Clausuraron en San Telmo otra obra en construcción
Al sentir los golpes de la excavadora que estaba trabajando en la obra contigua a su edificio sobre su pared medianera, la vecina de la planta baja de la vivienda de Juan de Garay 267, en San Telmo, no dudó y llamó al 103, el número de emergencias del gobierno porteño.
El llamado no sólo fue oportuno, sino que tuvo su corolario: autoridades del gobierno porteño suspendieron ayer los trabajos de excavación en esa obra en construcción.
La medida fue adoptada por la Agencia Gubernamental de Control (AGC) en la obra de Juan de Garay 263, cuyo proyecto y dirección está a cargo del arquitecto Sergio Gorelik, luego de verificar el daño realizado por la máquina en las dos propiedades linderas y la ausencia del responsable de la obra en el lugar.
"Una vecina denunció que cuando se estaba haciendo la excavación la maquinaria rajó la medianera de su propiedad. El inspector advirtió que la maquinaria era demasiado grande para el tamaño de ese terreno y que no le daba el radio de giro. En las casas lindantes, que son muy viejas, quedaron peladas y perforadas las bases de las medianeras y los golpes de la maquinaria pusieron en riesgo su estabilidad", informó a LA NACION el director de la AGC, Javier Ibáñez.
Al no estar presente en el lugar el responsable de la obra, el inspector decidió la clausura. "Insisto en que en las etapas de excavación y de bases es cuando más tiene que estar presente el arquitecto de la obra. Por eso se clausuró y la guardia de auxilio apuntaló las medianeras", explicó Ibáñez.
El hecho sucedió ocho días después del derrumbe del edificio de Bartolomé Mitre 1232, que se cobró la vida del vecino Isidoro Madueño, de 74 años, y que disparó una avalancha de denuncias por presuntos riesgos de derrumbe.
Ayer, también en San Telmo, cedió parte de la mampostería de un entrepiso en la cocina del bar El Aljibe, situado en Bethlem 423. Según informaron a LA NACION fuentes de la comisaría 2a. y dos empleados del bar, no hubo intervención policial al no registrarse daños ni heridos, si bien había un patrullero sin ocupantes en la puerta del local.