Cómo se está aplicando el pase sanitario en la costa y la incógnita sobre posibles restricciones
Desde comienzos de este mes, la suba de contagios ganó velocidad y alcanzó valores récord en Mar del Plata y la región
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MAR DEL PLATA.— Como si fuera una cinta sin fin, la hilera de casi 400 metros de los que al anochecer esperan sobre el paseo superior de Playa Grande por un hisopado para confirmar o descartar Covid-19 parece tener una continuidad natural escaleras abajo, donde otros tantos jóvenes hacen cola para ingresar a alguno de los boliches bailables del complejo de balnearios donde, entre música y tragos, se moverán ya sin barbijos ni distancia social. Y, salvo excepciones, sin pase sanitario.
La maquinaria de contagios está en marcha desde comienzos de este mes, ganó velocidad y alcanza valores récord en esta ciudad y en toda la región, donde los turistas hace rato que marcan ritmos de inicio de temporada con niveles de ocupación que tendrán sus máximas expresiones a partir de este fin de semana.
Si bien esta vez las franjas etarias alcanzadas por el virus son amplias y es mínima la demanda de internación por cuadros graves, la mirada está puesta en particular en los adolescentes y jóvenes, señalados como los más reticentes a respetar las medidas de cuidado y los más predispuestos a las reuniones que se convierten en multiplicadores de casos.
La duda está viva más que nunca en cuanto al posible regreso de restricciones para controlar determinados rubros. Si bien trascendió que se evaluaba regresar al régimen de aforos para determinados rubros críticos como gastronomía, espectáculos y servicios de balnearios, por ahora nada se ha resuelto sobre el tema.
Coinciden estos picos con la puesta en vigencia del pase sanitario dispuesto hace poco más de una semana por la provincia de Buenos Aires, que exige presentación de plan de vacunación completo para el ingreso a espacios de recreación, entretenimientos y servicios bajo techo. Salvo en bancos y teatros, casi nadie lo exige, al menos por Mar del Plata y Pinamar. El Gobierno nacional anunció que a partir de enero regirá una medida similar en todo el país.
Con 631 nuevos positivos, Mar del Plata tuvo ayer un registro sin antecedentes desde el inicio de la pandemia. Una cifra a la que se llega porque la circulación del coronavirus se multiplicó tan rápido como nunca antes y porque el volumen de testeos se amplió para atender la demanda, ya sea de quienes quieren confirmaciones para no impactar sobre sus ámbitos de trabajo o bien sobre estas fiestas de fin de año.
El municipio de General Pueyrredon reconoce hasta su último parte sanitario, difundido anoche, 1845 pacientes en tratamiento por Covid-19. Se aclara que se testea a un solo integrante de la familia, por lo que los afectados al menos se triplican y son muchos más los que quedan alcanzados por medidas de aislamiento desde su condición de contactos estrechos, ya sean laborales o familiares. A comienzos de este mes el distrito solo tenía 129 contagiados.
La primera señal fuerte de los trastornos que llegan con los contagios es la suspensión de las obras de teatro que encabezan Fátima Flórez y Nito Artaza. Ambos dieron positivo después de Navidad y recién regresarán con funciones la semana próxima. “El teatro continúa demostrando que prioriza la salud, defendiendo el trabajo”, señaló desde redes sociales de Comafi Multiteatro del empresario Carlos Rottemberg, en cuyas salas se presentan ambas obras.
En Pinamar, que arrancó diciembre con 26 pacientes y ahora tiene 126, su intendente, Martín Yeza, ya anticipó que la implementación del pase sanitario provincial no fue oportuna. El decreto se firmó el 20 de diciembre para que entre en vigencia al día siguiente. Para el jefe comunal “no es serio” el intento de aplicar ese tipo de controles cuando ni los municipios ni los comerciantes y prestadores de servicios tienen claro cómo deben manejarse al respecto.
Guillermo Montenegro, que conduce los destinos de General Pueyrredon, dijo que se priorizará el “sentido común” en el manejo de estos cuidados y, sin cuestionar el pase sanitario, insistió en la necesidad de cuidar protocolos. En particular en aquellas prestaciones que se brindan en espacios cerrados.
Polémica
El formato del pase sanitario, que exige constancia de aplicación de una o dos dosis contra el Covid, disparó la polémica también por su exigencia puertas adentro de comercios. En el personal hay quienes se resisten a vacunarse y sus empleadores dudan si deben aceptar su postura o impedirles ingreso, con lo que se expondrían a posibles reclamos judiciales.
Fuentes del Ministerio de la Salud bonaerense consultadas por LA NACION recordaron que el pase sanitario “es de alcance provincial” por lo que no depende de los municipios aplicarlo o no. Una advertencia y diferencia de criterio que desde La Plata ya han vivido con estos dos municipios opositores durante la temporada anterior, primero por las reaperturas de algunos rubros y luego por los horarios permitidos para funcionamiento de bares y gastronomía.
Mejor respuesta han tenido en otros distritos de su mismo sello político. Por ejemplo en Villa Gesell, donde hasta para entrar a oficinas municipales hay que presentar certificado de doble vacunación. La Unión de Comercio e Industria (UCI) aclaró a sus asociados que no habrá sanciones por no exigir el pase sanitario, postura que fue cuestionada por la comuna. Allí hubo ayer 83 nuevos contagiados y son 222 los que están en tratamiento. Al inicio de este mes solo quedaban 4.
Mar del Plata —con mayor énfasis y despliegue— y Pinamar apuestan en particular a la vacunación. Los puestos, ampliados en número durante las últimas semanas, está abarrotados de gente lo mismo que los que se desplegaron en puntos céntricos y barrios para realizar hisopados y detectar nuevos contagiados.
“Vine a las 5.30 porque empiezan a atender a las 9 y solo los primeros 30 o 50 hisopados son PCR”, contó Eduardo, que se acercó al Centro de Especialidades Médicas Ambulatorias, por donde cada día se realizan algo casi 400 de más de un millar de hisopados que se realiza por día en nueve postas de testeo.
Esta mañana había otras más de tres cuadras de espera para vacunarse en Plaza San Martín, frente a la céntrica Catedral. Hay primera y segunda dosis libre. Y desde ayer, tercera sin turno para mayores de 60 años. En todos los casos tanto para residente como para turistas.
Para mañana se espera gran cantidad de cenas en restaurantes y hoteles por Año Nuevo, así como fiestas en boliches y paradores de playa. Si bien en estos últimos deben exigir pase sanitario, el gris de esta normativa dispuesta por la provincia es si es obligación del responsable del establecimiento y quién lo controla.
Una señal positiva en este sentido llegó desde NA Producciones, del productor local Pablo Baldini. “Convivir con él”, tituló el instructivo de medidas a atender en eventos para más de 1000 personas. Aclara que valen certificados en papel o aplicaciones digitales y requiere 14 días desde aplicación de la vacuna. “El Covid pasó largo tiempo con nosotros y lo seguirá estando, por este motivo es muy importante que no nos relajemos”, dijo el empresario, que este año programó recitales en playas del sur.
A diferencia del año pasado, cuando la programación flaqueaba y la opción para los espectadores era en formato burbuja para asegurar distanciamiento, este verano los espacios se prepararon para asistencias masivas y con figuras destacadas —en particular DJ’s internacionales— de enorme convocatoria a nivel internacional.
Con la colaboración de Alejandro Horvat
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