Colegios bonaerenses: evalúan extender la jornada escolar presencial después de las vacaciones de invierno
Así lo analiza el gobierno de la Provincia de Buenos Aires; las instituciones educativas reclaman una mayor carga horaria en las aulas piden y que se levante el tope de cuatro horas presenciales
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Los colegios privados de la provincia de Buenos Aires piden que se levante el tope de cuatro horas de actividad presencial en las aulas. Hicieron el reclamo hace poco más de quince días, y el lunes pasado volvieron a la carga. “Las cuatro horas como máximo fue una exigencia del Plan jurisdiccional cuando comenzaron las clases. Celebramos la puesta en vigencia de ese plan y su sostenimiento, pero siempre hemos pedido por la no imposición de un límite en la carga horaria. Ya estamos en julio, y encima perdimos otras ocho semanas de clases este año. Los [jardines] maternales necesitan jornada completa, las escuelas bilingües también, las que a contraturno tienen talleres, y principalmente los chicos del nivel secundario, que tienen seis o siete horas de diseño curricular que tampoco pueden cumplir. ¿Cuál es el sentido de las cuatro horas? Sobre todo ahora con la existencia de detectores de dióxido de carbono en las aulas, que suman un aliado al momento de relevar ambientes saturados”, plantea Martín Zurita, en representación de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la Provincia de Buenos Aires (Aiepba) y la Junta Nacional de Enseñanza Privada (Junep)−.Si las burbujas se mantienen y tenemos un sistema bimodal, la jornada podría extenderse por más horas. Los directores lo piden más que nunca. Hay colegios que, además, tienen la infraestructura y el espacio suficiente como para recibir a todos los alumnos durante la doble jornada. Y si el problema es el transporte, como algunos dicen, viajar y dejar a los chicos en la escuela por cuatro u ocho horas, es lo mismo”.
Hace 15 días, y frente al mismo reclamo, fuentes de la administración del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, habían explicado que los distritos en los que se había regresado a la presencialidad debían cumplir de manera estricta con el Plan jurisdiccional aprobado, y que, por el momento, no habría modificaciones. Anteayer, sin embargo, desde la Dirección General de Cultura y Educación de la Provincia, a cargo de Agustina Vila, dijeron a LA NACIÓN que están atentos a la evolución de la situación epidemiológica, y que se están “evaluando escenarios de extensión de la jornada escolar para la vuelta del receso invernal, siempre en estricto cumplimiento del Plan jurisdiccional para la presencialidad cuidada”.
“El tiempo escolar no alcanza”
Noemí Medan es la directora del nivel primario del colegio Asunción de la Virgen, en San Fernando, y cree que la necesidad de extender la carga horaria se volvió imperiosa. “Para lograr aprendizajes significativos, para habilitar los espacios de diálogo, para poner en marcha las distintas estrategias pedagógicas para recuperar los conocimientos y reflexionar sobre lo hecho. El tiempo escolar no alcanza. Nunca alcanzó, pero hoy se vuelve imprescindible. Todos pedimos que los chicos estén la mayor cantidad de horas en el colegio”, ruega Medan.
Con respecto a los contagios, la última evidencia a nivel nacional que quedó plasmada en el informe del Observatorio del Retorno Presencial a las Aulas, que anteayer presentó el ministro de Educación, Nicolás Trotta, confirmó que la incidencia de contagios en las escuelas es baja. Según los últimos resultados obtenidos en todo el país, entre marzo y junio pasados, los casos positivos en los alumnos que asisten a los establecimientos es de apenas el 1,3 por ciento. Por eso, Constanza Díaz, del Colegio San Joaquín, de Villa Ballester, insiste en que no hay otro lugar donde se cumpla más el protocolo que en el aula. “Cuando no está en el colegio los chicos se juntan en las casas, en las plazas, donde sea. Todos lugares y ocasiones donde no se respetan como corresponde las medidas de cuidado”, enfatiza Díaz, que luego enumera los factores por los que considera fundamental que la jornada puede extenderse más allá de las cuatro horas: “Todas las estadísticas dan cuenta de que las escuelas no son foco de contagios. En segundo lugar, en los colegios de jornada completa, los docentes están haciendo su horario habitual, y las escuelas funcionan como si fueran doble turno. Los únicos que deben atenerse a las cuatro horas son los estudiantes. Por otro lado, la escuela siempre se constituyó como un organizador familiar, y esta logística es muy complicada para los padres, que tienen que seguir trabajando”.
Fatiga de Zoom
Díaz también se detiene en la cantidad de horas que los chicos pasan frente a las pantallas y las consecuencias para la salud emocional que la enseñanza virtual dejó luego de un año de encierro. “Los docentes y los chicos están con fatiga de Zoom. Ya no pueden sostener por mucho tiempo más la educación a distancia”, afirma. En la carta que los representantes de Aiepba y Junep le hicieron llegar a Vila, explican que “el incremento de la jornada presencial permitida es sumamente necesario en estos momentos, en que debemos dedicar todos nuestros esfuerzos para diagnosticar y compensar los efectos de meses de trabajo a distancia, en todos los niveles y muy especialmente en la escuela secundaria, en la que la carga curricular excede las cuatro horas diarias”, dice el texto.
En referencia a los detectores de dióxido de carbono, Zurita cuenta que Aiepba cerró un convenio con la Universidad de Hurlingham para dotar a las escuelas de gestión privada. “Así, entonces, se trata de una tecnología que ya se encuentra en las aulas de la Provincia, con independencia de la gestión. Luego de un 2020 con 160 días sin clases presenciales y un 2021 con ocho semanas de igual forma, volver a las rutinas marca un camino de regularización que es muy necesario”, refuerza el secretario ejecutivo de la asociación.
También reclaman una mayor presencialidad los directores del nivel superior y los centros de formación profesional, aunque el escenario que atraviesa este grupo de estudiantes es distinto, porque el regreso a las aulas es una incógnita para ellos todavía. La directora del Instituto Superior Pedro Goyena, de Bahía Blanca, María del Carmen Rey Chapur, advierte que muchos de estos estudiantes llevan la mitad de su carrera cursando en la virtualidad absoluta. “Necesitan una mayor presencialidad con urgencia, sobre todo para las materias prácticas, como en las carreras de salud, gastronómicas, deportivas y agropecuarias, ya que no han tenido cercanía alguna con la manipulación y el uso directo de insumos y equipamientos propios de las instituciones que ofrecen dichas propuestas académicas”, señala.
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