Con embarcaciones especiales: empezaron a remover el impresionante muro verde que divide en dos a una laguna de Santa Fe
Como consecuencia de la fuerte sequía que afecta la zona, la vegetación acuática quedó atrapada en viejos pilotes del ferrocarril; personal del Ejército trabaja para fraccionar el bloque
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ROSARIO.- Con un día de demora por las malas condiciones del tiempo, personal del Ejército en embarcaciones especiales empezó a remover el entramado natural conformado por vegetación flotante, que desde hace semanas corta en dos una sección de la laguna Setúbal, el espejo de agua sobre el cual está recostada la ciudad de Santa Fe.
El muro, conformado de camalotes y otras especies nativas como los canutillos y el catay, se fue armando desde diciembre hasta hoy a medida que las plantas flotantes características del río Paraná se fueron enganchando en viejos pilotes abandonados de una antigua línea ferroviaria, hasta volverse un conglomerado homogéneo de vegetación que va de una orilla a la otra de la laguna.
Zuleica Marchetti, doctora en Ciencias Biológicas e investigadora de Conicet Santa Fe, explicó que la formación de este tipo de entramados es parte de un proceso natural típico del sistema fluvial del Paraná y sus pulsos anuales de creciente y bajante, en este caso llevado a un extremo tras la extraordinaria bajante de más de tres años de duración que generó un exceso de vegetación que comenzó a derivar cuando el agua finalmente subió. “El embalsado puede afectar los usos náuticos de la laguna, pero no representa un peligro ambiental ni social”, explicó.
El operativo
Desde Protección Civil, el organismo provincial a cargo del operativo, explicaron que las tareas muy probablemente demanden entre tres y cuatro semanas, con un ritmo de trabajo de cinco horas de lunes a viernes, momentos durante los que queda prohibida la navegación en esa parte de la laguna.
Las tareas de fraccionar el enorme conglomerado de plantas acuáticas están a cargo de personal del Ejército, para lo que se usan varias embarcaciones con características especiales, dos de ellas son lanchones anfibios del escuadrón militar de Pontoneros.
Desde el gobierno provincial, detallaron que el trabajo consiste en fraccionar la vegetación en pequeñas porciones de embalsados para no causar inconvenientes aguas abajo, donde están el tradicional puente colgante y la zona comercial del puerto santafesino.
En concreto, después de desprender la vegetación con herramientas cortantes y fraccionarla en pequeños bloques, estos se arrastran por agua usando la corriente a favor y se sueltan aguas abajo, a la altura del dique 2 del Puerto de Santa Fe, desde donde seguirán de forma natural su recorrido primero hasta el canal principal del río Paraná.
Evitar problemas mayores
Después de analizar en detalle tanto la composición del embalsado como las condiciones naturales de la laguna, se decidió trabajar con los lanchones de buen porte pertenecientes al Ejército, que monitorea el devenir de los pequeños fragmentos de plantas acuáticas para evitar que se vuelvan a atascar en construcciones como el puente, las instalaciones del puerto o las tomas de agua.
Por eso se “recorta” el gran muro verde en trozos de alrededor de 15 por 15 metros, manipulables por el personal especializado del Ejército, que está abocado a esa tarea desde las 8 hasta pasado el mediodía los días de semana, mientras que los sábados y los domingos se decidió suspender los trabajos para que puedan circular por la zona las embarcaciones deportivas que suelen usar la laguna.
Marchetti señaló que la vegetación de la laguna es una expresión del propio dinamismo del paisaje de los humedales del río Paraná. “Se fue formando en la planicie aluvial y en los cauces secundarios que son los alimentan a la Setúbal. Con aguas bajas esta vegetación nativa proliferó y tuvo durante el verano una explosión de crecimiento. Cuando subió el agua, las lagunas se reconectaron con los cauces y esta vegetación se liberó y empezó a migrar aguas abajo siguiendo sus cursos naturales. Es un fenómeno que pasa anualmente en verano cuando crece el río, que es que la vegetación se descalza y migra”, dijo la experta.
Mirada integral
A pedido del Instituto Nacional del Agua (INA) y de expertos de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) como Zuleica Marchetti, así como del Ministerio de Ambiente y Cambio Climático provincial, el trabajo fue planificado de manera tal que afecte lo menos posible los ritmos naturales de la laguna, asociada al enorme y vasto sistema fluvial del corredor del río Paraná.
Por eso, las operaciones del día a día están supervisadas por profesionales que siguen con atención las variaciones tanto de las corrientes de agua como de las condiciones meteorológicas como el viento y la lluvia, siempre con la idea de interferir lo menos posible en la propia dinámica del sistema hídrico.
Por otra parte, en coordinación con Prefectura Naval Argentina (PNA), mientras el personal del Ejército trabaja, se realizan controles de seguridad en la zona. Por eso , la recomendación es que los navegantes particulares no se acerquen al lugar y rige incluso una prohibición en una franja cercana al embalsado.
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