Clases en la ciudad: Preocupa a los directivos poder garantizar la asistencia diaria sin incumplir los protocolos
Esta mañana el Ministerio de Educación de la ciudad de Buenos Aires detalló de qué manera se planea implementar el inicio anticipado de las clases presenciales, que según fue confirmado, será el 17 de febrero y se hará de manera escalonada. Y lo principal: será con clases presenciales de lunes a viernes y con una jornada mínima de al menos cuatro horas.
Al igual que la mayoría de los porteños, los docentes y directivos consultados por LA NACION se enteraron de estos detalles con los anuncios por lo que enseguida comenzaron a analizar si sus escuelas cuentan o no con las condiciones suficientes para poder garantizar estos nuevos lineamientos diseñados por la autoridad educativa porteña.
La principal novedad del anuncio -y también el punto más discutido por los educadores entrevistados- es la vuelta a la presencialidad completa, con los alumnos acudiendo los cinco días de la semana a la escuela. A pesar del consenso general sobre la importancia de volver a la presencialidad, algunos de los profesionales consultados destacan que no todas las escuelas cuentan con la infraestructura necesaria para garantizar al mismo tiempo la asistencia diaria del alumnado y el cumplimiento de los protocolos de Covid-19.
"El esquema no se hizo pensando en las escuelas grandes. Para nosotros sería imposible hacer que los estudiantes, en total, unos 1100, vengan todos los días", comenta por teléfono el director de una escuela técnica de la zona oeste de la Capital, mientras escucha de fondo a la ministra de Educación de la ciudad, Soledad Acuña, en la televisión.
Las escuelas técnicas tienen una currícula que combina clases teóricas y prácticas y suelen tener mayor cantidad de alumnos que el resto de las secundarias. "Podemos mantener el distanciamiento social con 15 en un aula, pero no con 30. Y no tenemos suficiente lugares como patios y espacios para distribuirlos", argumenta.
Es por eso por lo que su idea es presentarle al Gobierno de la Ciudad un esquema distinto, que consiste en realizar de manera presencial solo las clases prácticas y que las teóricas permanezcan en la virtualidad. De esta manera, los alumnos acudirían a la escuela día de por medio.
Propuestas alternativas
Según afirmaron fuentes del Ministerio de Educación porteño, "la enorme mayoría de las escuelas se encuentran en condiciones para recibir a los chicos y chicas cumpliendo los protocolos y medidas de seguridad". De acuerdo a lo anunciado hoy, aquellas que no puedan hacerlo, deberán presentar una propuesta alternativa, la cual deberá contar como mínimo con cuatro horas de clases presenciales por jornada.
Consultados sobre problemas de infraestructura denunciados en los últimos días por algunos sindicatos -como ventanas selladas y aulas sin suficiente ventilación-, voceros de la autoridad educativa porteña afirmaron que durante el año pasado se realizaron inspecciones por las distintas escuelas estatales para verificar el estado de las aulas. A partir de estas visitas, se decidió realizar adecuaciones menores vinculadas a tareas de ventilación e instalación eléctrica. Algunas de estas modificaciones, dijeron, todavía están en proceso.
Las instituciones privadas también tendrán que amoldar sus planes de vuelta a la presencialidad según los lineamientos generales que fueron anunciados hoy. Muchas de ellas, como es el caso del Colegio Internacional de las Islas, tendrán que recortar los horarios de clases para poder cumplir con los requisitos. "Los alumnos van a venir todos los días, pero no las mismas horas que antes, que venían doble jornada", anticipó Andrés Pallaro, representante legal de este colegio bilingüe, ubicado en Belgrano.
Según el esquema que el establecimiento educativo viene desarrollando desde hace dos meses, la idea es que la mitad de los cursos acudan a la mañana y la otra mitad a la tarde. "Entendemos que no es lo mismo ir cuatro horas al colegio que ocho. Por eso, si es necesario reforzar con clases virtuales, se hará", afirmó Pallaro.
El colegio San Tarsicio, ubicado en Recoleta, también tiene un proyecto parecido, pero todavía no está del todo definido. "La vuelta a la presencialidad que hicimos en diciembre con burbujas reducidas funcionó muy bien y tenemos muchas ganas de empezar ahora, en febrero, aunque sea con jornada simple. Lo principal es que haya presencialidad", opinó su directora general, Pilar González Morón.
Más allá de los planes anticipados que se puedan ir trazando, según señalan docentes y directivos de escuelas públicas, todavía no se sabe cuántos alumnos asistirán a clases durante el próximo ciclo lectivo. Con los altos niveles de inasistencia a las clases e incumplimiento de las tareas escolares que se notificaron durante 2020, aseguran, es de esperarse que muchos alumnos no regresen a las aulas en febrero. A su vez, se espera que algunos de los estudiantes que conviven con familiares que tienen enfermedades de riesgo tampoco acudan a la escuela. Estas cuestiones definirán los esquemas de presencialidad que puedan diseñarse para los alumnos que sí decidan volver a la escuela, y de manera presencial.
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