Con la suba de casos de Covid: ¿a quiénes debería testearse y a quiénes se está testeando?
Los números de la pandemia en la Argentina empiezan a activar algunas alarmas, pero hoy están abiertos muy pocos centros de testeos
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Con el aumento de la demanda en los centros de salud, aun cuando sea por fiebre y síntomas respiratorios, no todos abandonan el consultorio con el resultado de una prueba que confirme o descarte una infección por alguno de los virus que están circulando. Y esto ocurre frente a otra suba de contagios de Covid-19, apenas un 15% de la población con la segunda dosis de refuerzo y un mayor movimiento de viajeros, que se intensificará en las próximas semanas, por el Mundial en Qatar, las fiestas de fin de año y las vacaciones. ¿A quiénes hay que testear y a quiénes se está testeando?
En diciembre pasado, con la tercera ola pandémica, cambió el criterio de detección para Covid: con la aparición de la variante ómicron y más de 100.000 positivos diarios, las pruebas se reservaban para las personas con más riesgo de complicaciones y el criterio clínico epidemiológico (por síntomas y contacto estrecho) al resto de la población. Filas interminables en los puntos de testeo, falta de insumos y cansancio del personal de salud agravado con un aumento del ausentismo por contagios y contacto estrecho apuraron esa decisión oficial.
A un año de ese escenario, ya con el nuevo coronavirus bajo vigilancia como un virus respiratorio más, los números de la pandemia empiezan a activar algunas alarmas. “Tenemos casos de Covid, que estarían creciendo, y de otras infecciones respiratorias, sobre todo gripe y neumonía, con patologías que reaparecieron en los chicos. En este contexto, toda persona que reúna la definición de caso para Covid debería ser testeado”, señala Roberto Chuit, director del Instituto de Investigaciones Epidemiológicas de la Academia Nacional de Medicina (ANM).
Pero eso, según observa, no está ocurriendo. “Se habla de un aumento de casos de Covid, pero es relativo porque prácticamente no hay centros de testeos. Por los datos disponibles, no pareciera que se está evaluando a todos los que se tendría que testear –analiza el académico–. Habría que tratar de incrementar esas pruebas o, por lo menos, estimular la vacunación en quienes recibieron la última dosis hace cuatro meses o más. Fundamentalmente, en las poblaciones de riesgo, que son los mayores de 60, las personas inmunodeprimidas y con otras enfermedades.”
El uso de las pruebas, ya sean test rápidos, paneles para virus respiratorios o toma de muestras para enviar a un laboratorio, varía entre los distritos, pero también entre instituciones dentro de una misma jurisdicción, ante una menor disponibilidad de insumos.
También hay diferencias en a quiénes evaluar. En algunas instituciones, por ejemplo, se está testeando solo a los pacientes que ingresan con insuficiencia respiratoria.
“El problema –describe Chuit– es que hay silencio del sistema sanitario. Cuando se dice que hubo un aumento de casos del 30, 40 o 50%, es muy difícil tomar decisiones a partir de información que surge de criterios tan diversos. Lo mejor que puede hacer hoy quien se haya aplicado la última dosis de la vacuna para Covid hace más de cuatro o seis meses es vacunarse. Como con la gripe, que se testea solo a los grupos de riesgo o se hace un hisopado para ver qué cepa circula, si hay un test disponible, es bueno usarlo. Pero lo que disminuye el riesgo de vida es la vacunación”, insiste el epidemiólogo.
En el Hospital de Clínicas, que depende de la Universidad de Buenos Aires, no tuvieron internaciones por Covid en sala o terapia intensiva en estas últimas cuatro semanas. Es lo primero que destacan como una buena noticia en diálogo con LA NACION. En ese mismo tiempo, según explica Marcelo Melo, director general del Clínicas, la Guardia recibió consultas por cuadros respiratorios de pacientes que, si reunían los criterios para indicar un hisopado, se testeaban. “La mayoría era negativo –dice–. La semana pasada, ya hubo algunos positivos: de cero, pasamos a tener un porcentaje bajo.”
El testeo en el hospital universitario es diagnóstico, por PCR. ¿A quiénes testean? “A las personas con síntomas respiratorios con un factor predisponente de riesgo o personal de salud”, detalla Melo.
Funciona, además, un comité de crisis que está en alerta y, ante el rebrote de casos en otros países, sobre todo de la región, está teniendo reuniones más periódicas. “Pero la Guardia es, históricamente, nuestro termómetro: si nos dicen que aumenta los casos por hisopado, vamos a cambiar la estrategia [de testeo]”, define el director.
Unidad de criterio
Testear de acuerdo con la definición de caso sospechoso y con unidad de criterio, estimular el trabajo de la red de unidades centinela de virus respiratorios en las provincias, mejorar los niveles de cobertura de la vacunación y generar conciencia en la población de la importancia de sostener las normas de higiene básicas y los cuidados ya conocidos si se tiene fiebre, tos u otros síntomas respiratorios. Esto, para Chuit, es lo que permitirá generar estrategias sanitarias que sirvan para minimizar el impacto social y económico de un rebrote.
“Si en 20 días va a haber más de 10.000 o 20.000 personas regresando de Qatar y con los viajes a Brasil y otros destinos por las vacaciones –continúa–, ya se debería estar estimulando fuertemente la vacunación de quienes tienen riesgo de vida sin niveles de anticuerpos adecuados. La vacunación hizo que las formas graves [de Covid] disminuyan y es lo que necesitamos seguir manteniendo.”
A mayo de este año, el Ministerio de Salud de la Nación definía como caso sospechoso de Covid-19 a quienes tuvieran dos o más de estos síntomas: fiebre de 37,5°C en adelante, tos, dolor de garganta, dificultad para respirar, cefalea, dolor muscular, diarrea o vómitos, rinitis o congestión nasal y pérdida súbita del gusto o el olfato.
Ante estas señales de alerta, el testeo siguió recomendado solo para los mayores de 50, todas las personas con factores de riesgo (diabetes tipo 1 o 2, obesidad, enfermedad cardiovascular, respiratoria, hepática o renal crónica, portadoras de VIH, en lista de espera para trasplante o trasplantadas, cáncer, discapacidad o enfermedad autoinmune), que vivan o trabajen con adultos mayores u otras personas que puedan sufrir complicaciones si contraen Covid, además del personal de los centros de salud o de instituciones de larga estadía, como las unidades penitenciarias.
“Casi no se están haciendo testeos en pacientes ambulatorios. Solo a los que se internan y algunos centros lo hacen y, otros, no”, sostiene Eduardo López, infectólogo y director del Departamento de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. “En el contexto actual, habría que testear por lo menos a quienes tienen resfríos con fiebre o tos. Si no se hace –afirma–, no se puede diferenciar Covid de influenza u otros cuadros. No hay manera de diferenciar clínicamente entre las infecciones con la detección por criterio clínico epidemiológico. Habría que en estos momentos empezar a hacer testeos centinela.”
Dónde testearse
En la provincia de Buenos Aires, los centros de testeo, junto con los horarios, se pueden encontrar acá:
En la ciudad de Buenos Aires, los centros de testeo abiertos son los siguientes:
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