"Todo lo que hacemos, todo lo que esperamos, todo lo que soñamos, de alguna forma está relacionado con un profundo deseo de bienestar o felicidad" dice Matthieu Ricard monje budista, escritor, traductor del Dalai Lama y fotógrafo.
Tiene un doctorado en genética celular en el Instituto Pasteur de París y está involucrado en el estudio y desarrollo de los efectos del entrenamiento mental sobre el cerebro en las universidades de Madison-Wisconsin, Princeton y Berkeley. En uno de estos estudios, los investigadores colocaron 256 electrodos en su cráneo y los sometieron a un aparato de imágenes funcionales por resonancia magnética nuclear. Se encontró que Matthieu logró el más alto nivel de actividad en la corteza cerebral pre-frontal izquierda, lo que se asocia a las emociones positivas, nivel nunca registrado en otro ser humano, por lo que lo apodaron "el hombre más feliz del mundo".
Está en estos días en Buenos Aires porque es padrino del Anima Film Fest, un festival de cine que busca difundir valores para estimular la reflexión individual y colectiva para transformar la mirada cotidiana, apostando a mejorar la calidad de vida.
- ¿Cómo pasó de ser un doctor en biología molecular a monje budista?
Es una larga historia. Tuve la oportunidad en mi adolescencia de conocer a grandes pensadores, científicos, artistas, exploradores, pero me sorprendió el hecho de que su genio particular no se correlacionara necesariamente con ser un buen ser humano. Hubiera querido tener sus habilidades especiales, pero no ser como ellos. En 1967 cuando cumplí 20 años, fui por primera vez a la India y conocí a grandes maestros espirituales tibetanos, incluido el que se convertiría en mi maestro principal, Kangyur Rinpoche. Me inspiró mucho su calidad de ser, y sentí que quería ser un poco como ellos, o al menos seguir sus pasos. Entonces en 1972, después de completar mi doctorado como biólogo molecular, decidí irme a vivir a la India, cerca de mi profesor. ¡Esa fue la mejor decisión que tomé en mi vida!
- ¿Cómo es la relación entre ciencia y budismo?
El budismo no es una religión dogmática, ni solo una filosofía, sino una forma empírica de liberarse a uno mismo y a los demás del sufrimiento y sus causas, librándose del odio, el anhelo, la ignorancia, la arrogancia, los celos y otras toxinas mentales. Es una ciencia pragmática de la mente, que se ha desarrollado a través de la experiencia de más de 2500 años, mientras que la psicología moderna realmente comenzó en el siglo XIX.
La ciencia es una exploración rigurosa de la realidad. La mayoría de las ciencias modernas, como la física y la biología, toman los fenómenos externos como su campo de investigación, mientras que el dominio del budismo es el funcionamiento de la mente. Si se hace correctamente, cumple los criterios de una ciencia.
- ¿Qué es lo que lo apasiona de la fotografía?
He estado fotografiando la naturaleza y las personas desde que tengo 12 años. Las imágenes de sufrimiento, persecución, abuso y malos tratos abundan y son necesarias para aumentar nuestra conciencia, pero se necesita un equilibrio para evitar caer en el "síndrome del mundo perverso" que socava la esperanza y nos hace creer que la humanidad es fundamentalmente malvada.
En verdad, hay en el corazón de todos nosotros un potencial extraordinario para la bondad, la sabiduría y la iluminación. Debemos ser conscientes de este potencial, actualizarlo y optimizarlo. Por supuesto, no es fácil transmitir todo esto a través de imágenes, pero un fotógrafo puede esforzarse por evocar la belleza interior de un maestro espiritual que irradia bondad, de un niño cuyos ojos rebosan inocencia o de un anciano sonriente y sin dientes. Puede compartir la maravilla que experimentó cuando se encontró ante un paisaje deslumbrante, una luz mágica, un momento que deleitó su mente. De repente, el mundo que se muestra ante sus ojos y su estado interno están en armonía. Esto es lo que humildemente he intentado capturar con mi cámara durante los últimos cincuenta años.
Cualquier medio de expresión tiene sus límites, pero cuando lo utilizamos de todo corazón y con entusiasmo, finalmente encontramos la manera de compartir lo que es más importante para nosotros. En mi caso, lo más importante es restablecer la esperanza con respecto a nuestra naturaleza humana, impulsarnos a cuidar nuestro entorno extremadamente frágil y alentarnos a transformarnos para poder transformar mejor el mundo. Debemos atrevernos a abrirnos a los demás, a la vasta interdependencia de todos los seres y de la naturaleza, y debemos tomar en serio el destino de las generaciones futuras y de todas las demás especies, que se esfuerzan por evitar el sufrimiento y vivir sus vidas hasta su final natural tal como lo hacemos Defendamos el altruismo, tengamos el coraje de llevarlo al corazón de nuestras decisiones e instituciones, y, antes que nada, al corazón de nuestra contemplación.
- ¿Cómo se llega a ser feliz?
La felicidad no es una sucesión interminable de experiencias agradables, sino una forma de ser que proviene de la reunión de un conjunto de cualidades humanas fundamentales, como el altruismo, la compasión, la bondad, la libertad interior y la paz interior. Cada uno de estos puede ser entrenado como habilidades. Entonces, al transformar gradualmente la forma en que experimentamos el mundo, la forma en que nos relacionamos con nuestros pensamientos y emociones y la forma en que nos relacionamos armoniosamente con los demás, podemos florecer en la vida.
- ¿La felicidad está relacionada con una edad en particular?
En realidad no, aunque los estudios en psicología muestran que las personas mayores son, en promedio, un poco más felices que las más jóvenes. Puede ser porque tienen menos esperanzas y temores con respecto a los logros mundanos.
- ¿Por qué perdemos la felicidad?
La perdemos cuando nuestra mente se ve dominada por el resentimiento, el engaño y otros estados mentales que socavan el bienestar y nos hacen actuar de manera negativa hacia los demás.
- ¿Para ser feliz se tiene que dejar todo, el trabajo, la familia?
De ningún modo, la felicidad depende de nuestra paz interior, libertad interior y amor altruista, no de si uno se está ocupando de los cercanos o si uno deja atrás todo para ir a vivir en una ermita.
- ¿Cuáles son las emociones más destructivas?
El odio y el intenso anhelo.
- ¿La felicidad es solo un momento o puedes ser feliz siempre?
El placer es una experiencia fugaz que depende de las circunstancias, es inestable por naturaleza y puede volverse neutral o incluso desagradable. El placer generalmente se agota con el uso. Además, el placer es una experiencia individual, la mayoría de las veces centrada en el yo, por lo que puede descender fácilmente al egoísmo y, a veces, entrar en conflicto con el bienestar de los demás.
A diferencia del placer, la felicidad genuina puede estar influenciada por las circunstancias, pero no depende de ella. No muta en su opuesto sino que perdura y crece con la experiencia. Imparte un sentido de realización duradera que con el tiempo se convierte en una segunda naturaleza. La felicidad auténtica es un estado mental saludable y excepcional que brinda los recursos internos para enfrentar los altibajos de la vida. Esto no sugiere que no debemos buscar sensaciones placenteras, sino que no existe una relación directa entre el placer y la felicidad.
Si el placer impide la libertad interior, dando lugar a la avidez y la dependencia, es un obstáculo para la felicidad. Por otro lado, si se experimenta en el momento presente, en un estado de paz interior y libertad, el placer adorna la felicidad sin eclipsarla.
- ¿Cómo se puede entrenar a la mente para alcanzar la felicidad?
Se la puede entrenar al nutrir los estados mentales internos que conducen a sacar lo mejor de nosotros mismos y erosionando gradualmente los estados mentales destructivos. En particular, el amor altruista es la mejor manera de lograr la felicidad de los demás y la propia felicidad: el doble logro del bien de uno y de los demás.
- ¿Podría compartir algún consejo para alcanzar la felicidad?
No hay una manera secreta y fácil de alcanzar la felicidad. Se necesita práctica, práctica y práctica, ya que tenemos que llevar al nivel óptimo nuestras mejores cualidades humanas, las principales son el amor altruista y la libertad interior.
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