Clases en la Ciudad: de 3° a 5° año del secundario pasarían totalmente a la virtualidad

Después del anuncio del presidente Alberto Fernández, que llegará antes del vencimiento del DNU actual, que expira mañana, el Gobierno porteño hará lo propio. La Ciudad evalúa un confinamiento total para los fines de semana, pero es “casi seguro”, según fuentes del Ministerio de Educación porteño, que las clases para el nivel inicial, la primaria y las instituciones de educación especial sigan bajo el mismo esquema: presencial.

Pese a la escalada de contagios reportados ayer, con un nuevo récord de 39.652 casos positivos de Covid-19, las autoridades porteñas definen cuáles serán los ajustes con respecto a las clases. Por estas horas, se analizan distintos escenarios para el secundario. En este nivel, explican, la prioridad es para los alumnos de 1° y 2° año. Son ellos los que podrían continuar con una modalidad mixta, entre la presencialidad y las clases virtuales, algo que ya se había puesto en práctica hace algunas semanas. En cambio, para los más grandes, de 3° a 5 año, se piensa en una enseñanza totalmente remota, al menos hasta lograr bajar la curva de contagios.

“No está definido, pero es lo más probable”, confiaron anoche desde la cartera educativa porteña. De esta forma, los alumnos de los tres niveles superiores de la enseñanza media se sumarían a los que ya cursan de manera virtual, que son los de los terciarios, la educación para adultos y los institutos superiores. Con esta última medida, sumado al esquema mixto para el secundario, Horacio Rodríguez Larreta ya había anunciado una reducción del 30 % en la asistencia que implica la población estudiantil. Ahora, de llevarse adelante esta nueva decisión, faltará actualizar esos porcentajes.

Una semana en la escuela y otra en casa

A los estudiantes que están en 1° y 2° año se los quiere priorizar. Es decir, que sigan con un esquema presencial, o mixto, algunos días presencial, y otros en casa. De hecho, esta modalidad es la que practican en varios colegios desde el inicio de clases. Renata Freire tiene 13 años y comenzó el secundario en febrero pasado. Va a la Escuela Normal Superior en Lenguas Vivas, Sofía Broquen de Spangenberg, más conocida como el Lengüitas. Su curso está dividido en dos burbujas, la A y la B. Alterna de manera semanal entre la presencialidad y la virtualidad, aunque reconoce que cuando le toca quedarse en casa, la mayoría de las tareas llegan por Classroom, y son pocos los profesores que dictan su materia por Zoom.

Desde que comenzó la puja política en torno a las clases, y la Ciudad decidió recurrir a la Justicia para no tener que cerrar las escuelas porteñas, el equipo de Rodríguez Larreta preparó un plan de acción que contempla diversos escenarios; una forma de administrar la presencialidad, con el objetivo de involucrar a la menor cantidad de alumnos en cada nueva restricción. Hasta ahora, los terciarios, los institutos superiores y la educación para adultos fueron los primeros. Son, dicen las autoridades, los que tienen más herramientas para seguir adelante, los más autónomos. Los que pueden atravesar mejor esta restricción impuesta. Los más chicos, con decenas de estudios que respaldan la evidencia, fueron los más dañados por el aislamiento, los que más necesitan del cara a cara con el docente, del trabajo compartido con sus pares para continuar con el aprendizaje.

Por eso, la educación inicial y primaria, por el momento, seguirá con los protocolos, pero en el aula. Después de tener que haber aislado a un mayor número de burbujas por casos confirmados, son varios los colegios que hicieron ajustes en las guías de prevención, con nuevos horarios escalonados para el ingreso de las distintas burbujas y algunos cambios, como la prohibición de comer en los recreos, o jugar a la pelota, como hasta hace 15 días, cuando aún estaba permitido compartir elementos en las actividades recreativas.

Una posibilidad latente

La bimodalidad para el nivel primario es una posibilidad latente, pero en el Gobierno porteño creen que aún no llegó el momento. El compromiso de Soledad Acuña, ministra de Educación porteña, fue que todos los chicos tuvieran algún espacio de presencialidad antes de que terminara el ciclo lectivo pasado, y comenzar este año con la mayor cantidad de días en las aulas. Según los datos oficiales, desde el inicio de clases, el 17 de febrero pasado, y hasta el 14 de mayo pasado, el total de casos positivos acumulados en la comunidad educativa porteña es de 10.736, lo que representa el 1,53% del total, sobre un universo de 700.518 personas.

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