Cómo es Qubic, el potente telescopio que llega a la Argentina para descifrar el origen del universo
Un equipo de científicos ensamblará un telescopio en Salta para poder rastrear la radiación que dio comienzo al cosmos
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Durante muchos años, la Teoría del Big Bang fue la explicación más aceptada sobre la creación del Universo, que sucedió hace 13.800 millones de años. Esta hipótesis postulaba que el universo comenzó en un estado muy caliente y denso, que luego se fue enfriando por su expansión. Pero las observaciones realizadas en la década de 1980, permitieron a la comunidad científica determinar otras características del universo que llevaron a postular una nueva suposición modificada del Big Bang, llamada Teoría de la inflación cósmica.
Este nuevo paradigma propone que hubo una expansión acelerada y exponencial en los primeros instantes del universo. Pero como toda nueva teoría, debe ser comprobada de forma empírica. Y aunque hubo algunos intentos fallidos, nadie pudo lograrlo. Por esta razón, surgió uno de los proyectos más ambiciosos de la astrofísica: Qubic (sigla en inglés que significa: Q y U Bolometric Interferometer for Cosmology).
Científicos de diversos países del mundo conformaron el “Proyecto Qubic”, un equipo de colaboración internacional integrado por más de ciento cincuenta investigadores que instalarán un telescopio de alta tecnología en Salta para poder rastrear, en el cielo de la Puna, la huella del momento de la inflación en la “radiación de fondo cósmico de microondas” (CMB, por su sigla en inglés), una radiación que data del momento en el que se originó el universo.
Si los científicos de Argentina, Francia, Italia, Reino Unido, Irlanda y Estados Unidos, consiguen captar la huella de radiación, podrán confirmar la Teoría de la inflación cósmica. “Si uno pregunta qué sucedió antes del Big Bang, eso es a cierto nivel, ciencia ficción. Es como si uno preguntara: ´¿qué hacía uno antes de existir?´ Son respuestas complicadas”, dijo Alberto Etchegoyen, investigador del Conicet y representante del Proyecto Qubic en el país, en un comunicado publicado por el organismo dedicado a la promoción de la ciencia y la tecnología.
“Pero nosotros estamos haciendo ciencia, porque estamos buscando observaciones experimentales de las fracciones de fracciones de segundos de la época inmediatamente posterior al Big Bang. Yo creo que, si nosotros lográsemos efectivamente medir de manera observacional, y tener datos reales de la creación del universo, sería ciencia de frontera. Y por supuesto son cosas muy difíciles de descubrir. Pero si la naturaleza es buena con nosotros, tal vez podamos lograrlo o aportar a su descubrimiento”, aseguró Etchegoyen.
El telescopio de alta tecnología que se desarrolló para captar la radiación se construyó por partes en laboratorios e institutos de Francia, Italia, Irlanda, Inglaterra y Argentina, y todas sus piezas están siendo ensambladas en Salta. “No se va al supermercado y se pide ´deme dos detectores del comienzo del universo´. Se tienen que hacer desarrollos tecnológicos de avanzada. El instrumento que se diseñó en Qubic es el corazón del proyecto. Hace una mezcla única de bolometría e interferometría”, explicó Etchegoyen.
La palabra bolómetro proviene etimológicamente del griego y significa “medición de haz de luz”. Los bolómetros son microsensores que trabajan a muy bajas temperaturas y que al detectar la CMB se calientan cambiando así la resistencia eléctrica del material y permitiendo su detección en forma de señal electrónica. La otra ventaja del instrumento es la interferometría, es decir, que mide la longitud de onda y analiza las características de la radiación. “Esa combinación nos ayuda a dilucidar si está relacionado con la radiación primordial o no. Tenemos entonces esta gran ventaja, que uniendo interferometría con bolometría, tenemos más claro lo que estamos midiendo”, indicó Etchegoyen.
El telescopio del Proyecto Qubic estará encerrado dentro de una carcasa cilíndrica que sirve para mantener temperaturas muy bajas, llamada “criostato”, de 1,8 metros de alto y 1,6 de diámetro. Esa carcasa protege y mantiene al telescopio a 269 grados bajo cero y a los sensores a temperaturas aún más bajas. Esta temperatura permitirá captar las pequeñas fluctuaciones producidas en los sensores por la CMB. El criostato y su montura estarán ubicadas dentro de un domo que se abrirá para la observación del cielo.
El telescopio estará ubicado a 5000 metros de altura en la localidad de Alto Chorrillos, situada a 300 kilómetros de distancia de la ciudad de Salta. El lugar es ideal para observar un cielo limpio y con poca interferencia de material intergaláctico. “En 2016, la colaboración internacional golpeó nuestra puerta y nos dijo que querían instalar Qubic en Argentina por los cielos de la Puna y por nuestra trayectoria y experiencia”, dijo Etchegoyen.
Los responsables del proyecto estiman que los primeros resultados científicos estarán después de los tres años de comenzar a observar el cielo con el telescopio funcional y completo. Y en ese sentido, Etchegoyen manifestó que si logran cumplir con el objetivo, el proyecto Qubic podría tener consecuencias mucho más allá de lo meramente científico.
“Establecer observacionalmente la inflación universal de la creación del universo podría llegar a impactar en el mediano y en el largo plazo en las ideas de la humanidad en torno a la creación del Universo. Tal vez influya sobre la forma filosófica y sociológica de cómo se maneja el ser humano, y cómo nos situamos en el universo a partir de saber cómo se creó”, concluyó.
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