Cómo eran los duelos en la Argentina y hasta qué año se realizaron
José “Pepe” Mujica lamentó hoy la derogación de la ley que reguló los “duelos de honor” en Uruguay hasta la década del 90
El senador uruguayo José “Pepe” Mujica lamentó hoy la derogación de la “Ley de Duelos”, que reguló los “duelos de honor” en Uruguay hasta la década del 90.
“Hablar es facilísimo en este país. Hay cosas que hay que resolver de otra manera”, dijo el ex presidente, en medio de cuestionamientos y denuncias sobre su gobierno.
Esa “otra manera”, batirse a duelo, ya sea con espada o con revólver, tuvo su apogeo en el Río de la Plata entre las décadas finales del siglo XIX y las primeras del XX.
En la Argentina, según una investigación de la historiadora Sandra Gayol, hubo un total de 2417 duelos de honor entre 1869 y 1971, último año para el que existen registros confiables. Muchos de sus participantes fueron políticos locales.
Inicios
¿Cómo se organizaban esos duelos? La práctica llegó al Río de la Plata con las primeras inmigraciones europeas. En la Argentina, sin embargo, no gozó al principio del “éxito” que tenía en Europa y Estados Unidos.
“La guerra de independencia, las guerras civiles y los enfrentamientos armados frenaron o inhibieron los desafíos. Estas luchas fueron en sí mismas una posibilidad de expresar decisión y coraje y, al mismo tiempo, subordinaron los conflictos personales a los intereses más amplios de la patria”, explica Gayol, en su libro “Honor y Duelo en la Argentina Moderna”.
A partir de fines de los años 1870, aproximadamente, los diarios comienzan a registrar cotidianamente información relativa a los duelos de honor.
“El espectacular crecimiento económico y poblacional con el consiguiente trastrocamiento de las jerarquías y prioridades fue la principal condición de posibilidad del duelo. Lejos de ser un hecho aislado, la posibilidad de duelar se convirtió en un rasgo intrínseco de las relaciones mantenidas entre quienes pertenecían y entre quienes aspiraban a pertenecer a las elites”, dice Gayol.
Organización
Según destaca la autora, “lejos de ser un resabio extemporáneo y marginal de la Argentina Moderna, los duelos fueron, por el contrario, parte esencial del proceso de construcción de la modernidad”.
El primer “Manual Argentino de Duelo” se publicó en 1878. Y los intentos posteriores de crear una “jurisprudencia argentina” sobre duelos de honor llegaron hasta la década de 1930.
“A mediados de 1880 se empiezan a crear espacios institucionales y ámbitos de sociabilidad que brindaban a sus socios la posibilidad de ingresar o perfeccionarse en el uso de las armas. El Jockey Club, el Círculo de Armas, y la nueva sede del Club del Progreso inaugurada en 1902 son los representantes más elegantes y paradigmáticos”, cuenta Gayol.
En 1878 se publica el primer Código Argentino sobre El Duelo, que fija reglas de comportamiento.
“Cada duelo ponía en juego todo un universo de cuestiones: desde los guantes, sables y trajes, pasando por el conocimiento de las reglas y normas, hasta la designación de padrinos y médicos que asistían a los participantes”, cuenta sobre el tema el historiador Felipe Pigna.
“En el último cuarto del siglo XIX comenzó a ponerse de moda el duelo en Palermo, que se convierte en una especie de ‘campo del honor’. La mayoría se pacta a sable aunque también se practican a pistola, en ambos casos a la ‘primera sangre’”, explica Pigna.
Otros tipos de duelo incluyen pelear hasta que uno de los participantes fuera “severamente herido”; o bien “a muerte”. En el caso del duelo con revólver, cada uno de los participantes podía tirar un tiro, como veremos en el caso descripto más adelante.
Paralelamente a la configuración del “duelo de caballeros”, desde el Estado y desde el Código Penal se le concede el carácter de “delito especial o sui generis”.
Quiénes participaban
“Primero que nada, un hombre no se bate con una mujer, ni las mujeres se baten entre ellas. Salvo excepciones anecdóticas que no hacen más que confirmar la regla, el duelo es un asunto de hombres”, dice la historiadora Gayol.
Dentro de la población masculina, niños, enfermos y ancianos están excluidos o exentos del duelo. ¿Cuáles eran las profesiones que más se batían a duelo?
Primero, abogados: del total de participantes registrados en el relevamiento histórico de Gayol, 1482 eran abogados. Los siguen los militares, con 956 participantes. Y en tercer lugar los periodistas, con 170 participantes.
También era alto el número de candidatos políticos que se batían a duelo, más allá de su profesión: 172 de un total de 2417.
Un duelo famoso
Justamente dos prominentes políticos protagonizaron uno de los duelos más famosos en nuestro país. “Hipólito Yrigoyen, que resultaría ser electo años más tarde como presidente, y Lisandro de la Torre, que alcanzaría el cargo de senador, se batieron con espadas en 1897 con motivo de su ruptura política”, dice Gayol.
Así lo relata Pigna: “Don Hipólito no sabía esgrima y contrató a un profesor para la ocasión. Lisandro, en cambio, era un experto, pero debió tomar lecciones para poder aprovechar los centímetros de diferencia de su brazo. El duelo se concretó el 6 de septiembre de 1897 y duró más de media hora. Al final, De la Torre estaba herido en la cabeza, en las mejillas, en la nariz y en el antebrazo. A partir de entonces, comenzaría a usar su barba rala para disimular las marcas de aquella disputa con don Hipólito.
Años más tarde, De la Torre volvería a batirse a duelo. Fue después del acalorado debate de las carnes y del asesinato de su compañero de bancada Enzo Bordabehere. La misma noche del crimen y ante las acusaciones fundadas del líder demócrata progresista, Luis Duhau y Federico Pinedo retaron a duelo a De la Torre. Don Lisandro rechazó el reto de Duhau por que dijo que no era un caballero, pero acepto batirse con Pinedo. Un De la Torre dolido y desconsolado por el asesinato de su amigo tiró al aire y Pinedo apuntó a la cabeza pero falló”.