Ciudad: "Necesitaban volver", el alivio de las familias por el regreso a las escuelas
Entusiasmo. Esa es la reacción que une a las familias con hijos en edad escolar que estudian en escuelas públicas y privadas de la Ciudad ante la noticia de que podrán retomar paulatinamente la presencialidad a partir del próximo lunes
Flora Acosta, de 38 años, es la madre de Francesca, de cuatro. Cuenta que la semana pasada, cuando fue a retirar la canasta de alimentos a la escuela Castelli, sobre la calle Ayacucho, habló con la docente de su hija, que le preguntó si estaría de acuerdo con un hipotético regreso a las aulas. Sin dudarlo, le dijo que sí.
"Ella es la prioridad y ya hace tiempo que tiene muchas ganas de jugar con chicos de su edad, con hacer las actividades del jardín. Por momentos, este año estuvo angustiada y aburrida por el encierro. Necesita ver a sus amigos. Esas dos horas en el colegio ya van a significar un cambio importante", dice Acosta.
"Quiero volver al cole, ver a mi seño", le repetía Francesca unas semanas atrás. "Cuando me decía esas cosas llorando era difícil porque, al mismo tiempo, no sabíamos cuándo iba poder volver a las clases. Por eso estoy súper de acuerdo con este regreso escalonado, la prioridad tienen que ser los más chicos", agrega Acosta.
Desde la primaria a la universidad
Federico Costa, de 46 años, tiene dos hijas. Una de 16 años, que cursa en la Escuela Técnica ORT N°2, y la segunda estudia psicología en la Universidad de Buenos Aires. Todos están contentos: la próxima semana ambas volverán a clases.
"Estoy feliz de la vida, me alegro mucho por ellas –dice Costa–. La facultad de manera remota es muy incómoda y la que está en la secundaria perdió la motivación, ya le costaba levantarse hasta para sumarse al Zoom. Lamentablemente, se perdió muchos talleres prácticos que son interesantes, como el taller de radio, entre otros. Mis dos hijas están entusiasmadas por los anuncios de hoy", afirma.
Marina López, de 14 años, que cursa el segundo año de la secundaria en un colegio público de Devoto, señala que el modelo virtual ya estaba agotado, y que, si no se hubiera dado este retorno paulatino, su humor se habría deteriorado. "Realmente la falta de certezas nos ponía muy ansiosos a todos. Está bueno volver, aunque sea para vernos un rato, hacer algo, tener una actividad en la semana. La verdad es que siento que fue un año medio perdido, todo lo vimos por arriba, fue difícil. Pero bueno, entiendo que al principio no había otras opciones más que quedarse en casa", dice López.
Luciano Kan es el padre de Emiliano, de 13 años, y de Milena, de 10. Está de acuerdo con la reapertura de las escuelas, pero pide que todos mantengan la guardia bien alta para no arruinar el esfuerzo que se hizo hasta ahora.
"Creo que está bien, es necesaria esta vuelta a las escuelas. En algún momento había que volver. Pero hasta que no esté lista la vacuna, la situación va a ser muy volátil. Ahora que los chicos van a ir al colegio, tal vez vamos a tener aún más cuidado si visitamos a los abuelos. Hay que ir de a poco para no desaprovechar el sacrificio de estos meses", argumenta Kan.
Según dice, Milena extraña a los amigos, mientras que a Emiliano, si bien tiene ganas de regresar al colegio, como pasó a primer año y va a cursar con compañeros que no conoce personalmente, la vuelta a clases le despierta cierto nerviosismo.
Kan enviará a sus hijos a estos encuentros de revinculación de dos horas, pero destaca que implicarán ciertas dificultades de organización. "Es difícil la logística, son clases muy cortas. Creo que muchos padres no los van a mandar porque no son obligatorias y, en muchos casos, va a ser un dolor de cabeza organizarse para llevarlos y buscarlos".
La medida
A partir de la semana que viene, además de los estudiantes de los últimos años de cada ciclo, de primer grado de las primarias y primer año de las secundarias, se sumarán todas las otras salas, grados y años de los distintos niveles educativos. Las actividades serán de revinculación, no habrá clases formales.
Reabrirán de manera escalonada los jardines maternales para los chicos de 45 días a dos años. Tendrán encuentros de estimulación temprana con un docente y podrá asistir un acompañante. Para las salas de 3 y 4 años, habrá actividades deportivas, recreativas, lúdicas y artísticas al aire libre en grupos burbuja de hasta 10 alumnos con clases de dos horas, como se vino implementando hasta ahora.
De segundo a sexto grado del primario y de segundo a cuarto año de las escuelas secundarias, también retomarán las actividades al menos dos veces por semana, con la modalidad de grupos burbuja.
Para los adultos que estén terminando su educación secundaria, habrá clases de orientación, intercambio y cierre de ciclo en grupos burbuja de hasta 10 estudiantes. Preferentemente al aire libre, con turnos de una hora y media a cuatro horas, con treinta minutos entre turno y turno para limpieza y desinfección. Concurrirán hasta cuatro veces por semana. Lo mismo sucederá con los alumnos que tienen alguna discapacidad y asisten a instituciones de educación especial.