“Con gran alegría”: cómo se vive el primer día de vuelta a las clases presenciales en el conurbano bonaerense
Todos los municipios que pertenecen al área metropolitana de Buenos Aires, pudieron empezar a recibir estudiantes de los niveles inicial, primario y secundario en las escuelas
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Eran las 8 y la temperatura llegaba a apenas cuatro grados en la calle. Agustína Lauzún, de 34 años, acompañaba a su hija, María, de 5, que asiste al nivel inicial del colegio San Ignacio, en Vicente López. Si bien la mañana invitaba a quedarse en la casa más que a ir la escuela, María dijo estar contenta de poder reencontrarse con sus compañeros.
“Ya nos habíamos acostumbrado a estar en casa, porque durante todo el año pasado ella estuvo con nosotros y este año hubo muy pocos días de colegio. Pero es muy triste ver cómo les cuesta socializar cuando se encuentran en una plaza con amigos, pierden la costumbre de estar con otros. Mi hija está muy pegada a su padre y a mí”, relató Lauzún.
Hoy, los municipios bonaerenses que integran el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA) retomaron la presencialidad en las aulas luego de dos meses. Según la Dirección de Cultura y Educación provincial, se replicará el mismo esquema de “presencialidad administrada” que estaba vigente antes de la última suspensión, el 15 de abril pasado.
El regreso a las aulas no es para todos en el territorio provincial. En total, 74 distritos quedaron fuera del alcance de esta medida porque, de acuerdo con el semáforo sanitario, están en situación de “alarma epidemiológica”, si bien en siete de ellos –Alberti, Chacabuco, Chivilcoy, Coronel Suárez, General Villegas, Rauch y Tandil– algunas localidades y parajes podrán acoplarse al retorno. De acuerdo con los datos oficiales, esta vuelta a la presencialidad beneficia a 3.260.000 estudiantes.
Según establece el Plan Jurisdiccional, este regreso a la presencialidad exige el cumplimiento estricto de los protocolos: el uso correcto de tapabocas, los agrupamientos de estudiantes para respetar el distanciamiento, ingresos y egresos escalonados para evitar la concentración de personas, y la alternancia de clases en la escuela y remotas. En el Michael Ham, otro colegio privado de Vicente López solo para mujeres, las ventanas de las aulas estaban abiertas y las alumnas se habían llevado sus mantas para no tener frío.
Desde la Provincia, según se informó, se reforzaron las medidas de cuidado con 33.000 medidores de dióxido de carbono (CO2) para las escuelas de gestión estatal. “Con esta medición, podrán regular la apertura de puertas y ventanas necesaria para una adecuada ventilación que mitigue el riesgo de contagio y la mayor comodidad térmica posible ante las bajas temperaturas”, detalla el comunicado difundido por las autoridades bonaerenses.
“Prácticamente el 100% de nuestro plantel docente está vacunado con al menos una dosis, eso es una gran tranquilidad. Pero con dos dosis no llegamos al 30%”, señaló Lucía Monsegur, directora de Relaciones Institucionales del Michael Ham.
Según el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires, el 68,15% de los docentes bonaerenses fue vacunado con una dosis y el 100% tiene turno asignado para continuar con el esquema de inmunización.
“Es una enorme alegría volver. Sin vacuna uno tenía un poco de miedo, pero ahora estamos felices. Todavía me falta la segunda dosis, pero bueno, la sensación es que hay que tener empatía, flexibilidad, resiliencia y optimismo”, dijo, entre risas, Stella Maris García, docente de literatura del Michael Ham. “Yo tengo la dos dosis de AstraZeneca, el 29 de mayo me dieron la segunda. Hoy tuvimos casi asistencia perfecta entre las alumnas, solo faltó una. Igual les costó volver, siento que estaban un poco quedadas”, agregó Sonia Campbell, profesora de literatura inglesa, que caminaba por el pasillo y se sumó a la conversación sobre vacunas.
En este regreso a las aulas, la carga horaria de presencialidad tiene un máximo de cuatro horas diarias. En líneas generales, la mayoría de las escuelas dividió al alumnado en dos grupos. En los colegios de doble jornada, una de las burbujas de cada año o grado va cuatro horas por la mañana y la otra asiste por la tarde. En los de jornada simple, algunos estudiantes asistirán tres veces por semana, mientras que los otros dos días que restan se quedarán en casa, y así sucesivamente en alternancia con el segundo grupo. También están los que ya habían optado por la bimodalidad semanal: cinco días presencial y la semana siguiente, virtual.
“Hoy fue un día de mucha alegría. Tanto para los docentes como los padres y los alumnos, que fueron felices de poder retornar a la presencialidad. Fue muy importante que los alumnos vuelvan a reencontrarse con sus compañeros y sus docentes. Se les podía ver en sus ojos el brillo de felicidad. Seguimos pensando que con el cumplimiento de protocolos es muy seguro venir a la escuela. Los alumnos hoy concurrieron en burbujas, por lo que el sistema es bimodal, es decir, una semana concurre presencial un grupo y a la semana siguiente lo hace el otro grupo. En cuanto al porcentaje de docentes vacunados, con una dosis tenemos al 95% y con las dos dosis al 50%”, detalló Marisol Reigosa, directora general de Educación de la Municipalidad de San Isidro, que hoy recibió a los estudiantes de la escuela municipal Malvinas Argentinas, en Béccar.
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