para tomar buenas decisiones sin comprometer el ambiente: tenemos 15 proyectos estratégicos de acuerdo con la demanda en las provincias –agregó Colomb–. El conocimiento es el gran valor de los pueblos y sirve para que el desarrollo genere riqueza y empleo. Si hay algo que la Argentina tiene competitivo, es la ciencia. Hoy, está tomando valor en el mundo las características que el país tiene en sus recursos naturales y el conocimiento”.
Evolución presupuestaria del Conicet
Los valores son del presupuesto ejecutado, excepto para 2024.
- 2019: $18.442.177.142
- 2020: $24.520.210.679
- 2021: $41.409.963.518
- 2022: $80.073.159.702
- 2023: $199.109.643.050
- 2024: $488.464.819.881 (formado por $199.560.966.647, prorrogado de 2023; $16.172.767.484 primer refuerzo en marzo; $23.568.699.206, segundo refuerzo en junio; y $249.162.386.544, tercer refuerzo en julio)
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