Cómo impactó el paro nacional docente en las escuelas de la ciudad y el conurbano
La Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera) impulsó la medida de fuerza en todo el país en apoyo a un dirigente que fue declarado culpable de un incendio en Chubut
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En puerta de la escuela primaria N° 22, en San Martín, María Ambrosio acababa de dejar a sus hijos de primero y segundo grado. Ella sabía de antemano que las maestras de esos cursos se presentaría. Sin embargo, la situación no fue igual en toda la escuela: la adherencia de los docentes al paro nacional fue dispar y entre los padres y madres reinaba la incertidumbre.
“Los traje porque las docentes nos habían avisado que vendrían, pero escuché que los chicos de tercer grado no tenían. Tengo un hijo de 15 años que se quedó en mi casa porque en la escuela N° 501 no tenía clases”, contó.
La mañana de hoy comenzó con pocos delantales blancos en la calle debido al paro nacional docente convocado por la Confederación de Trabajadores de la Educación (CTERA) y apoyado por el Sindicato de Trabajadores de la Educación de la provincia de Buenos Aires (Suteba) y la Asociación Docente de la ciudad de Buenos Aires (Ademys), en defensa del dirigente Santiago Goodman, que fue declarado culpable del ataque e incendio a la Legislatura de Chubut, durante una violenta protesta ocurrida en 2009, y a quien hoy le podría recaer una pena de tres a diez años de prisión.
Claudia —que pidió la reserva de su apellido— era una de las madres de tercer grado de la escuela primaria N° 22 de San Martín que hasta pasadas las ocho de la mañana no sabía si su hijo tendría clases o no. “La escuela del Estado es un horror. La maestra falta cuatro o cinco veces por mes. Ayer no vino y hoy no sabíamos si podíamos dejar a los chicos o debíamos llevarlos a casa. Finalmente, y por suerte, se presentó porque un chico de primer grado no puede estar con uno de séptimo”, dijo.
Precisó además que, al menos en esa escuela, cuando un docente falta, sus alumnos se reparten entre otros cursos, por lo que pueden llegar a compartir aula con chicos mucho más grandes o más chicos. “No está bien que eso pase”, se quejó.
Horas libres
En la zona norte del Gran Buenos Aires, en la escuela secundaria N° 6 de Florida, la adherencia de los docentes fue dispar. “Algunos profesores faltan y otros no; por eso hoy vamos a tener algunas horas libres”, dijo Giovani, un alumno de 5° año de esta institución.
Por ejemplo, Aldana, estudiante de primer año, hoy cursará inglés de 8 a 9.55 y luego se irá a la casa, cuando normalmente se debería ir a las 13.
Silvia, una preceptora de la escuela que prefirió resguardar su apellido, dijo: “Hay bastante adherencia, pero los chicos cuyos profesores no vienen ya fueron avisados ayer para que no vengan”.
Al comienzo de la jornada, la directora de la institución dijo que no sabían cuánta adherencia al paro iba a haber. Y a las 7.45, al horario de ingreso, varios estudiantes y docentes entraron puntualmente al establecimiento.
En la Capital
Mientras tanto, en la puerta de la escuela primaria N° 09, de Palermo, Débora Dátolo, madre de un estudiante de séptimo grado dijo: “En esta escuela no se adhieren nunca. Hoy tienen clases normales y hasta tienen una excursión al cine. Es una tranquilidad porque puedo seguir trabajando, si no sería un día de trabajo perdido”.
Vanina Casali, directora de la institución, explicó que a pesar de haber muchos docentes de la escuela que están adheridos a diferentes sindicatos, no tienen la costumbre de parar.
“Las escuelas tienen que estar abiertas, sobre todo después de la pandemia. Hay que recuperar los aprendizajes y fortaleces las trayectorias educativas de los chicos. El derecho de los niños a estudiar prima por sobre nuestro derecho a reclamar. Yo misma estoy adherida a tres sindicatos, pero existe la libertad y la decisión propia”, manifestó.
En la Escuela Normal N° 9, en el centro de la ciudad, la preceptora Marina Garré dijo que en el nivel secundario la adherencia al paro de los docentes fue dispar. “Algunos vinieron y otros no. Del mismo modo, algunos les avisaron de antemano a los chicos y otros nos esteramos hoy que no venían. Creo durante el último tiempo los docentes evalúan su participación dependiendo de las consignas del paro”, opinó.
En cambio, en el nivel primario de este colegio, la adherencia pareciera total ya que hay un cartel pegado en la puerta indicaba que todos los cursos adherían al paro.
En el Colegio Nacional de Buenos Aires se repitió el panorama. Cerca de las 11, los alumnos se retiraban de a grupos en horarios diferentes.
Tobías y Camilo, que asisten a segundo año, contaron que ellos tuvieron clases “casi normales” porque solo se ausentó el profesor de latín en las últimas dos horas. “También tuvimos prueba de francés, pero creo que el docente no firmó la planilla de asistencia. Eso suele pasar en los paros, que vienen pero no firman”, dijeron.
Además, los chicos mencionaron la ausencia de preceptores. “No había ni uno en los pasillos y por eso se notaba que había muchos en hora libre o haciendo cualquier cosa”, aclaró Tobías.
En días como estos, se pasa lista de una forma “un poco de rara. “Pasan un papel y vos anotás tu nombre, es decir que cualquiera puede anotarte si faltás“, agregó Camilo.
“En la ciudad los docentes hoy están trabajando. Los que paran son los sindicalistas de las aulas cerradas que en este último tiempo nos han dado muestras de sobra de que sus intereses políticos siempre estarán por encima de la educación de los chicos y las chicas”, dijo Soledad Acuña, ministra de Educación porteña. Desde su cartera, relevaron 158 escuelas porteñas y aseguraron que el porcentaje de adhesión al paro fue del 12%.
Por el paro nacional, esta mañana docentes habían cortado el tránsito en la intersección de la Avenida Corrientes y Callao, lo que causó un caos vehicular en la zona a primera hora. Alrededor de las 10 ya habían desconcentrado y al mediodía se volverían a reunir frente al Ministerio de Educación.
“Los gremios paran en defensa de un condenado por la justicia penal, los gobiernos provinciales no hacen nada y las defensorías guardan silencio. ¿Quién garantiza el derecho a la educación entonces? Los niños parecen rehenes”, dijeron voceros de Padres Organizados. Desde esta red brindaron algunos datos propios: por ejemplo, afirmaron que en Ituzaingó el 90% de los docentes acató el paro y que en la escuela primaria N° 50 de Wilde hubo acatamiento total.
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