Cómo podemos salvar
al Gran Chaco argentino

La deforestación amenaza a esta ecorregión de gran valor ambiental. La transformación del suelo para uso agropecuario, la deforestación ilegal e indiscriminada y los negocios inmobiliarios llevaron a que ya se haya perdido más del 30 por ciento de sus bosques.
El Gran Chaco se encuentra en situación de emergencia y necesita hoy del aporte de todos los sectores de la sociedad.

¿Qué es el
Gran Chaco?

Es la ecorregión boscosa más extensa de Sudamérica después del Amazonas. Ocupa 11 de las 23 provincias argentinas y gran parte del territorio boliviano y paraguayo.

¿Por qué es tan importante?

Posee una amplia
diversidad de hábitats,
especies y culturas.

Contribuye a la mitigación y
adaptación al cambio
climático y la regulación
hídrica.

Da sustento a la vida de las
comunidades, la seguridad
alimentaria y el desarrollo
económico.

El Gran Chaco es hogar de más de

3.400

especies
de plantas

500

especies
de aves

150

especies de
mamíferos

120

especies de
reptiles

100

especies
de anfibios

“Desde Vida Silvestre consideramos al Gran Chaco como una región prioritaria ya que concentra la mayor superficie de los bosques de nuestro país. En sus pastizales, humedales y bosques posee una diversidad de especies que la convierten en un área clave para la conservación”.

Manuel Jaramillo, Director General de Fundación Vida Silvestre.

¿Por qué está amenazado?

A pesar de su gran valor, el Gran Chaco se encuentra entre los 11 sitios
con mayor deforestación del mundo y niveles más altos de degradación.

Causas

La región enfrenta la pérdida sostenida de su patrimonio natural y cultural principalmente por el cambio de uso del suelo para la producción agropecuaria y forestal y negocios inmobiliarios

Consecuencias

La degradación y transformación de los ambientes naturales generan graves consecuencias ambientales, sociales y económicas, como desplazamiento y empobrecimiento de comunidades locales y pérdida del patrimonio natural y cultural.

En Argentina

-30%

menos bosques

Argentina ya perdió más del 30% de los bosques chaqueños.

-3M

de hectáreas

Entre 2007 y 2017 se perdieron cerca de 3 millones de hectáreas. (equivalente a 34 canchas de fútbol por hora)

+14%

emisión de gases

La conversión de tierras forestales en cultivos y en pastizales a nivel nacional representan el 14% del total de emisión de gases de efecto invernadero.

¿Qué es el “Compromiso por
el Gran Chaco argentino 2030"?

Se trata de una iniciativa impulsada por Vida Silvestre en conjunto con más de 100 organizaciones de la sociedad civil y academia, con el objetivo de sumar voluntades para trabajar por la conservación y protección de los bosques nativos de la región chaqueña.

El llamado a proteger los bosques nativos de la región
chaqueña va dirigido a todos los sectores de la sociedad:

A toda la ciudadanía, que puede mejorar sus prácticas de consumo sobre la base de información fidedigna y adherir además al “Compromiso Gran Chaco Argentino 2030”.

Al Estado, para que garantice una mejora en el control y la fiscalización de la Ley de Bosques Nativos y destine recursos económicos a la altura de los desafíos y con arreglo al mandato legal (en 2019 se asignaron solo el 4,5% de los recursos presupuestarios establecidos).

Al sector privado
-empresarios, bancos, minoristas, supermercados-, para que cumplan con la Ley de Bosques Nativos y exijan su cumplimiento a los actores de su cadena de valor. También para que eviten la deforestación priorizando el mejor aprovechamiento de las áreas ya transformadas.

A las organizaciones de la sociedad civil, para que aporten su conocimiento, participen en el control de políticas públicas y construyan una agenda común a escala nacional.

Aunque Argentina cuenta con un poderoso instrumento en la ley 26.331 de Bosques Nativos, su implementación efectiva requiere de ajustes.

“Necesitamos compromisos de alto nivel político y empresarial, con metas ambiciosas, que involucren a todos los sectores de la sociedad para detener la actual pérdida y degradación de nuestros ecosistemas. Esta iniciativa demuestra la preocupación y el interés de la sociedad civil y la academia respecto de esta problemática y llama al resto de los sectores a que asuman responsabilidades y accionen en consecuencia”.

Manuel Jaramillo, Director General de Fundación Vida Silvestre.

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